Posicionamiento. Tus etiquetas las eliges tú

Te van a etiquetar o clasificar si o si, aunque no lo quieras. Cuanto antes lo aceptes, mejor. En el momento en el que alguien sepa de tu existencia, a través de una Red Social, un comentario de otra persona o simplemente al verte por la calle, va a colocarte en el lugar mental que mejor encaje con sus creencias o vivencias.

Supongo que es un mecanismo de defensa del ser humano que le permitió sobrevivir cuando no sabía si la persona que tenía delante le iba a dar un hachazo o un abrazo.

Así que, dicho esto, lo que debes plantearte es que, ya que te van a colgarte una etiqueta, ¿no deberías hacer lo posible para que esta se ajuste lo mejor posible a lo que realmente eres?

Ya que vas a ocupar un lugar minúsculo o enorme en la mente de otras personas, al menos que ese posicionamiento sea auténtico, pero escogido por ti.

Te cuento todo esto porque desde que tenemos uso de razón, especialmente cuando de trata de atributos profesionales, vemos que hay gente empeñada en colgarnos etiquetas que supuestamente nos definen en función de los parámetros de los etiquetadores.

No aceptes la profecía

Como ya tengo una edad, puedo decir que a lo largo de toda mi trayectoria profesional he sido etiquetado de todas las formas posibles y he sido alertado de los peligros de pertenecer a alguno de esos estereotipos.

«Los jóvenes lo tenéis muy jodido», «como eres mayor de XX años, estás fuera del mercado laboral», «necesitas nosequeexperiencia para que te tengan en cuenta»,… Estas y otras ideas similares las he visto repetidas de forma constante durante décadas. Y no digo que los datos no lo demuestren, pero lo que no podemos aceptar es que se convierta en la profecía autocumplida.

Si, vale, es cierto que por edad, formación o nivel económico, puedo pertenecer a uno de esos grandes grupos, pero a partir de ahí, la responsabilidad por posicionarme como yo quiero, es mía.

Si no quieres que te encasillen, que te «marquen», deberás ser tú quien se trabaje ese espacio mental que quiere ocupar en la mente de aquellos en los que quieres dejar tu huella, tu Marca Personal.

Creo que los estereotipos son ideales para regímenes totalitarios en los que a la gente se la clasifica en grupos. Me temo que hoy se están creando y utilizando esas divisiones para crear enfrentamientos. Pero esa es otra historia.

Desmonta los estereotipos demostrando lo que vales

El Posicionamiento está incluido en el Módulo de Prestigio.

¿Vas a rendirte simplemente porque te dicen que a los 55 ya no vales para nada? ¿Vas a quedarte tumbado en el sofá porque te dicen que eres joven y no tienes experiencia? ¿Vas a aceptar que por ser mujer no puedes conseguir nada si no tienes ayuda exterior?


Yo, desde luego, no sólo no lo he aceptado nunca sino que mi propósito desde que empecé a desarrollar mi modelo de Estrategia Personal es que nos valoren por lo que HACEMOS y no por lo que PARECEMOS o por lo que otros deciden que somos.

¿De verdad crees que si te posicionas como un/a referente, persona a la que todo el mundo cita como la que hay que elegir, van a mirar tu DNI?

Tu, yo y cualquiera tenemos que esforzarnos por desviar la atención de lo superficial y llevarla a lo relevante.

Si una empresa o un posible cliente hace una búsqueda en Google o pregunta a otros profesionales sobre a quién recomendarían para ocupar un puesto o realizar un trabajo y resulta que tu nombre aparece como el mejor situado, ¿crees que va a importar demasiado cuando naciste o si tienes el pelo largo o no llevas corbata?

Por eso debemos trabajarnos eso que dicen que es el espacio más caro del mundo, la mente de otras personas. Por eso existe el Branding Personal. Porque si no somos nosotros los que pongamos nuestras etiquetas por encima de las que nos ponen, entonces nunca seremos libres.

¿Millennial, GenX, Boomer, Nativo Digital?

Nací en el 67, así que supongo que, si aceptase dócilmente las etiquetas creo que sería de la Generación X. ¿Pero sabes qué? Pues que en función de mi comportamiento sería más bien un Z o un Millennial.

Cuando aceptas que te encasillen, empiezas a perder la partida. Es como si te despojasen de cualidades que posees.

El sistema está montado para facilitar las cosas convirtiéndonos en estereotipos. Los de R2H2 se empeñan en reducirte a un perfil psicotécnico, los de Marketing a un perfil demográfico, los Políticos a una ideología. Incluso nosotros mismos, aunque repetimos eso de ser diferentes, nos empeñamos en adherirnos a grupos y tendencias. Supongo que eso hace la vida más fácil, pero a nosotros ni nos conviene ni nos hace destacar.

Un Cubo de Rubik sin desordenar tiene sólo 6 colores, pero en cuanto lo empiezas a girar, surgen millones de combinaciones. Contigo pasa lo mismo, tú eres una persona única porque tienes una combinación de atributos que te convierte en alguien valioso para alguien. Si aceptas que por tener 18, 38, 58 o 78 te vas a tener que diluir en una masa homogénea, estás perdido/a. La edad o el género son sólo el color de una de las piezas del cubo, pero puedes utilizar todas las demás.

Ya sé que el mundo está montado así y que nos van a colgar etiquetas incluso antes de conocernos, por eso cada uno de nosotros tiene la necesidad, incluso el deber, de mostrar y demostrar que no es producto de un molde común sino que eres una pieza única.

Por cierto, hace unos días di una pequeña charla sobre este tema que puedes ver aquí.





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