Internet. Y ahora, ¿Qué?

Hace unos días vi un estudio con muchos datos sobre tendencias de Internet. Uno de los que más me impresionó, aunque no me sorprendió es el de la caída del acceso a Blogs en los últimos años. Pasó del 67% en 2014 al 42,3% en 2021.

Si me sigues, sabes que soy el mayor defensor del blog y será la herramienta de comunicación que seguiré utilizando cuando caigan todas las demás y aunque no la lea nadie. Por varias razones, pero la principal es que es mi medio de divulgación de ideas y también mi forma de aclarar lo que tengo en mi cabeza.

Sin embargo, te decía que no me sorprende el dato porque, aunque mis visitas se mantienen estables, hace años que se nota que las cosas están cambiando.

La gentrificación de Internet

Vale, ¿entonces qué? Pues creo que con Internet ocurre como con los barrios o las zonas de moda en algunas ciudades.

Primero va poca gente porque son sitios desconocidos o incluso peligrosos. Luego empiezan a llegar algunos «modernos» que van consiguiendo que esos sitios empiecen a ser «deseados». A partir de ahí, cuando todo empieza a ser más o menos civilizado, va llegando más y más gente que poco a poco va desvirtuando el «glamour» inicial. Y vuelta a empezar en otro sitio.

Con Internet pasó algo parecido. Primero llegaron los más «frikis», los que utilizaban canales de chat y sabían crear páginas web básicas. Con los blogs, la cosa se democratizó un poco. Ahí el problema ya no era tanto la tecnología como las ideas (¿De qué voy a hablar yo?) o los miedos (¿Qué van a decir de mi?)

Los blogs crecieron rápido, pero creo que siguieron y siguen siendo algo minoritario (aunque haya millones en el Mundo).

Dospuntocerolandia y la irrelevancia

Las Redes Sociales facilitaron un poco más la entrada de gente, a cambio de una pérdida de libertad de expresión, de la despersonalización del fondo y de la forma y de tener la espada de Damocles siempre encima por si cerraba esa red. Al mismo tiempo, creo que esa reducción de la barrera de entrada facilitó la llegada de mucho contenido irrelevante. No seré yo quien diga lo que debe compartirse, pero creo que en este caso el contenido define la utilidad y uno acaba estando donde consigue lo que busca.

Los Periscope, Snapchat, Instagram, TikTok, el fugaz Clubhouse y lo que venga, ha sido otra vuelta de tuerca hacia la frivolidad y el entretenimiento sobre la información o la formación. La conversación inicial se ha convertido en un galimatías.


Que sí, que seguro que puedes encontrar ideas de física cuántica en TikTok y que puedes aprender mucho leyendo citas motivadoras en Instagram, pero no sé si es operativo tratar de ser mejor persona o profesional por esos canales.

Si Internet es un reflejo del mundo real, ¿y si lo evitamos como sucedáneo?

Así que, hemos llegado a ese punto que se viene diciendo desde hace años, que Internet es un reflejo del mundo real.

Entonces, ¿no será más útil regresar a ese mundo real en lugar de pasarse el día tratando de llamar la atención y de darle al botoncito de «me gusta» para que sepan que sigues ahí?

Yo cada día lo tengo más claro. Y si me resisto a cerrarlo todo excepto mi weblog personal/profesional es por romanticismo. Es como romper con tus amigos de toda la vida.

La semana pasada estuve comiendo con unos colegas a los que les va muy bien profesionalmente. Ninguno de ellos tiene actividad en Internet, pero eso sí, no paran de hacer cosas eficaces en el mundo real. Me sentía un poco (en realidad bastante) gilipollas porque tenía la sensación de haber perdido el tiempo.

Creo que poco a poco, especialmente los que llevamos más tiempo (mucho más tiempo) vemos todo esto como el final de un ciclo. Del mismo modo que veíamos con excitación y entusiasmo lo que ocurría en los primeros años de este siglo. Era el momento en el que se podía palpar que algo estaba cociéndose.

Si llevas poco tiempo en dospuntocerolandia, me dirás que las cosas no son así, que soy un «boomer» o un «gen X» y que no tengo razón. Que se pueden hacer cosas maravillosas en IG o TT, pero que yo no lo entiendo. Puede que sea muy importante pasarse una semana hablando del guantazo de Will Smith o entendiendo los cambios del algoritmo de Google. Quizás sea así. Ya lo veremos.

Yo seguiré con mi blog igual que algunas personas escriben en su diario aunque sólo sea para ser leído por ellas. De lo demás, ya veremos.





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