Marca Personal. Empieza antes de necesitarla

Durante mi primera etapa profesional, los quince años en los que estuve trabajando en empresas, estuve ocupando puestos relacionados con la logística, compras y aprovisionamientos.

Lo que hacía en esos cargos era algo muy interesante para alguien que disfruta solucionando problemas y «marrones» porque a diferencia de otros puestos más estáticos, cada día, casi cada hora, había alguna situación problemática que resolver.

Conseguir camiones para hacer entregas imprevistas, hacer llegar mercancía a plantas de producción en pleno temporal de nieve, organizar la llegada y la descarga de barcos con material que permita que una fábrica no pare. Este era el día a día. Y como te digo, era tan estresante como estimulante.

Pero quizás lo más duro de todo aquello no era la montaña rusa de dificultades sino algo más personal y cercano. Me refiero a la falta de reconocimiento de ese trabajo.

El de logística es uno de esos departamentos que, a pesar de su importancia, pasan desapercibidos mientras las cosas van bien, pero que se convierten en el punto de mira de los ataques cuando surge algún problema. En muchas empresas, sólo se enteran de que existe cuando hay que hacer algún milagro.

La Marca Personal es como la logística

Creo que a estas alturas está claro que todos dejamos huella, Marca Personal, tanto si eres consciente de ello como si no. Cada acción (u omisión), cada palabra, cada decisión sobre nuestro aspecto, cada éxito (o fracaso) influyen en el impacto que producimos.

El cambio de los últimos tiempos es que somos más conscientes de ese efecto que producimos quizás porque ese recuerdo que queremos dejar va a influir en nuestro trabajo y en nuestra vida. El Branding Personal no es más que la sistematización de ese proceso.

Lo que ocurre es que con la Marca Personal ocurre como con la Logística, que sólo te acuerdas de ella cuando hay problemas, cuando la necesitas, cuando todo se complica. El problema es que, aunque siempre se puede empezar a gestionar una Marca Personal, el resultado no es inmediato.


No hay que empezar de cero

La buena noticia es que, si como te digo, todos dejamos huella aunque no nos demos cuenta, ya hay algo que puedes utilizar. Tus acciones previas ya han creado una imagen de ti que puedes usar a tu favor. Seas como seas, tengas los atributos que tengas, ya hay algo que te define y que puedes potenciar, eliminar, transformar o visibilizar.

En ese sentido es como la Logística. Aunque te pidan cosas «imposibles», si ya tienes experiencia podrás tirar de contactos, herramientas, técnicas de negociación o persuasión, que te permitan superar la crisis.

Pero como entenderás, tanto si quieres posicionarte profesionalmente como si quieres «posicionar» una carga de parafina en una fábrica de neumáticos que trabaja «just in time», todo funcionará mucho mejor si planificas en lugar de vivir de sorpresa en sorpresa.

Los camiones y la reputación requieren tiempo

Reconozco que, en mis tiempos como logístico y «aprovisionador» conseguí cosas que ni yo mismo creí que pudiesen lograrse.

Por ejemplo, podían pedirte llevar un camión de Quintanar de la Orden a Milán en diez horas. Si sigues el pensamiento lógico dirás que es imposible porque los conductores deben cumplir con sus horas de descanso. Así que, podías «jugártela» o poner dos conductores. Las soluciones existen, pero requieren un esfuerzo extra o una solución imaginativa.

Con la Marca Personal ocurre lo mismo. Si con cincuenta años te quedas en el paro de forma inesperada y necesitas salir del anonimato profesional, debes tener claro que eso no se va a producir de un día para otro. Por eso es conveniente trabajar tu Marca Personal siempre, especialmente cuando no la necesitas.

Desgraciadamente, a diferencia de la logística, no hay soluciones mágicas para conseguir convertirte en referente en lo tuyo en poco tiempo. Sin embargo, puedes intentar acelerar el proceso utilizando mejor tus recursos.

Si tienes dinero puedes invertirlo en crear tu presencia en Internet con rapidez. Si tienes tiempo puedes esforzarte en crear contenidos, hacer contactos o aprender algo nuevo. Si tienes salud y energía, puedes echarle más ganas y demostrar tu actitud para el trabajo. Pero ya te digo que, a diferencia de la búsqueda de un tráiler, un barco o un tren cisterna, una Marca Personal no se «compra» o se contrata de un día para otro.

Así que, aunque tu esfuerzo no tenga una recompensa clara y rápida y sólo se tenga en cuenta cuando las cosas se complican, no descuides tu Marca Personal. Si llega un día en que necesites de su magia, te vendrá bien haberlo preparado todo con anterioridad.


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