Talento, Marca Personal y Puertas Traseras

De nuevo una portada sobre el talento. Cada día estoy más asombrado del chollo que han encontrado algunos con este rollo (retención, huída, guerra, escasez,…). En este asunto parece que no solo está mal visto decir que el emperador está desnudo sino que cada día hay más gente que lo aplaude.

El Talento, como la Felicidad (otro concepto de moda), el Éxito o la Intuición, son conceptos tan atractivos y de sentido común como etéreos. Se pueden entender, se pueden apreciar, se puede hablar de ellos en una conferencia, pero no se pueden cuantificar y mucho menos predecir su evolución.

Tomar decisiones sobre las vidas de las personas en base a criterios pseudocientíficos nos retrae a épocas más oscuras aunque no muy lejanas.

En mi opinión, la razón por la que este asunto es tan apreciado (y otros similares en el mundo de RRHH) es evidente. Permite seguir viviendo del cuento a toda una industria.

Lo más curioso es que el Talento como ellos lo denominan, no falta ni es escaso. La gente no se ha vuelto gilipollas de pronto. Lo que ocurre es que quizás algunos no saben buscarlo (¿no tienen talento?), se encuentra en sitios que ellos desconocen o simplemente muchos huyen/huímos de los cazatalentos. No hay más que ver el tiempo y el esfuerzo que dedica la gente en La Red para regalar su trabajo, a veces genial, y que jamás daría a una empresa por todo el oro del mundo.

Cuando alguien dice que gestiona conceptos como estos, es absolutamente irresponsable (a quién no se puede exigir responsabilidad) y por lo tanto libre para hacer o decir lo que te venga en gana. Nadie le puede culpar de nada, porque no hay nada con que comparar.

A un comercial se le puede dar un toque si las ventas crecen un 2,7% menos de lo previsto.
A un responsable de producción se le puede echar si las mermas aumentan un 4,1% con respecto al año pasado.
A un jefe de calidad se le puede despedir fulminantemente si aparece una partida defectuosa.
A un técnico de mantenimiento se le puede echar un puro si tiene parada la línea en plena campaña.
Y así con un financiero, un responsable de IT, un…, vamos, con todos excepto los reyes del mambo, RRHH.

Mientras algunos se dediquen a vivir de estas historietas cuasimágicas estarán a salvo. En realidad ya solo viven de eso, porque todo lo demás, en el mundo de la gestión de personas se ha subcontratado, podrían hacerlo otros (nóminas, selección, formación,…) o automatizarse. En realidad el departamento de personal se ha convertido en algo absolutamente irrelevante… si no fuera por estas milongas.

En realidad, para dar sensación de objetividad y método, no paran de inventar test, pruebas, métodos de diagnóstico, etc. Pero como aún queda algo de racionalidad en nuestras empresas, las decisiones finales las toman las personas… todavía.

Y ahí tenemos nuestra puerta trasera. Lo queramos o no, lo que hace que alguien te compre, te contrate, te despida o te ascienda es el impacto, la impresión o la reputación personal. La Marca Personal.
Es la percepción que los demás tienen de tí y de tu trabajo después de un tiempo. Es tu posicionamiento profesional o lo que es lo mismo tu Marca Personal.

Pero para posicionarnos debemos llegar al «cliente final», a quién realmente toma las decisiones. Debemos hacer lo posible por evitar cualquier barrera que se interponga entre tu y el que dice que SI.

Creo que es necesario empezar a huir de quienes pretenden hacerte pasar por una ITV profesional. Si entras en un proceso en el que pretenden «medir» tu capacidad, tu talento o tu inteligencia, sal corriendo. La empresa está tirando el dinero y tu estás perdiendo el tiempo.

En este momento hay muchas formas de saber si un profesional es adecuado o no. Solo hay que buscar en La Red las pistas que va dejando.

Para terminar, me quedo con una frase de Ray Kroc que ponía Angel María en su blog:

«Persevere. Nada en el mundo puede reemplazar a la perseverancia. El talento no lo hará; nada es más común que los fracasados con talento. El genio no lo hará tampoco; el genio sin recompensa ya es proverbial. Perseverancia y determinación son las únicas virtudes omnipotentes.«

Espero que esto no de demasiadas ideas y nos empiecen a hablar de tests de perseverancia, de perseverancia emocional o de talento perseverante.





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