Calidad Personal y deterioro de servicios
Cada día con más frecuencia tengo la sensación de que a las empresas, de cualquier tamaño, les importan menos las personas. Se empieza por los empleados y se acaba por los clientes.
Con frecuencia suelo hablar del imparable de deterioro de la calidad de productos y servicios. Pero en los últimos tiempos ha habido un nuevo paso en la escalada de hostilidades. De sufrir la pasividad de las compañías hemos pasado a ser atacados directamente en nuestra intimidad. Aunque parece que lleva camino de solucionarse.
Creo que es hora de empezar a preocuparse por el elemento más importante de la calidad, la calidad personal.