Mr. Potato o ¿Para que quiero una empresa?
De vez en cuando, especialmente cuando tengo que aparecer en algún papel, me piden que diga cual es mi cargo en «mi empresa».
Entonces me entra la risa tonta. Descubro que no han entendido nada.
¿Como puedo explicarles que no soy el Presidente, el CEO, el Consejero Delegado o el Socio Director de una empresa llamada Marca Propia?
Si, soy todo eso, pero no de una empresa, sino de mi mismo.
Formalmente y de cara a la burocracia soy autónomo. Pero a partir de ahí intento no encajar en nada «tradicional».
En los masters te explican todos los tipos posibles de sociedades, pero ¿Donde encaja la nueva figura de los Agentes Libres, los Radicales Libres, los outsiders, los consultores artesanos?
He visto todo tipo de esquemas y matrices que describen lo que será la empresa del futuro y el encaje de estos nuevos profesionales. Pero para mi, lo que mejor describe la nueva situación (paradigma dirían algunos pedantes) es el Sr. Patata.
- La nueva empresa será la patata, aunque ya se que muchas de ahora lo parecen por otros motivos. Se irá construyendo y deconstruyendo en función de las necesidades del mercado.
- Como dice el eslogan de la web de juguetes, «face-changing friends» su aspecto se ajustará a sus clientes.
- Los profesionales tendremos que decidir si somos nariz, lengua, bolso o pendientes. Pero está claro que nuestro puesto será temporal. Como dice Nice, las empresas serán ETTs (Empresas Temporales de Trabajo)
- Constántemente aparecerán nuevos accesorios (Marcas Personales) que puedan transformar y diferenciar al tubérculo de plástico.
- Las infinitas combinaciones pueden generar mónstruos, pero también pueden surgir especímenes muy divertidos y originales.
- Cuanto antes nos demos cuenta de que el coche teledirigido es un rollo y se le acaban las pilas rápidamente, será mejor para todos.
Vale, ya se que todo esto no es muy ortodoxo y que no se convertirá en la próxima matriz del Boston Consulting Group. Pero yo quiero seguir jugando.