Productividad. Trabajo, mejor que sobre a que falte

De vez en cuando me preguntan o me pregunto yo mismo, qué cambiaría si volviese a empezar de nuevo a trabajar por mi cuenta. La respuesta es muy clara e indiscutible, aprovechar más el tiempo.

Si, es fácil decirlo ahora que ya está todo encarrilado. Pero cuando pasan los meses o los años te olvidas de algunas cosas por las que pasaste, especialmente las más complicadas. Así que, parece que esos espacios vacíos en los que no avanzabas, eran por pereza o por miedo o por falta de iniciativa. Sin embargo, creo que hay otros motivos por los que te quedabas paralizado.

Creo que la principal razón por la que alguien falla a la hora de poner en marcha sus propios proyectos no es la falta de ganas, de voluntad o de motivación sino el desconocimiento de lo que tienes que hacer, las dudas sobre el próximo paso que debes dar.

Como te he comentado algunas veces, creo que la mejor forma de aprender sobre Estrategia o Marca Personal es viendo documentales o leyendo biografías de personas que han tenido éxito o que han fracasado. Estos días estoy viendo un documental muy interesante, llamado El show de Elon Musk.

El documental cuenta muchos aspectos de la vida de Musk, explica sus múltiples y arriesgados fracasos con Tesla y SpaceX y muestra opiniones de quienes han trabajado con él. De todas características que le definen según esos colaboradores, es su obsesión por el trabajo, su falta de límites a la hora de dedicar el esfuerzo necesario para sacar adelante los proyectos… y de pedir o exigir a su equipo que actúen igual.

Al ver este documental, pensé que, cuando tratas de sacar adelante proyectos que te apasionan, el problema no es la falta de tiempo, sino de tareas. Lo difícil no es el esfuerzo sino el desconocimiento sobre lo que debes hacer a continuación.

La diferencia entre el cuentajenado y el profesional libre

La gran diferencia entre mis años como empleado y los que llevo como profesional independiente es que, cuando tienes jefes, las tareas te las marcan ellos, pero cuando vas por libre, especialmente si estás haciendo algo novedoso, cada paso debes decidirlo tú.

Eso de tener la capacidad de elegir lo que tienes que hacer puede sonar muy bonito, pero puede llegar a ser muy agobiante.

Tener una gran carga de trabajo en una época concreta o incluso en un largo periodo de tiempo, puede ser agotador, pero es incluso estimulante.

Sin embargo, quedarse paralizado por no tener claro qué hacer a continuación, qué plataforma elegir o cual debe ser la siguiente meta a alcanzar no sólo te hace perder mucho el tiempo sino que te desmoraliza bastante.


Cada día que pasa sin avanzar no es que no factures es que sigues consumiendo recursos. Sin embargo para un profesional que trabaja dentro de una empresa, los periodos de menos carga de trabajo son como una bendición.

Piensa menos y ponte tareas

Dicen que si los tiburones dejan de nadar, se hunden y se mueren. Creo que con los Profesionales Libres ocurre algo parecido. Si dejamos de movernos, nos morimos profesionalmente.

Aunque no tiene mucho sentido hacer cosas a lo loco y sin ningún rumbo, creo que la acción, la obligación de probar cosas cuando estamos más paralizados es una buena opción para salir del agujero. Puede parecer que moverte porque sí es dar palos de ciego, pero cuando la cabeza está moviendo los engranajes, acaban abriéndose puertas.

Así que, si entras en un periodo de meseta, de parálisis o de falta de actividad, ponte tareas, prueba cosas que habías aparcado o simplemente haz algo que te saque de la modorra.

La parálisis por el éxito

Ese bloqueo del que te hablo se produce principalmente en dos momentos, cuando empiezas y cuando tienes velocidad de crucero.

Cuando estás arrancando con tu idea, tienes un camino completamente despejado e inexplorado, eso puede parecer genial, pero también es una faena porque cada paso que das depende de ti y puedes avanzar o caer en arenas movedizas.

Afortunadamente, sacar adelante tus propios proyectos es parecido a un videojuego porque, salvo que hayas consumido todos tus recursos, puedes empezar de nuevo, tienes «varias vidas».

El otro momento problemático por paralizante es cuando ya has despegado y las cosas van bien. Esa suele ser una época de una tremenda pérdida de tiempo si no la gestionas correctamente. Simplemente te dejas llevar, consideras que «te lo mereces» o simplemente has perdido el impulso inicial. Así que, va pasando el tiempo y cuando te das cuenta compruebas que dejar de crecer es empezar a decrecer.

Es curioso que justo cuando consigues liberarte de la presión económica o incluso de la exigencia de tu tiempo, sea tan fácil desaprovechar ese momento dulce para subir otro escalón.

Así que si, si tuviese que volver atrás, me diría a mi mismo que me voy a encontrar muchos momentos «sin tarea» y que debería prepararme para llenarlos.


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