Producto. ¿A qué te dedicas exactamente?

Cuando hablo de Propuesta de Valor en una Estrategia Personal hay varias preguntas que hay que responder. Entre ellas, hay dos que, en principio parecen sencillas, pero que suele costar responder correctamente.

Las preguntas son, ¿Con qué trabajas? y ¿Qué haces con eso con lo que trabajas?

Estamos muy acostumbrados a decir lo que hemos estudiado, que cargo tenemos o en qué tipo de empresas trabajamos para describir nuestra oferta profesional. Sin embargo, creo que esas no son las respuestas correctas.

¿Con qué trabajas?

Aunque parezca una cuestión simple, poca gente responde correctamente. Por ejemplo, al preguntar con qué trabaja un coach, la mayoría responde casi automáticamente que con personas. Pero eso es erróneo. Las personas son los BENEFICIARIOS del trabajo del coach. La Materia Prima del coach son las ideas, creencias, estructuras mentales, etc.

Otro ejemplo, cuando yo trabajaba en compras en el mundo de la distribución, la materia con la que trabajaba eran los productos que negociaba.

En este momento, mi materia prima es la información, los contenidos, los conocimientos.

Otro ejemplo que suelo utilizar es el de los cerrajeros. Si te pregunto cuál es la materia prima con la que trabajan los cerrajeros, quizás me digas que son cerraduras o alarmas. Yo prefiero decir que ellos son profesionales de la seguridad. ¿No te parece que esa forma de entender su trabajo los hace mucho más atractivos y valiosos? Ya no se trata sólo de cambiar una cerradura rota sino que pueden ser asesores de seguridad en urbanizaciones de lujo, diseñadores de perímetros de protección de centros públicos, o pueden especializarse en seguridad de edificios inteligentes.

Por lo tanto, te sugiero que empieces a pensar con qué trabajas y con qué creas valor realmente. Pueden ser ideas, felicidad, ladrillos, programas, conocimientos, dinero, problemas, productos, salud, seguridad,… Como ves, aquí debes utilizar sustantivos.

Pero lo fundamental es que trates de responder de la forma más ajustada, correcta y atractiva a esta cuestión.

Y, a partir de ahí, hay que hacerse la siguiente pregunta.

¿Qué haces con la materia con la que trabajas?

Piensa en una persona que trabaja con champú. La propuesta de valor será muy diferente en función de lo que haga con ese producto.


Si utiliza el champú para lavar el pelo, puede ser peluquero. Si vende champú, es un comercial de una empresa de cosmética. Pero si lo fabrica, puede ser responsable de producción de una fábrica de productos de belleza.

Es fundamental que tengas claro qué haces y con qué lo haces porque eso va a definir tu estrategia de innovación, de venta, de marketing o simplemente la forma en que te presentes cuando alguien te pregunte a qué te dedicas o tengas que poner tu perfil en LinkedIn.

Puedes pensar que estas cuestiones son demasiado simplistas, pero constantemente me encuentro con profesionales incapaces de explicar a qué se dedican. No es que no hagan nada, es que nunca se han parado a razonar lo que les hace valiosos y por lo que les pagan o alguien debería pagarles.

Puedes producir, vender, apoyar, importar, descubrir, conectar, negociar, diseñar, construir,… Como ves, en esta parte debes utilizar verbos.

Si no tienes un mensaje claro y atractivo, se va a producir un efecto negativo en tu Marca Personal. En primer lugar, no vas a atraer la atención, ni a generar interés de nadie. En segundo lugar, esas personas a las que les explicas lo que haces no van a poder recomendarte o decirle a otras personas que te puedan necesitar que tú eres la persona adecuada. Y eso es justo lo opuesto de lo que buscamos con una Marca Personal.

Busca dentro de ti, no fuera

Hablo de las Actividades de tu Oferta en el Módulo de Producto.

Déjame que te cuente una experiencia personal. Resulta que, hasta no hace demasiado tiempo, yo no tenía claro a qué narices me dedicaba realmente. Si, he sido muchas cosas, jefe de compras, responsable de logística, jefe control de proyectos, asesor de estrategia personal y lo que venga a partir de ahora.

Pero lo fundamental es encontrar la esencia, el elemento común que hay tras todo lo que he hecho tanto en lo profesional como en lo personal. Y eso es algo que sólo puede surgir mediante la reflexión.

Y he acabado descubriendo que me he pasado toda mi vida haciendo lo mismo, encontrar elementos diversos y juntarlos de formas distintas.

Desde que de pequeño me pasaba horas desmontando juguetes y volviéndolos a montar hasta lo que hacía en mi carrera de química juntando reactivos pasando por lo que hago ahora de encontrar la mejor forma de combinar materias aparentemente inconexas, siempre me he dedicado a lo mismo aunque cambiando los ingredientes.

Plantéate, ¿Qué llevas toda la vida haciendo y disfrutando? Evita títulos, cargos, nombres rimbombantes y simplemente encuentra ese factor que se repite.

Hace unos meses, Claudio y yo hablábamos sobre estos y otros asuntos en este vídeo.





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