Operaciones. Contrasta, compara, decide y un poco de Aleister Crowley

Creo que hay una parte fundamental a la hora de diseñar una Estrategia Personal que, quizás porque parece obvia, solemos obviarla. Me refiero al autoconocimiento, al descubrimiento de lo que te hace ser como eres.

Los anglosajones dicen que una Marca Personal no se crea, ni se inventa, sino que se desentierra («undig»). Es una buena descripción porque lo que pretende es quitar todas las capas de máscaras, ideas y percepciones que han ido ocultando lo que realmente somos.

Así que, antes de salir a gritar lo que somos, deberemos identificarlo. De lo contrario estaremos dejando una huella que tendrá poco que ver con nuestro auténtico carácter, valores y creencias.

Esos momentos en los que descubres algo sobre ti

Es genial encontrarte con algunos momentos en los que, sin esperarlo, descubres algo que explica por qué actúas como lo haces. Quizás la dificultad no está tanto en que esos rasgos estén muy ocultos sino que son tan evidentes que ni los tenemos en cuenta. Te pongo un ejemplo.

Hace tiempo me llamó la atención el nombre de una persona, Aleister Crowley, creo que aparecía como un personaje de una película española de terror llamada La herencia Valdemar, posteriormente lo encontré en algún documental del Canal Historia y en algunos otros sitios.

Como te he contado algunas veces, creo que los mejores libros de Marca Personal son las biografías y la historia de este hombre parecía tener muchísimos elementos interesantes. Aunque lo presentan como mago, ocultista, diabólico, manipulador y muchas otras cosas más, creo que detrás hay algo que lo convierten en un enigma a descifrar.

Así que, busqué alguna biografía sobre Crowley y descubrí unas cuantas, Perdurabo: La vida mágica de Aleister Crowley, Aleister Crowley, La biografía de un mago y Su Satanica Majestad Aleister Crowley que espero ir leyendo en las próximas semanas.

Lo que descubrí sobre mi es que, no me gusta tener una única opinión, ni una única versión de las cosas. Me gusta, o más bien necesito, comparar, contrastar antes de tomar una decisión o de tener una idea clara de algo.

Supongo que eso es lo que aprendí sobre ciencia en mi carrera de Química. Para encontrar la verdad debes escuchar diferentes versiones o repetir los experimentos hasta encontrar una pauta. Y eso es lo que he hecho toda mi vida y me gusta. En mi etapa como «cuentajenado» mi trabajo consistía en analizar sectores y productos para encontrar elementos que se repiten. Algunos lo llaman «Benchmarking».

Investiga hasta que encuentres repeticiones

Una de las definiciones que leí mientras preparaba Expertología decía algo así como que un experto es alguien que ha leído siete libros sobre un tema. Supongo que quien lo dijo era un poco cínico, pero creo que tiene algo de razón.

Si te interesa un tema y tratas de aprender lo que puedas sobre ese asunto, te habrás dado cuenta que, al cabo de cierto tiempo, todo lo que lees o descubres empieza a repetirse. Es en ese punto en el que sientes que ya has alcanzado cierto nivel de conocimiento que te permite sentir que puedes resolver muchos problemas o responder bastantes preguntas relacionadas con ello.

Por eso, en el caso de un tipo tan controvertido como Crowley (o en cualquier otro tema que te interese), creo que es importante tener varias versiones de su vida hasta encontrar elementos comunes.

Cuando analizaba proveedores para crear la marca blanca de la cadena de supermercados para la que trabajaba, podía tener datos parciales, información sesgada o incluso falseada de cada uno de ellos. Pero al combinar todo ese conocimiento acumulado y encontrar elementos repetidos, todo adquiría sentido.

Ahora tú

Y todo esto, ¿para qué te sirve? Pues muy sencillo, para destacar, diferenciarte, generar confianza o posicionarte como la persona de referencia sobre un asunto.

Cuando decidas lo que quieres ser «de mayor» (autoconocimiento), «sólo» tendrás que identificar las fuentes de conocimiento que te acerquen a ese objetivo.

A diferencia de lo que ocurría en los 80 o 90, años en los que yo empezaba mi trayectoria profesional, hoy tienes a tu alcance gigas y gigas de información en formato texto, audio o vídeo. Además, tienes acceso a referentes que antes eran inalcanzables o a colaborar a distancia (o en persona) con otros como tú, interesados en lo mismo.

Así que una vez que sepas hacia donde quieres dirigirte, lo que debes hacer es acumular y aprender todo lo que te permita alcanzar ese punto en el que todo se empiece a repetir.

Evidentemente habrá cosas que no baste con leer o estudiar, sino que necesitarás poner en práctica, pero hay muchas otras que para las que ya tienes material suficiente. Sólo te falta propósito y motivación (autoconocimiento).





Compartir esta publicacion