Credenciales. No me lo cuentes, enséñamelo

Dicen en Cuenta Conmigo la frase, «Nunca más volví a tener amigos como los que tuve a los doce años. Cielos, ¿acaso alguien sí?”

Aparte de que esa es una película que hay que ver de vez en cuando, creo que tiene razón sobre lo que dice de los vínculos que se forman cuando eres un crío.

Afortunadamente muchos de mis mejores amigos, a los que sigo viendo, son de cuando iba al colegio y solemos quedar siempre que podemos. Como ya tenemos una edad, hablamos de nuestros hijos, o más bien hijas y de su futuro.

Creo que todos coincidimos en que el futuro no va a ser como la vida que hemos tenido nosotros. Y nos preocupa. Pero también vemos que hay una cierta falta de empuje en las nuevas generaciones.

No busques un trabajo en el que te escojan por un currículo

Creo que si hay algo que hemos aprendido los que ya tenemos unos años es que el proceso estudio > currículo > trabajo > me jubilo suena a algo casi medieval. Creo que en este momento, limitarse a crear y engordar un currículo es bastante inútil y simplemente te va a mantener en un sistema cogido con pinzas.

Hace tiempo que pienso que aquellos se basan su profesión en un Currículo, tienen un futuro bastante negro.

Curiosamente casi todos los amigos tenemos hijas que se han formado en carreras bastante visuales. Marketing, Diseño, Animación, Publicidad, Cine,… Bueno, la mía estudia Física, pero su sueño es dedicarse a cantar. Ya veremos.

En ese tipo de formación, hasta hace un par de décadas era complicado demostrar que eras capaz de hacer algo interesante. Y limitarte a poner una serie de líneas en dos folios contando lo que has hecho no era demasiado útil.

Estas profesionales jóvenes hoy no sólo tienen la posibilidad de mostrar y demostrar sus cualidades gracias a Internet. Es que, además, tienen herramientas de sobra para grabar, diseñar, programar, editar, crear,… a un coste mínimo. Hoy pueden hacer cosas que antes necesitaban un gran presupuesto y todo un equipo.

Así que, ya no necesitas un Currículo, más bien se trata de que montes tu propio «stand» virtual en el que pongas tu mercancía.

Aunque estoy hablando de profesiones muy «vistosas», esto también es aplicable a otras más teóricas.

¿Dónde está tu valor que no lo veo?

Lo más curioso, incluso diría triste, es que teniéndolo todo a su alcance, apenas lo utilizan. Esto lo veo también con alumnos que se meten en Masters de Marketing Digital o de otro tipo. Pasan por los programas de formación con una mentalidad receptiva, pero no activa.


Antes de hacer mi carrera de Química, yo ya trasteaba con el clorato potásico, el azufre y el carbón vegetal para hacer mis propios cohetes. Me encantaba ver Cosmos. Aprendí a programar con el Spectrum. Leía todo lo que podía sobre ciencia. Y si había una exposición de hologramas u otra sobre la llegada del hombre a la Luna, ahí estaba yo el primero con mis colegas. Así que, los estudios sólo eran una extensión de mis aficiones. Estoy seguro de que si hubiese tenido Internet en aquellos años 80, lo habría contado.

Sin embargo, veo que muchas de las personas más jóvenes pasan por las carreras y los programas de postgrado como si no fuese con ellos. Si yo me apuntase a un curso de cine o de Marketing Digital, seguro que antes habría experimentado por mi cuenta y se lo habría contado a quien le pudiese interesar.

Así que, curiosamente, estos profesionales que deberían estar deseando comerse el mundo, se comportan como si viviésemos en el siglo pasado.

¿Dónde me estás enseñando lo que puedes hacer? No necesitas que nadie te contrate para crear un corto, grabar tu música o diseñar un videojuego. Hoy puedes y debes hacerlo tú mismo.

Lo único que debes poner en un Currículo

Hay un debate recurrente sobre el diseño de los currículos. Que si dos páginas o una. Que si en orden cronológico. Que si foto.

Yo siempre digo que un currículo sólo debería tener una línea, tu dirección de Internet, la URL de tu web profesional. Si quieres que alguien sepa quien eres y vea lo que eres capaz de hacer sin tener que pasar por una entrevista, «simplemente» compártelo.

Todos sabemos lo que buscan los seleccionadores o empleadores, así que, ¿A qué esperas para ponerlo todo en un sitio que puedes ir actualizando y en el que no sólo me cuentes lo que puedes hacer, sino también me lo demuestras?

No soy muy partidario de hacer videocurrículos porque salvo que seas un profesional de la imagen, no suelen dar muy buena imagen, pero como tienes tiempo, puedes ir probando hasta que queden decentes. Y entonces lo subes a tu plataforma.

Puedes romper ese círculo vicioso de «no tengo experiencia así que no me llaman y no me llaman porque no tengo experiencia» simplemente demostrando que sabes hacer lo que dices o, al menos, que tienes la actitud para hacerlo. Es más, puedes empezar a hacerlo mucho antes de terminar tus estudios. O, si te has quedado fuera del mercado laboral porque eres «mayor», puedes hablar de todo lo que has aprendido.

Incluso aunque lo que compartas no sea lo mejor del mundo, el hecho de que lo hagas transmite un tipo de actitud positiva, y puedes encontrarte con que atraigas el interés de personas o empresas que ni siquiera te habías planteado. Se trata de generar oportunidades en lugar de esperar a que surjan.

Eso es mucho mejor que el Currículo mejor diseñado.

Como te digo, creo que nuestros hijos no van a vivir mejor que nosotros. Pero tenemos que hacer lo posible para que aprovechen esta situación en la que nadie va a salvarles para que sean ellos y ellas quienes hagan (y demuestren) de lo que son capaces.

No envíes currículos, monta tu espectáculo y hazlo visible.


Compartir esta publicacion