Una película con Marca. Yo también me emocioné.

El otro día vi en un centro comercial a una vieja y querida amiga. Una de esas que te marcan para toda la vida. En este caso no se trata de una persona sino de una película. Una película corta, casi sin diálogo, pero con «algo».

Cada vez que la veo, algo se me mueve por dentro y por lo que he visto en la red creo que no soy el único.

Aunque la primera vez que la vimos (muchos de nosotros) me da la sensación de que no le dimos demasiada importancia, creo que con el tiempo ha llegado a formar parte de toda una generación.

Fue un sábado por la mañana en uno de esos programas infantiles y no se si estaba programada. A mi me pilló por sorpresa.

Tengo que admitir que cuando la vi lloré y también las veces siguientes. No me importa reconocerlo. ¿A alguien no se le humedecían los ojos en la escena final? A algunos les ocurre con Casablanca, pero a mi me ocurre con esta.

A lo largo de mi vida me he encontrado a mucha gente que ama esa película sencilla. Y todos ellos recuerdan el momento en que la vieron. Aquel sábado por la mañana…


Me dedico al Personal Branding, pero creo que una Marca Personal está formada por muchas pequeñas cosas que nos hacen diferentes pero que también nos unen. Y esta es una de ellas.

Quizá influyó en nosotros más que cientos de campañas ecologistas.
Quizá nos marcó de alguna forma que todavía no somos capaces de valorar.
Quizá nos ayudó a definir nuestras prioridades en la vida.
Quizá nos enseñó que hay cosas por las que merece la pena luchar.

Todo eso forma parte de nuestras Marcas Personales.

Se trata de Naves Silenciosas o Silent Running

¿No dejó en vosotros una huella imborrable? Pues eso es una MARCA.
¿Podríais dejar vosotros una huella parecida?


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