Dospuntocerolandia y el Everest

Hace ya mucho tiempo, incluso antes de hablar de Marca Personal, tenía en la cabeza que mi proyecto profesional sería algo parecido a lo que hace un sherpa en el Everest.

Me gustaba la metáfora de ayudar a otros a subir más alto, a alcanzar o, al menos intentar, llegar a la cumbre de tus proyectos. Estuve leyendo algunos libros sobre la forma de trabajar de los miembros de este pueblo del Nepal y encontré muchas otras similitudes que acabé convirtiendo en El Manifiesto Sherpa de Marca Personal. Además, el término Sherpa está aceptado por la RAE. Así que, perfecto.

Cuando pensaba todo esto hace casi veinte años, el mundo de La Red vivía tiempos de descubrimiento, de pioneros, de locos, de riesgo, de dificultad. Tener una página web era algo raro y caro pero te proporcionaba algún tipo de prestigio simplemente por el hecho de que alguien encontrase un sitio virtual y normalmente muy cutre en el que aparecía algo sobre ti.

Con el tiempo, todo eso fue perdiendo su halo de aventura, de novedad, incluso de elitismo. Con los blogs y con algunas herramientas que facilitaban la creación de sitios web propios, cada vez había más gente y más formas de tener una presencia en Internet pero todavía había formas de sobresalir y destacar. Ya no eras el primero en alcanzar la cumbre pero, utilizando la analogía del Everest todavía podías hacer algo diferente si lo lograbas sin utilizar oxígeno, llegando por alguna vía inexplorada o con una edad avanzada.

La llegada de Twitter, las Redes Sociales y lo dospuntocero en general, ha terminado de eliminar cualquier barrera de entrada para cualquiera que desee plantar su huella virtual.

Eso tiene el aspecto positivo de que cualquiera puede hacer algo que sólo estaba al alcance de unos pocos con recursos. Y eso, sobre el papel, es bueno porque facilita la divulgación de buenas ideas.

Pero por otro lado, como ocurre con el Everest, la basura, la mierda y la degradación del Medio Ambiente van acabando con la belleza del lugar.

Podrás acusarme de elitista por decir que no es bueno que cualquiera pueda hacer de todo. Y seguramente tienes razón. Pero siguiendo la comparación del Everest y dospuntocerolandia podemos ver que no todo es tan bonito.

En realidad, los que están convirtiendo aquella cumbre en una playa de Benidorm en agosto, no son los más humildes o los que carecen de recursos sino todo lo contrario. Son los que consiguen patrocinios, o simplemente los que tienen pasta suficiente los que pueden darse ese capricho.

Y eso mismo es lo que está ocurriendo con La Red. Ya no son los más osados, los primeros o los que más mérito tienen los que consiguen llegar a la cumbre de Google sino aquellos que poseen los medios o utilizan trucos para conseguirlo.


Además, la llegada de inexpertos a los campamentos base reales o virtuales están produciendo muertos y heridos. Porque Internet y las montañas del Himalaya son territorios complicados, con un tiempo cambiante y en el que una metedura de pata puede ser desastrosa. Quizás no pierdas la vida, pero puede que acaben amputándote unos cuantos dedos o la nariz por no seguir las normas o por creerte más listo que los demás.

Estamos llegando a un punto en el que plantar una bandera en lo más alto no sólo ha dejado de ser algo elogiable sino criticable, incluso sospechoso y que, aunque sigue teniendo mérito, ya no te sitúa como alguien a tener en cuenta.

Lo reconozco, cada día me cuesta más recomendar a mis alumnos tener una presencia dospuntocero más allá de la justa y necesaria para ser localizables y accesibles. Yo mismo estoy tentado, cada día, de retirarme a un valle tranquilo.

Creo que está llegando el momento de recordar y recuperar aquello que nos empujó a hacer lo que nos gustaba en lugar de obsesionarnos por buscar el reconocimiento.

Si te gusta escalar, alcanzar una cumbre complicada, tienes muchas otras opciones. Menos vistosas, si, pero lo que tienes que decidir es si lo que quieres es demostrar a los demás de lo que eres capaz o demostrártelo a ti mismo.

Como decía Margaret Thatcher:

Si nuestra única oportunidad es la de ser iguales, no es una oportunidad

NOTA:

Esta semana en Street Personal Branding hablamos de Stakeholders o lo que es lo mismo, de todas aquellas personas en tu «ecosistema» personal que te van a ayudar o a frenar cuando quieras alcanzar esa cumbre que deseas.

Ah, y este domingo día 2 a las 19:00 (caseta 107) cumplo con la tradición del año en el que publico libro y estaré en la Feria del Libro. Aquí tienes las coordenadas por si te apetece pasarte.


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