Riesgos. La seguridad no existe

Esta semana he estado impartiendo un taller de Estrategia Personal a un grupo de profesionales de hostelería.

Uno de los participantes era un empresario de una edad similar a la mía y que había pasado de trabajar para otros en buenos restaurantes a montar el suyo propio.

Me comentaba, además del sufrimiento y los disgustos que implica poner en marcha un negocio de este tipo, que todo el mundo trataba de desanimarle para que no hiciese esa locura. Al parecer, las estadísticas dicen que en el mundo de la restauración, los negocios no suelen durar más de 10 años. El suyo lleva 13 y va como un tiro. Aunque ya te digo que con mucho esfuerzo y trabajo.

Ese tipo de ideas que tratan de desanimar a cualquiera que intente materializar un sueño que lleva tiempo dando vueltas en su cabeza son bastante frecuentes. Siempre hay un listo que saca alguna estadística del tipo, «el 90% de los nuevos negocios fracasan en X tiempo».

Si un empleo cada vez dura menos, ¿es mejor no trabajar por cuenta ajena?

No voy a insistir en algo que, a estas alturas, todos sabemos. Que los empleos cada día duran menos y son más precarios. Entonces, siguiendo la regla que se aplica a los Emprendedores y a los Profesionales Libres, ¿es mejor olvidarse de trabajar para otros? Es absurdo.

El que un proyecto propio no termine de arrancar no es muy distinto de estar trabajando en una empresa con la espada de Damocles del despido o de la reestructuración amenazando constantemente. Y, posiblemente, haciendo algo que no te apasiona.

Dirás que, al menos el tiempo que estás en esa empresa, estás cobrando algo. Es cierto. Pero al mismo tiempo es muy probable que te acomodes y dejes de generar otras opciones.

Por eso mi idea con los Proyectos Paralelos es abrir nuevos frentes que te permitan diversificar tus ingresos poniendo en marcha ideas con poco riesgo. Incluso podría servirte para «engañar» a las estadísticas porque si fallan 4 de cada 5 ideas de negocio, cuando pongas en marcha la quinta, esa sale seguro. Vale, es broma… o no.

Reducir, no eliminar

Creo que hay algo que no se tiene en cuenta cuando se habla de crear tus propios Proyectos Paralelos. Me refiero a que no todos los proyectos implican el mismo riesgo.

No es lo mismo montar un restaurante en una buena zona de Madrid que crear una tienda con contenidos propios en una plataforma de Internet.

No es lo mismo crear un negocio en el que necesites un local y cuatro empleados sólo para empezar que realizar asesorías en tus ratos libres.


¿Qué implica fracasar en esos negocios más sencillos? Pues normalmente haber perdido algo de tiempo (o mucho), pero se compensa con lo que has aprendido, con tu mejora de posicionamiento y con tu aumento de notoriedad en el sector que te interese.

Por lo tanto, deja de desanimarte cuando algún «cuñao» con una plaza fija en la administración te diga que ni se te ocurra crear esa tienda con Woocommerce en la que vas a vender tus camisetas porque vas a fracasar.

No tienes una única oportunidad

Creo que la diferencia entre los Profesionales Libres y el resto es que precisamente por ese factor, la libertad, tendemos a ver como se abren nuevas opciones en cada circunstancia, sea esta buena o mala.

Para alguien con mentalidad de empleado puro, una perdida de empleo es casi el final hasta que encuentre otro con el que pueda continuar esa vida laboral lineal.

Para un Profesional Libre, cada creación, cada proyecto o incluso cada sensación antes de cada idea, es una generación de alternativas. Cuando otros ven un fracaso, un Profesional Libre ve una señal para cambiar, eliminar, aumentar, reducir o descartar algo y seguir adelante.

Por eso los que rodean a los Profesionales Libres se preocupan más que nosotros. Ellos consideran que esos 4 de cada 5 proyectos que «fracasan» o lo que digan las putas estadísticas lo que dice es que esos 4 proyectos habrán empezado a hacer ajustes para formar parte de ese grupo que tiene éxito.

Pruébalo y deja de escuchar a los cenizos

Hoy puedes poner a la venta esas fotos que haces. Aunque no vendas nada… o si.

Hoy puedes ofrecerte para montar una tienda en Internet a la mercería de tu barrio.

Hoy puedes crear un curso online en el que expliques todo lo que sabes sobre Logística y compras.

¿No dabas clases particulares para salir los fines de semana cuando eras joven? ¿No ponías copas en el bareto de la esquina para lo mismo? ¿Dónde quedó esa mentalidad?

Deja de hacer caso a los que nunca han creado nada pero hablan como si fuesen Elon Musk.


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