Blog, el secreto del post perfecto no existe

¿Sabes cómo escribir un post de éxito? Yo no.

Tras 16 años escribiendo este blog y más de 1.900 posts publicados, lo único que tengo claro es que no hay una fórmula secreta y reproducible para crear un contenido que triunfe.

Digo esto porque, parafraseando a Forrest Gump, «el blog es como una caja de bombones, nunca sabes qué post va a dar la campanada». Casi cada martes y cada viernes en los que publico mis artículos, me encuentro con sorpresas.

A veces preparo un post con tiempo, busco información y lo escribo con ganas porque es un tema que me gusta especialmente. Pues bien, eso no suele tener una correlación directa con el éxito de ese post y no es raro que pase desapercibido.

Sin embargo, otras veces escribo un post rápido porque no tengo tiempo o ganas y, sorprendéntemente, tiene una cantidad de lecturas y comentarios absurda.

Así que, partiendo de la base que no hay una receta mágica, creo que hay factores que pueden inclinar la balanza. Ojo, si me conoces, sabes que huyo de atajos tipo SEO y similares. Así que, no esperes sugerencias en ese sentido.

Escribe… mucho

Vale, ya sé que suena obvio, pero esto de escribir con frecuencia y regularidad consigue, al menos dos cosas.

La primera es que la calidad de tus contenidos irá mejorando cada día y, aunque pienses que no sabes escribir, con la práctica conseguirás que tus textos sean más que dignos.

La segunda es una consecuencia de las probabilidades. Si pusiésemos tus posts en una campana de Gauss verías que hay un 10% de posts que pasan desapercibidos, un 80% que tienen una repercusión normal y otro 10% que consiguen un éxito sorprendente. Así que, si dijese que he tenido unos 200 posts que han «triunfado» puede parecer mucho si no tienes en cuenta que he escrito casi 2.000

Ábrete

Si hay algo en lo que insisto mucho a mis alumnos y a las personas a las que asesoro es la importancia de poner algo de ti en cada post. No me refiero a que hables de cuestiones privadas o relacionadas con cuestiones íntimas.

Lo que quiero decirte es que un blog no es una tesis doctoral ni un texto académico. Bueno, esa es mi opinión, que cada cual publique lo que le dé la gana. Pero siempre digo que un blog es un medio de comunicación en el que dar tu opinión personal sobre algún tema profesional.

Lo que espero de un blog es que alguien me cuente su experiencia y su punto de vista sobre algún tema. Para ver decálogos cortipegados y, normalmente, traducidos de alguna página norteamericana, mejor voy a las fuentes.

Valor

Una de las cosas que más me ha costado de aprender es que, si alguien va a dedicar un rato de su vida a leerte o a escucharte, es porque va a conseguir algo a cambio.

Digo que me ha costado porque durante bastante tiempo, especialmente al principio, mis publicaciones estaban basadas en opiniones, normalmente críticas, sobre algún tema. Y cuando te metes con algo es muy probable que sintonicen contigo otras personas que tienen la misma opinión. Especialmente si aquello que atacas no tiene demasiada buena prensa.

El problema es que la crítica es válida siempre y cuando aportes alguna respuesta o solución. Si no ofreces alternativas, más pronto que tarde vas a acabar cansando y tus lectores buscarán a quienes les digan lo que deben o pueden hacer.

Regularidad

El Blog está incluido en el Módulo de Promoción.

Si hay algo que echamos de menos en estos tiempos que estamos viviendo es la posibilidad de intuir lo que va a pasar con una alta probabilidad de acierto. Puede haber sorpresas que le den algo de chispa a la vida, pero normalmente esperamos que las cosas sean más o menos predecibles. Eso genera confianza.

Con el blog ocurre lo mismo. Si sigues a alguien que sabes que sigue una rutina a la hora de publicar, es más fácil que la gente te siga, incluso que te eche en falta si un día te retrasas o no publicas.

Por ejemplo, durante estos días he visto como muchos blogueros «habituales» han dejado de escribir. Puedo entenderlo porque a mi tampoco me han sobrado las ganas en algunas ocasiones, pero creo que es precisamente en estas situaciones en las que hay que luchar por mantener una cierta normalidad. Y creo que eso se agradece.

Y ahora, a esperar

Pues ya está. Este es mi post del viernes. Un viernes 1 de Mayo, en teoría festivo. Ya veremos como funciona este mensaje lanzado en una botella. Pero en cualquier caso, he reforzado un poco más mi rutina y quizás he aprendido algo.





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