Producto. Encuentra tu forma de vender tus cualidades
Si te pasas por este blog de vez en cuando habrás visto que en más de una ocasión he anunciado que estaba a punto de lanzar un nuevo proyecto. Sin embargo, nunca termina de concretarse. Ya hay cierto cachondeo entre mis amigos y colegas porque siempre que les veo les comento algo parecido, pero nunca ve la luz.
Creo que aquí se juntan muchas cosas que cualquier emprendedor entiende. Miedos, desconocimiento de herramientas, ideas absurdas, consejos desencaminados,…
En mi caso no es que los proyectos se queden paralizados sino que lo que pongo en marcha no es lo que busco. En mi cabeza hay una cosa, pero lo que sale es otra. Creo que la mejor forma de entender lo que digo es contándote algunas de las pruebas e intentos que he hecho en los últimos meses.
La idea
A lo largo de los años he ido acumulando muchísima información sobre Marca Personal primero y sobre Estrategia Personal después. Cuando digo mucha, digo muchísima. Además, he conseguido organizarla de tal modo que sea manejable hasta crear mi Modelo de Estrategia Personal. Eso es lo que cuento en mis cursos, conferencias y libros.
Lo que ocurre es que es complicado contarlo todo. Por ejemplo, cuando empecé a escribir mi último libro, tenía alrededor de un millón de palabras con anotaciones que debían reducirse a unas cien mil. Así que una gran parte (mucha irrelevante) quedaría fuera.
Por otra parte, creo que constantemente debemos buscar formas de monetizar nuestras cualidades. Y ahí es donde está la dificultad. Se trata de responder a la pregunta, ¿Cómo puedo «empaquetar» mi valor? La respuesta no es sencilla y por eso, muchos intentos quedan en nada.
Así que, en mi caso, ¿Qué opciones he probado?
Empleo
Empezaré por la que no he intentado ni intentaré. Me refiero a vender lo que he aprendido trabajando para otros. Esa es la opción que mucha gente se plantea como única salida. Si eres capaz de hacer algo útil, puedes intentar encontrar un hueco en una organización. El problema surge cuando lo que haces no es algo que aparezca de forma habitual en un organigrama.
Por eso, si tu vocación es la de profesional por cuenta ajena deberás hacer todo lo posible para llamar la atención de un potencial empleador. Y la forma de conseguirlo es mostrando y demostrando lo que haces en un blog o haciéndote visible en todos los foros online y offline en los que puedas entrar.
Libros
Los libros aportan muchos beneficios a un profesional. El principal es el de posicionarte como experto. Genera confianza.
Pero, en general, no es una buena forma de ganar dinero. El esfuerzo requerido para escribir un libro no suele compensar lo que ingresas.
Si optas por la autopublicación, estás bien posicionado y sabes tocar las teclas adecuadas en Internet, puede que llegues a otro nivel, pero no suele ser lo habitual.
Plataformas
Si lo que tienes que vender se puede convertir en algo digitalizable (cursos, manuales, vídeos,…) hay montones de plataformas para venderlo.
Podría decir que la búsqueda del sitio adecuado para vender mi trabajo en La Red es lo que más tiempo, problemas y desilusiones me ha generado. No soy un perfeccionista, pero al ver los resultados estaba claro que ahí había algo que me decía que no iba bien.
He probado unas cuantas, desde algunas sencillas como Payhip o WPEasycart, hasta otras más complicadas como Woocommerce o Easy Digital Downloads, pasando por Amazon o Udemy y algunas más. Incluso he dado una oportunidad a Patreon, pero son tan lentos aceptando tu solicitud que he acabado pasando de ellos.
Con alguna he ganado dinero, pero la mayoría han sido una pérdida de tiempo. Y algo fundamental para mí, te pones en manos de otros.
La solución
En mi caso, teniendo en cuenta el tipo de producto que ofrezco (contenidos de Estrategia Personal) y la prioridad de tener el control, después de tantos meses de prueba y error, la respuesta casi ha caído por su propio peso. Necesito un sitio propio, sin límites para crecer o del tipo de contenido y tan sencillo que pueda hacerlo yo todo (otra de mis obsesiones).
Hace meses descubrí un plugin para WordPress que estaba pensado para eso, Memberpress, pero que descarté porque, como tantas otras veces durante este proceso, cambié de opinión y decidí que debería vender infoproductos en lugar de contenidos en una web. Hasta que, hace poco, tras esta travesía del desierto, volví al redil y entendí que, para lo que yo trataba de ofrecer, la respuesta era un modelo de suscripción.
Así que, esta vez sí, creo que ya he encontrado el modo de seguir avanzando con mi proyecto. Un proyecto que estaba dando señales de decadencia y que necesitaba un cambio.
Por fin, he encontrado el modo de seguir construyendo y compartiendo lo que quiero que se convierta en una forma de enfocar el proyecto profesional de cualquiera que pretenda sobrevivir y progresar en la situación actual.
La web ya está montada (gracias Claudio, una vez más) y la haré visible después de Semana Santa para que, cuando la veas tenga algunos contenidos y estén configurados todos los detalles del sistema de pago. Y esta vez sí siento que es lo que quería hacer.
Una cosa más, y esta es la parte menos «simpática» de todo esto. Los tiempos románticos de colaborar, compartir y cooperar de los inicios de lo dospuntocero han desaparecido o se han debilitado bastante. Por otra parte, aquello de lo importante no es el dinero sino la visibilidad, perdió mucho de su sentido.
Lo queramos o no, vamos a opciones de pago, premium, freemium o como lo quieras llamar. Por eso, mi nueva plataforma es algo así como un laboratorio en el que veas como voy creando, desarrollando y aplicando todo lo relacionado con la Estrategia Personal, pero con un precio.
Tengo gigas y gigas de información que procesar y compartir. Así que tengo tarea para muchos años y espero que sea útil. Esa es mi misión a partir de ahora.
Este blog seguirá, pero le voy a dar un enfoque diferente. Los posts serán más concretos, útiles y con mucha menos carga de opinión.
Ahora desconecto unos días, como en Navidad y Verano, pero a la vuelta nos vemos.
