Internet. El sentido común también funciona en dospuntocerolandia

En bastantes ocasiones he hablado sobre la necesidad de tener un sitio propio en La Red para no depender de plataformas ajenas. Hay muchas razones, como cuenta perfectamente, como siempre, mi amigo y colega Guillem Recolons en este post con vídeo. Entre otras cosas dice,

Imagina que todo lo que has publicado y compartido en LinkedIn desaparece, o se convierte en premium y no es accesible para todo el mundo, o por alguna razón ya no te pertenece porque el copyright se lo queda LinkedIn ¿De verdad crees que eso no te puede pasar?

Pues muchos, y me incluyo, estábamos seguros de que eso no pasaría con Google Plus, Orkut, Vine, Slideshare, Fotolog, MySpace, Tuenti, Messenger, el buscador Altavista… y pasó.  Guillem Recolons

Lo que me ha hecho pensar la publicación de Guillem es que quizás los que ya tenemos una edad contamos con una ventaja frente a los denominados «nativos digitales». Me refiero al sentido común derivado de la experiencia.

Todo iba a ser el nuevo Facebook

Hubo un tiempo, cuando Facebook era la leche, en que cualquier Red Social con un mínimo interés iba a acabar con la joya de la corona de Zuckerberg.

Recuerdo que cuando salió Google Plus, muchos ya firmaban el certificado de defunción de Facebook. A mi me parecía que eso no iba a ocurrir. Podrás ver charlas mías en las que, en plena efervescencia de la Red Social de Google, yo animaba a los más tímidos a utilizar esa red… porque no la iba a ver ni Dios. Incluso algún experto en «marketing digital» se enfadó al escucharme decir eso.

Hoy Google Plus hace tiempo que pasó a mejor vida, como tantas otras redes que iban a ser todo y quedaron en nada.

En este momento Facebook y otras plataformas del grupo Meta parece que van en caída libre posiblemente porque han puesto toda la carne financiera en el asador por otro «bluff» cantado, el Metaverso.

Mientras tanto, el blog, la web personal sigue si tú sigues.

Clubhouse, Snapchat, Instagram…

Hace unos meses se intentó poner de moda una «cosa» llamada Clubhouse en la que te decían (como siempre) que si no estabas no eras nadie. Aquello, por unas cuantas razones obvias, se veía claramente que no iba a funcionar. Yo lo dije y me llamaron de todo. Hoy nadie se acuerda de aquel engendro.

Otro ejemplo. Aunque Instagram sigue siendo potente, parece que está siendo sustituido por TikTok a toda velocidad. Lo curioso es que, cuando hace un par de años aconsejaba a mis alumnos que no pusiesen todas sus energías en una red como esa porque, como todas, tenía fecha de caducidad, me miraban con mala cara e incluso alguno se enfadaba.


Los alumnos de este año se han pasado casi todos a TikTok y miran como «viejunos» a quienes se aferran a Instagram.

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Escucha a tus mayores

Lo curioso es que, para rebatir mis advertencias, algunos de mis alumnos o de las personas que me leen o escuchan, recurren al «es que eres un boomer/genX y tú no sabes».

Da igual que les hables de todas esas redes que comenta Guillem y cuyo cadaver ha visto pasar nuestro blog. No importa que nosotros hayamos visto cosas que ellos no creerían porque parece que con ellos empezó el mundo y cada nueva red, plataforma o herramienta tiene algo único que los «idiotas» de sus antecesores no vieron nunca.

Si creas una cosa que sólo pueden utilizar los que usan Apple, sin ningún tipo de orden y que además no se guarda (como Clubhouse), sabes que aquello no va a durar mucho porque ya hemos visto cosas parecidas en el mundo real.

Si pretendes crear una nueva versión de SecondLife con criptomonedas y para lo que necesites usar unas gafas aparatosas (como el Metaverso) sabes que es muy complicado que eso cuaje, por muy Zuckerberg que seas.

Pero no se trata de ser un Nostradamus dospuntocero, sino de utilizar el sentido común.

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No te enamores de la idea de otros

Se suele advertir a los emprendedores que no se enamoren de su idea y creo que es un buen consejo. Pero todavía es más importante no enamorarse de las ideas de otros. No se puede ser fanático de algo que alguien con sus propios intereses quiere utilizar para ganar (mucho) dinero mientras tú pones tu esfuerzo.

No digo que no se puedan y se deban utilizar herramientas y Redes Sociales que vayan surgiendo, especialmente si te dedicas al Marketing Digital. Pero no viene mal esperar y ver lo que pasa.

Conviene aplicar el sentido común y no tener miedo de señalar los defectos que encuentras… aunque durante algún tiempo te llamen retrógrado, ludita o «boomer». Si aciertas, todas las críticas que te hicieron se acabarán convirtiendo en credibilidad por haber tenido el valor de señalar que el emperador está desnudo.

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