Casos de Marca Personal: Warhol bloguero

Creo que si hay una persona que pueda ser considerada como ejemplo de gestión de Marca Personal es Andy Warhol.

Warhol consiguió que su trabajo fuese valorado (Reconocimiento), quizás algo repetitivo (Consistencia y fiabilidad) pero él mismo también se convirtió en un icono, un logo (Notoriedad).

Hasta este verano, mi conocimiento de Warhol era superficial, pero al leer sus diarios (casi 1000 páginas), he visto que este artista se adelantó a muchas de las cosas que ahora consideramos «modernas». Personal Branding, blogs, networking,…

El libro del que os hablo es una recopilación de comentarios que diariamente hacía a una colaboradora para que los fuese transcribiendo en forma de diario. A medida que los leía pensaba que Warhol hubiese sido un excelente bloguero, que esto le habría encantado. Aunque como no le gustaba coger lapiz y papel, posiblemente hubiese creado directamente un podcast.

No entiendo de arte y no se si sus cuadros son realmente valiosos o no, pero lo que supo hacer fue comercializarlos. Warhol era un vendedor nato y en algunos momentos, al ver lo que hacían otros artistas, llega a confesar que quizás debería ser menos comercial. En realidad Andy Warhol empezó en el mundo de la publicidad y quizás eso le marcó.

Hace un par de años hablaba de otro colega de su «pandi», Truman Capote, pero es que en realidad creo que Warhol conoció a todo el mundo. Este libro es el mejor manual de Networking que se ha escrito.

Por su vida pasa gente de todo tipo, de Miguel Bosé a Silvester Stallone, de Robin Williams a Ronald Reagan, de Mick Jagger a John Travolta, de Madonna a Robert de Niro. Y lo más sorprendende es la naturalidad con que ocurre todo. Se deprime cuando le deja su pareja y va a la iglesia los domingos. Cena con los presidentes de EEUU y reparte su revista a quienes se encuentra mientras da su paseo diario por su «barrio» en Manhattan.

Cuando te cuenta las cosas que hacían y los comportamientos que tenían, te das cuenta de que todos somos iguales. La única diferencia son las ganas que ponemos para conseguir lo que queremos. Porque a pesar de la imagen de desmadre que se suele dar del ambiente de la época, Warhol era un currante nato y con una tremenda visión de negocio.

El libro está lleno de situaciones divertidas y proféticas en las que te das cuenta de que muchas de las cosas que ocurren ya estaban escritas hace más de veinte años.


Un ejemplo. 9 Octubre 1984. Yoko Ono había organizado «el cumple» de su hijo y de John Lennon, Sean Lennon en el edificio Dakota. Por lo visto el crio se llevaba muy bien con Andy. En un momento de la fiesta, Andy entra en la habitación del niño y dice:

«Había un chico instalado al ordenador Apple que le habían regalado a Sean, el modelo Macintosh. Le conté que una vez había llamado un tipo a la oficina que quería regalarme uno, pero yo no le había vuelto a llamar. El levantó la vista y me dijo: Si, fui yo. Soy Steve Jobs.(…),. Me dio una lección de cómo dibujar con él.«

¿Te imaginas la escena? Jobs configurándo el ordenador y enseñando a dibujar a Warhol…

Otro ejemplo profético. 1 Octubre 1984. Estaban esperando a Michael Jackson para ver unos cuadros de otro pintor y dice:

«Es curioso, son los cuadros perfectos para Michael Jackson. Niños de diez años con alas de hadas y rodeados de mujeres hermosas.»

Siempre digo que los mejores casos de estudio de Marca Personal son las biografías o las autobiografías, pero aún mejor son los diarios. Antes de leer este libro, pensaba que Warhol era un tío raro (lo es y lo reconoce) y nada más. Después de muchas horas compartiendo su vida, casi se ha convertido en un amigo, en alguien a quién me habría gustado conocer personalmente por su sentido de humor y su forma de ser y porque en realidad nunca se creyó su éxito y se reía de si mismo. Otro ejemplo sobre su famosa frase de los 15 minutos de gloria para terminar:

27 Julio 1978. Después de trabajar me quedé en casa. Vi 20/20. Fue divertido oír a Hugh Downs que en vez de decir «En el futuro todo el mundo podrá ser famoso durante quince minutos», dijo: «Como dijo Andy Warhol una vez, dentro de quince minutos todo el mundo será famoso». En televisión la gente siempre se equivoca en alguna parte de la frase, como por ejemplo: «En el futuro habrá quince personas famosas»

Definitivamente, creo que si Warhol viviera hoy, sería un bloguero de éxito.

El libro está lleno de historias apasionantes y divertidas. Es extenso pero merece la pena.





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