Propiedades. Utiliza tu catálogo de cualidades
Esta semana estuve impartiendo unos talleres a un grupo de profesionales de hostelería, concretamente Bartenders, Barmans. Hace años que colaboro en este programa y es uno de los más interesantes por el perfil de los participantes.
Normalmente se trata de profesionales muy trabajadores, con historias interesantes y con una gran visión de la calidad de servicio al cliente. Algunos son propietarios de negocios, pero la mayoría trabajan para otros.
Lo que trato de transmitir a este tipo de profesionales es que deben ver más allá de lo que hacen la mayor parte del tiempo.
La mayoría de ellos son expertos en «cocktails», en preparación de combinados alcohólicos y en ese tipo de productos. Como a mi no me gusta ese tipo de bebidas no soy capaz de apreciar su «arte», pero me quedo con la boca abierta cuando me hablan de todas las sutilezas de la preparación de esas bebidas.
Pero como te digo, mi trabajo consiste en orientarles para que se conviertan en referentes en su sector. Y para ello deben abrir la mente y pensar de un modo más ámplio.
Vales más de lo que piensas
Quizás te ha ocurrido alguna vez lo mismo que a mi cuando tenía que preparar mi Currículo en mi etapa como «cuantajenado». Me refiero a que, al revisar tu experiencia, tus conocimientos y tus logros, te dabas cuenta de que habías hecho muchas más cosas de las que recordabas. Algunas de esas cosas se podían poner en el CV y otras quizás no venían a cuento, pero ahí estaban.
Con los participantes en este programa ocurre lo mismo. Cuando te pones a revisar en qué consiste su trabajo se dan cuenta de que no sólo son unos alquimistas excelentes combinando alcoholes, sino que, además, en su trabajo, tratan con clientes, negocian con proveedores, organizan la logística, preparan el local, manejan dinero, gestionan personas, solucionan crisis…
Lo que ocurre es que, normalmente, o no le damos importancia a esas «otras cosas» que no aparecen en una «job description» o las consideramos normales cuando, para los demás, son algo extraordinario.
Por eso, cuando hagas inventario de tu «materia prima», no te quedes con lo superficial, con lo que se ve, con aquello de lo que tienes un título. Revisa y utiliza todo lo que te hace valioso aunque no tenga un nombre concreto o no tengas un diploma que lo respalde. Porque lo importante no son los papeles, sino los logros.
Crea tu catálogo de productos
Como casi todo lo que te cuento, esto que te pido no requiere nada más que lápiz y papel. Simplemente siéntate en un lugar tranquilo y haz una lista de cosas que haces. Me da igual que seas un virtuoso o que apenas seas capaz de sacarlas adelante. Lo importante es que te des cuenta de que en tu «portfolio» hay mucho más de lo que piensas.
Revisa todas las facetas de tu vida, desde lo personal a lo profesional, desde el ocio al trabajo puro y duro, desde tus aficiones a tus obligaciones.
Ser padre o madre, tocar en un grupo, saber mucho de historia, tener una intuición especial, ser bueno organizando, tomando decisiones o gestionando el dinero, escuchar, programar, cocinar, dibujar,… Lo que sea. Las personas somos poliédricas, polifacéticas, no permitas que limiten tus aristas o que te reduzcan a un estereotipo básico.
Lo que nos diferencia no es algo que puede tener o conseguir cualquiera, sino la combinación de elementos heterogéneos.
Ponle precio a tu valor
Pero lo que realmente hace interesante tu combinación de cualidades es lo que puedes hacer con ellas. Aquí no se trata de crear un álbum de habilidades o conocimientos que puedas utilizar para presumir sino de sacarle partido.
Cuando tengas preparada esa lista de cualidades, que seguirá creciendo, busca una aplicación para todas ellas. No me basta con que me digas que sabes hacer algo, dime también de qué modo puede beneficiar a alguien. Inmediatamente después trata de descubrir qué valor puede tener para alguien de tal modo que puedas ponerle un precio.
Como te digo, todos tenemos cualidades que pueden ser comunes a otras personas, pero cuando las combinamos con otras, te conviertes en alguien único.
Si, además, eres capaz de «empaquetar» esas cualidades en diferentes formatos, entonces habrás dado un paso enorme en tu seguridad profesional. Puedes tener un empleo, si quieres y lo necesitas, pero también puedes vender esas cualidades en forma de cursos, asesorías, manuales, conferencias, trabajos temporales,…
Piénsalo, nena/e tú vales mucho.