Creo que si hay algo que caracteriza estos tiempos que vivimos es la tendencia a no creernos nada. Desde hace ya muchos años cada día nos encontramos con un escándalo nuevo, con un político, empresario o persona «importante» que ha sido pillada haciendo justo lo contrario de lo que predica. Además, hoy todo se sabe con muchísima rapidez. Posiblemente en el mundo preinternet, si cometías un error o un delito