Las opiniones son como los culos

Seguro que has oído alguna vez aquello de que las opiniones son como los culos, todos tenemos una.

Esto, que ha sido cierto desde que el ser humano tiene uso de razón, parece que está alcanzando un nivel superior desde que existe Internet y especialmente herramientas como Twitter.

No voy a discutir sobre la pertinencia o no de opinar sobre cosas sobre las que no tenemos información o conocimiento suficiente. Lo que me interesa en este post es valorar hasta qué punto nos afectan las opiniones de los demás en un entorno dospuntocero.

Reflexionaba sobre todo esto al ver los comentarios a los vídeos en Street Personal Branding, el canal de YouTube en el que Claudio Inacio y yo estamos subiendo debates sobre temas que nos interesan de Branding Personal pero con un punto gamberro y canalla. Y en el que además, es lógico que haya opiniones opuestas porque de eso se trata.

Este canal, como tantas otras cosas, surgió de un modo informal y sin más intención que divulgar las cosas que pensamos (todos tenemos una opinión), aprender a hacer cosas en formato vídeo y, sobre todo, pasar y hacer pasar un buen rato.

Nos ha sorprendido agradablemente la cantidad de comentarios y opiniones a los pocos vídeos que hemos subido. Pero lo que me interesa, y por eso escribo este artículo, es que para un mismo vídeo, post o intervención real o virtual hay opiniones para todos los gustos y que defienden una idea y la contraria.

Sabiendo que eso es así, ¿Hasta qué punto deberían afectarnos emocionalmente esas opiniones?

Creo que, para la mayoría de nosotros, da igual que recibamos un montón de comentarios o críticas positivas si resulta que aparece una que no lo es tanto. Una opinión desfavorable te puede amargar el día. Pero eso es algo que también ocurre en el mundo «real» cuando alguien cercano te dice algo que no te gusta y que acaba con un día perfecto.

El problema de dospuntocerolandia es que careces de contexto y no sabes qué ha motivado a la otra persona a realizar ese ataque que puede ir de lo leve y constructivo a grave y demoledor.

El hecho de que alguien haga el esfuerzo de comentarte algo que has hecho ya debería ser de agradecer. Pero a partir de ahí no sabemos si esa persona tiene algún tipo de antipatía hacia ti, si está de mal humor porque ha tenido un día terrible, si realmente tiene razón y lo que opina deberíamos tenerlo en cuenta, si ha querido decir algo pero lo estamos malinterpretando, tiene intenciones ocultas por las razones que sean,…

Así que, insisto, ¿Qué peso deben tener esos comentarios en nuestro estado de ánimo?

Una solución muy tentadora es la de no permitir los comentarios (reconoce que tu también te has planteado esa opción) o incluso mandar a la porra todas tus Redes Sociales y Plataformas virtuales. Pero eso acabaría con la magia de lo dospuntocero. Si no tienes valor para aceptar las críticas, mejor no te metas en este terreno. A Internet hay que venir llorado de casa.


Ojo, no escribo esto en caliente ni porque haya recibido alguna crítica destructiva. Todo lo contrario. A pesar de lo políticamente incorrecto y de lo impertinente que puedo llegar a ser, lo cierto es que nunca he tenido a nadie que pueda considerar un troll. Críticas constructivas, muchas y las agradezco porque me ayudan a no perder el norte.

Dicho esto, ¿Deberíamos cambiar nuestra Estrategia Personal, nuestro proyecto profesional, para evitar opiniones que nos hagan sentir mal?

Mi respuesta rápida es un rotundo NO.

Una razón para no desviarte de tu rumbo es que quienes opinan sobre lo que haces no tienen toda la información que tienes tú. No puedes estar cambiando tus decisiones que has tomado reuniendo un montón de información simplemente porque a alguien a quién seguramente no conoces y, más importante, no te conoce, no le parece bien lo que expresas en algún sitio.

Al actuar en función de lo que opinan los demás, estás dejando que tu Marca Personal se debilite y se convierta en una sucursal de la marca de otros pero sin que ellos tengan que asumir la responsabilidad. Así que, escucha lo que te digan, utiliza lo que consideres útil y elimina el resto… o todo.

¿Significa todo esto que no nos va a afectar lo que nos digan? De ninguna manera. Una opinión desfavorable es como una gota de mierda en un barril de vino, va a joderlo todo. Pero creo que poco a poco, al madurar, nos damos cuenta de que cuanto más definida tenemos nuestra Estrategia Personal, más difícil va a ser que nos desvíen del rumbo establecido… aunque la mala leche durante un rato, no nos la va a quitar nadie.

NOTAS:

El día 9 de Mayo estaré en Huelva en un evento espectacular creado por David Barreda y patrocinado por la Fundación Cajasol en el que hablaremos de Marca Personal, Empleo, Oportunidades Profesionales y Emprendimiento un grupo de gente genial y, además, buenos amigos como Eva Collado DuránElena ArnaizGuillem RecolonsAdela de MoraDavid Barreda y yo mismo. No te lo puedes perder. Puedes informarte aquí.

Y ademas, nuevo vídeo en #StreetPersonalBranding con invitada especial, Elena Arnaiz Ecker ​¿Es Recursos Humanos el mayor enemigo de la Marca Personal?


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