Profesional. Puedes tener varias parejas

Este mes cumpliré diecinueve años desde que me despidieron de mi último empleo y decidí que no volvería a tener otro. En aquella época, mi hija tenía un año y las cosas se podían complicar mucho sin ese sueldo que acababa de perder.

Si tú has pasado por la misma situación, quizás tu preocupación sería parecida a la mía. Lo que te quitaba el sueño desde el momento en el que sabías que te ibas a la calle no era encontrar un empleo sino pagar las facturas.

Digo esto porque parece que el mundo laboral está centrado en el empleo. Da la sensación de que los programas de radio, televisión y los medios en papel sólo tienen una salida al problema de la falta de ingresos, la empleabilidad, el salario mínimo y otros asuntos relacionados con lo que parece su única opción, tener una nómina.


Hace poco leía que conceptos como Empleo Fijo es una contradicción porque si bien un empleo nunca ha sido fijo, ahora menos que nunca.

No dejes que el miedo te paralice

Por otra parte, casi cualquier alternativa basada en generar ingresos más allá de conseguir un contrato indefinido (me encanta lo de indefinido) es rechazada, descartada, ninguneada o menospreciada no sólo por los políticos o los medios sino por los propios profesionales.

Especialmente algunos gobernantes se empeñan en atacar todo aquello que implique libertad o la generación de ingresos de un modo autosuficiente. Los autónomos, empresarios o emprendedores somos algo a eliminar. Quizás porque escapan de su control.

Pero como te digo, quizás más preocupante es la facilidad y la docilidad con la que los propios profesionales han asumido ese mensaje.

Se empeñan en meter miedo cuando, en este momento, un empleo es cualquier cosa menos estable y rentable mientras que las formas de ganar dinero por tu cuenta se han multiplicado y simplificado.

Siguen repitiendo esos mantras que hablan del elevado número de fracasos en los primeros años de un negocio, pero no dicen que eso no suele ser el final. Me asustaría mucho más pensar que a partir de los 45 (o antes de los 30) años lo voy a tener jodido para que alguien me ofrezca un empleo.

A favor de la promiscuidad profesional

Estoy hasta las narices de que nos transmitan que lo que hay que potenciar es la empleabilidad cuando lo que necesitamos no son empleos sino fuentes de ingresos.

Vender el empleo como la opción casi única es como volver a mediados del siglo pasado y decir que cualquier opción más allá del matrimonio es pecado.

Divorcio, familias de muchos tipos, relaciones variadas, contactos por internet. Es curioso como han evolucionado las formas de establecer vínculos personales o sentimentales y lo poco que lo han hecho los profesionales.

Yo soy partidario de la promiscuidad profesional, de la posibilidad de establecer relaciones laborales de muchos tipos y de forma simultánea, aunque siendo siempre respetuoso con todos aquellos a los que ofreces tu trabajo.

En algunas ocasiones he defendido a los mercenarios laborales. En mi opinión, son profesionales bien preparados, su vida laboral depende de ello, que hacen su trabajo con aquellos que están dispuestos a pagarles como merecen. Supongo que en un mundo en el que un empleo era algo «para toda la vida», como un matrimonio, esta forma de pensar sería mal vista, pero creo que si las cosas han cambiado no ha sido precisamente por la promiscuidad de los profesionales.

Si escuchas el término empleabilidad, sal corriendo

Así que, por tu propia supervivencia, no te dejes dirigir por aquellos que te dicen que en esta vida tienes que buscar un «buen» empleo porque no te queda otra.

Te quedan otras, muchas, y cada día más opciones para crear tu Declaración de Independencia. Si, puedes tener un empleo, pero considéralo como una fuente más de ingresos, no como una condena o como algo de lo que dependa tu vida y la de los tuyos.

Si, haz tu mejor trabajo si tienes una nómina, porque es justo y porque eso reforzará tu prestigio, pero hazlo también con tus propios Proyectos Paralelos.

No hagas caso a quienes no te dan más opción que la de ser un empleado porque parece que sólo les preocupa reducir tus grados de libertad.

Busca, escucha, aprende de aquellos que te hablan de libertad, ten tu propio criterio para decidir si lo que dicen tiene sentido o no, y, a partir de ahí, genera tus propias opciones.

Vale, me voy a poner un poco Mr. Wonderful, pero lo cierto es que tienes algo que ofrecer, tienes cualidades, así que, no las reduzcas a un único cliente que te va a pagar con tarifa plana. Coge esos conocimientos, experiencias, habilidades, empaquétalas y ponlas en el mercado. El empleo es una opción, pero ni la única, ni la mejor, ni la más fácil de conseguir.





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