Crisis, la parte de la Estrategia Personal que preferiríamos evitar

Siempre me han gustado las novelas de Michael Crichton (La amenaza de Andrómeda, Esfera, Sol Naciente, Estado de Miedo,…), pero, tan interesante como sus novelas, fue su vida.

Antropólogo, médico, guionista, ensayista, director de cine y, también viajero.

Uno de sus libros que más me gustó fue precisamente un ensayo, Viajes y Experiencias, en el que habla de sus aprendizajes al viajar y conocer culturas diferentes.

Recuerdo que en alguna parte del libro explicaba la poca importancia que damos en el mundo occidental a cosas que nos hacen que la vida sea sencilla. Algo tan simple como abrir un grifo y que salga agua o pulsar un interruptor y que se encienda la luz, son cosas que damos por descontadas pero que nos dejarían bloqueados si, de repente, faltasen.

Me he acordado de esto que comentaba Crichton al ver como nuestro mundo se da la vuelta como un calcetín por un virus.

No voy a entrar en la gravedad o no de la enfermedad ni voy a juzgar la gestión que se está haciendo del problema. Ya hay demasiadas opiniones. Es una situación infernal que me supera.

Lo que reconozco es que, a nivel profesional estoy preocupado, muy preocupado, por primera vez en mi vida profesional. He estado dos veces en el paro, he pasado momentos complicados, especialmente al principio de mi proyecto propio y ya hace mucho que asumes que un profesional libre nunca tiene sus ingresos asegurados.

Pero, como te digo, en esta ocasión hay algo distinto que hace que lo que estamos viviendo de mucho más miedo. Me refiero a la pérdida de control.

Quizás sea una cuestión personal. Otra de las cosas que siempre me inquieta (por decirlo suavemente) es viajar en avión. Y por lo que me cuentan, también tiene que ver con la sensación de que no eres tú quien está a los mandos.

No sabemos ni como, ni cuando va a acabar todo esto, pero lo peor de todo es que sientes que estás con las manos atadas y tienes poco o nulo margen de maniobra, que es otra de las cosas por las que vengo luchando desde que empecé con lo de la Marca Personal.

Así que, estamos en una crisis de manual. Mundial si, pero también personal y profesional.

Me gustaría tener respuestas para gestionar una situación de este tipo a nivel individual, pero aunque tengo el elemento CRISIS dentro de mi modelo de Estrategia Personal en el módulo de PRODUCCIÓN, no es de las cosas a las que he prestado demasiada atención hasta ahora.

Se me ocurren algunas ideas, pero como te digo, nunca es tarde para aprender a gestionar crisis a nivel individuo, especialmente cuando todos somos tan listos y tenemos tan claro como manejar una situación global como la actual.

Gestionar eficientemente los recursos

Suele haber un momento en las películas de catástrofes o de aventuras en las que alguno de los más sensatos dice algo como «veamos con qué contamos, que herramientas tenemos».


Creo que en una situación de crisis hay que tratar de mantener la sangre fría y hacer inventario de recursos. Dinero, material, tiempo, salud,…

Si de repente, por ejemplo, desaparecen todas tus fuentes de ingresos sin tener claro cuando va a volver a ponerse en marcha la maquinaria, lo primero es ser muy cuidadoso con lo que tienes.

Buscar alternativas

La gestión de Crisis está incluida en el Módulo de Producción.

Creo que siempre, siempre, debemos tener la mente abierta y ser creativos a la hora de encontrar recursos. Lo que ocurre es que esto es más fácil de decir que de hacer. Por falta de tiempo, ganas o razones, acabamos centrándonos en lo «normal» y no nos ponemos las pilas hasta que es tarde.

Lo que estamos viviendo tiene dos aspectos positivos con relación a la búsqueda de formas para superar la crisis.

El primer aspecto es que parece que, durante algún tiempo y en bastantes sitios, vamos a estar recluidos, confinados. Eso puede ser angustioso para algunos, pero es una oportunidad para encontrar y poner en marcha esas formas alternativas para salir adelante. Y yo diría que es hasta necesario para no volverte gilipollas pensando en lo que puede ocurrir.

El segundo aspecto es que, aunque no es la mejor forma de ponerte en marcha, eso de estar jodido suele ser un buen detonante para actuar.

Preparar el terreno para cuando todo acabe

Hoy es complicado saber como vamos a actuar cuanto esto termine, pero creo que el mundo va a cambiar en muchos sentidos.

Quizás ocurra como cuando el 11S y nos demos cuenta de que la vida es demasiado corta como para preocuparnos por cosas irrelevantes y, a la vuelta, el mundo sea más optimista.

Quizás, vernos obligados a enfrentarnos a situaciones profesionales y laborales distintas, haya sido la mejor forma de darnos cuenta de que se pueden hacer las cosas de otro modo y sigamos aplicándolas a partir de ese momento.

Quizás estos días nos permitan/obliguen a cambiar, añadir, reducir, aumentar o eliminar algo de lo que ofrecemos. No es la mejor forma de aprender, pero esta sensación de miedo y urgencia quizás sean una especie de bendición. Podemos hacer llamadas, diseñar planes, crear contenidos, hacernos más visibles en Internet aportando consejos e ideas,…

Se trata de tenerlo todo listo para recuperar el tiempo perdido en cuanto pase lo peor y para estar preparado para la próxima.

Como te digo, no te negaré que en este momento tengo una sensación de ansiedad y temor pero creo que es asumible y energizante y me hace estar alerta en lugar de paralizarme.

Ya sabes que yo soy de los de «a Dios rogando y con el mazo dando» más que de los de «si puedes soñarlo puedes lograrlo», así que, en lugar de llorar por la leche derramada, vamos a ponernos las pilas.

Vamos.





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