Estilo. Cuando todo lo demás es igual

Piensa en esta situación.

Tienes que elegir a alguien para realizar algún trabajo. Puede ser un consultor, un profesor, un entrenador personal, un directivo o alguien que cuide a tus hijos el fin se semana.

Conoces a unos cuantos y todos tienen experiencia, conocimientos y credenciales de sobra como para elegir a cualquiera de ellos. El problema es que todos son igual de buenos sobre el papel.

Te dicen que todos ellos tienen unos estándares elevados y son conocidos por tener cualidades objetivas muy destacadas.


Así que, ¿con cuál te quedas?

La decisión final va a depender de algún elemento más subjetivo, menos tangible que llamamos Estilo. Es el clásico, «esta persona tiene algo que me gusta» o «este tío será muy bueno en lo suyo, pero es insoportable».

Lo intangible no lo es tanto

Se suele decir que una Marca Personal o de cualquier otro tipo, es un intangible, pero yo creo que el que algo no sea fácilmente medible con parámetros físicos (centímetros, segundos, kilos,…) no significa que sea algo etéreo.

Todos tenemos claro enseguida si la persona que tenemos delante es un encanto, muy seca, divertida, cariñosa, intensa, abierta, irreverente o amable. Quizás no se pueda poner un número a esos factores, pero pueden ser los que inclinen la balanza cuando todo lo demás es parecido.

El Estilo es la personalidad de tu Marca Personal

Tener un Estilo propio puede parecer arriesgado porque quizás no guste a todo el mundo. Pero por esa regla de tres, entonces todos deberíamos convertirnos en clones y mostrar una Personalidad que no llame la atención.

Claro que no vas a gustar a todo el mundo. Ni deberías intentarlo. Los vínculos más fuertes se generan cuando descubres tu propio Estilo y lo muestras en todo lo que haces.

Si me lees o me sigues desde hace tiempo, te será fácil reconocer si algo tiene mi sello o no.

El Estilo se descubre, no se inventa

Una de los efectos colaterales positivos del Blog o de mostrar lo que piensas en cualquier canal de comunicación es que te van a servir para descubrir tu Estilo.

Cuando la gente te dice que eres muy bestia diciendo las cosas, quizás no terminas de creértelo hasta que lees algo que has escrito o te ves hablando en público.

Creo que como con todo lo relacionado con la Marca Personal, este es un proceso relacionado con el autoanálisis más que con la creación o la invención. Por eso es importante que seas honesto contigo mismo y descubras y aceptes que tu forma de ser es así. ¿Qué puedes mejorar o suavizar algún aspecto? Por supuesto, pero nunca intentes ser algo que no eres.

No hay Estilos malos

El Estilo está en el Módulo de Prestigio.

¿Hay que descartar a un profesional porque tenga un carácter frío o distante? Por supuesto que no. Hay momentos, procesos o trabajos que necesitan a una persona capaz de mantener las emociones a raya.

¿Debe un introvertido falsear una imagen de extrovertido? Por supuesto que no. Un introvertido tiene cualidades de las que el extrovertido carece.

Lo importante es que tengas claro cuál es tu Estilo y trates de encajar con las personas y situaciones en las que te sientas más cómodo y en las que te valoren mejor. Así que, si puedes, poténcialo. Y nunca trates de imitar a otros.

El otro día hablaba de diferenciación, pues bien, el Estilo es el último nivel, quizás el más sutil, pero definitivo para que te elijan o descarten.

El Estilo es tu línea editorial

Seguramente sigues a determinadas personas en Twitter o en Redes Sociales porque son «de los tuyos». Pues bien, eso ocurre con casi todo en la vida, con los amigos, las series que vemos o el tipo de personas a las que admiramos. Eso sólo es posible porque los asocias con unos atributos emocionales determinados.

Si tienes un Estilo propio, vas a ser predecible y, por lo tanto, fiable. Y eso es lo que hace que una Marca Personal sea valorada.

Si no sabes cual es tu estilo, pregunta. Pide a la gente que te conoce que te defina tu personalidad con un adjetivo o dos. Cuando tengas una muestra suficientemente representativa, verás si lo que ven de ti coincide con tu propia percepción.

Como te decía antes, siempre podemos mejorar, cambiar. Si eres un gilipollas, quizás puedas serlo un poquito menos sin perder tu esencia. El Estilo, como casi todo en esta vida, se puede modular.

Así que, recuerda que cuando todo lo demás es similar, puede que lo más subjetivo e interpretable consiga que te lleves el gato al agua, pero eso sólo se producirá si no te escondes y muestras quién eres con orgullo y en todos sitios que puedas.





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