Marketing Personal. Si te escondes no dejas huella

No sé si fue antes la gallina o el huevo, pero lo cierto es que ambos están conectados. Me refiero al Branding Personal y al Marketing Personal.

Aunque muchas veces se confundan y se mezclen, una cosa es trabajar para dejar el impacto que deseas (Branding) y otra utilizar los canales apropiados para dar a conocer lo que somos y lo que hacemos (Marketing).

Además, la revolución de Internet ha coincidido con una época en la que necesitamos sobresalir y destacar en un entorno muy competitivo. Así que, a veces parece que, tu prestigio depende principalmente del Marketing Personal o, algo peor, del uso de herramientas y plataformas digitales.

Para mí, la Marca Personal es el efecto, resultado o consecuencia de trabajar una serie de elementos. Elementos que van desde el autoconocimiento hasta la productividad pasando por la imagen o la propuesta de valor. Por eso últimamente hablo más de Estrategia Personal (decisiones que vas a tomar) que de Marca Personal (repercusión de esas decisiones).

El Marketing Personal no es malo ni bueno, sólo es una herramienta

Una de esas palancas que podemos mover para producir ese resultado es el Marketing Personal. Lo mismo que digo que actualmente hay cierta obsesión por el Marketing, también es cierto que a mucha gente se «hace bola» mostrar lo que hace.

Me encuentro con mucha gente muy potente personal y profesionalmente que, al llegar al momento de hacerse visibles o, mejor dicho, de hacer visible su valor y su trabajo, deciden mantenerlo en la sombra. «No me gusta presumir», «Me da vergüenza contar lo que hago», «soy humilde, modesto, discreto,…», «no tengo tiempo ni ganas», son respuestas frecuentes.

Como ves, el problema no es técnico o económico, sino mental, de creencias, de prejuicios erróneos. Así que, quienes piensan así, están desperdiciando sus cualidades, como en la parábola de los talentos.

Para mí, la respuesta a quienes consideran que mostrar su trabajo o su valor es algo «pecaminoso» siempre les digo que, lo malo es justo lo contrario, el tener algo interesante que compartir y guardártelo para ti.


Diseña tu Marketing Mix Personal

Es cierto que cada cual deberá elegir las herramientas de visibilidad más adecuadas para sus circunstancias, entorno, oferta o gustos personales.

No es lo mismo estar trabajando en una empresa que ser un profesional libre o, aplicado a la vida personal, estar buscando pareja o relacionarte con los colegas. Cada situación tiene sus peculiaridades y deberás crear tu Marketing Mix Personal más adecuado.

Quizás como profesional por cuenta ajena te interese más trabajar tu red de contactos o cuidar tu LinkedIn que echarle horas a TikTok. Como consultor, escribir y publicar un libro, dar conferencias o tener buena relación con los medios de comunicación debería ser una prioridad frente al uso de redes sociales más «ligeras».

La Estrategia Personal consiste precisamente en eso, en decidir. Cuando no hay tiempo ni dinero para estar en todos los sitios, hay que priorizar. Por eso debes plantearte dónde y por qué quieres estar.

No es sólo Internet

Como te digo, una Estrategia Personal no puede gestionarse teniendo en cuenta un único «módulo». Y todavía menos si nos quedamos con una parte de este.

En mi modelo, el Módulo de Promoción (Marketing Personal) lo divido en cuatro niveles.

  • Corto Alcance, es decir, todo aquello que nos permite relacionarnos de forma más personal y directa, 1-1, vernos las caras. Networking, reuniones, máquina de café, entrevistas,… Es muy potente porque el impacto que puedes generar es muy grande. El problema es que llegas a poca gente.
  • Medio Alcance es todo aquello que te permita llegar a un grupo más grande pero cercano. Es decir todo lo relacionado con hablar en público o dirigirte a una audiencia en vivo. Quizás aquí incluiría también las ocasiones en las que lo hacemos a través de Internet como un Webinario. Aunque el efecto es menos personal que el Corto Alcance, tiene otras ventajas como el que te posiciona como experto.
  • Largo alcance se refiere a canales que llegan más lejos, pero en los que se pierde la mayor parte del contacto personal. Libros, Medios de Comunicación, Publicidad, Relaciones Públicas, etc. que amplían el alcance, pero en los que la interacción se minimiza o elimina. Como efecto positivo está el de ampliar el número de personas alcanzadas, pero en los que es más difícil sintonizar o adaptar tus propuestas a sus problemas.
  • El cuarto nivel podríamos decir que es otro tipo de Largo Alcance, como supondrás, me refiero a Internet. Como verás si pinchas la imagen, no es un todo homogéneo, sino que hay herramientas muy distintas. No es lo mismo un blog que Instagram, ni un vídeo de YouTube que un streaming por Twitch o un Podcast.

Lo importante es que tengas claro lo que quieres, que gestiones bien tus recursos, que conozcas las preferencias de aquellos en los que quieres dejar huella. Y cuando tengas eso claro, entonces salir y cascarlo. Pero ni tiene sentido esconderse ni tampoco salir a todos los escaparates posibles sin tener nada que ofrecer más que a ti mismo/a.





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