Políticos irrelevantes e increibles pero muy visibles
Quienes seguís este blog, sabéis que el concepto de Marca Personal, tal y como yo lo planteo, implica unos valores que son opuestos a algunas ideologías. Por lo tanto nunca he tenido problema en desvelar mis opiniones políticas si venían a cuento.
Sin embargo, hace meses que no me «mojo» por ningún político actual. La razón es muy sencilla y contraria al anuncio de L’Oreal, «Por que no lo valen».
Precisamente ayer, mientras preparaba el vídeo escuché una noticia que indicaba que no estoy solo. Los políticos ya no forman parte de la solución, simplemente se han convertido en un problema. Escándalos, corrupción, incompetencia, paralización, absentismo, acoso,… Todos los pecados posibles en una organización aparecen todos los días como noticia de portada.
Desde el punto de vista de mi ecuación de Marca Personal, la explicación es sencilla.
Los políticos son Irrelevantes. Quizás hubo un tiempo en el que los políticos eran profesionales preparados, pero ya no. No me refiero a titulados o con flamantes MBAs en EEUU. Pienso unicamente en gente que ha gestionado algo, ha tenido alguna experiencia vital útil o que sea reconocido por algo más que por «haber nacido» político.
Creo que muy pocos serían capaces de superar un proceso de selección para entrar en una empresa y muy pocos de esos aguantarían demasiado. El grado de absentismo del que presumen y su nivel «salarial» los convierten en profesionales que quedan fuera de mercado.
Quizás se podría soportar a algunos políticos incompetentes. El problema es que además de que ultimamente parece que todos lo son, da la sensación de que además de inútiles son dañinos. Joden todo lo que tocan y enrarecen el «clima laboral».
Dificilmente puede alguien construir una Marca Personal sin un producto, sin algo que realmente satisfaga las necesidades de su «mercado». Posiblemente para un votante todo quede en la satisfacción moral de ver ganar a su «equipo», pero ese alivio cuatrienal implica un coste demasiado alto.
Los políticos no son fiables. Poco puedo decir sobre esto. Si hay algo que saben hacer bien nuestros (¿?) representantes es adornar, tergiversar y ocultar la verdad. Hablan, hablan y hablan para no decir nada o lo que es peor, para decir algo que les permita alcanzar su único objetivo, seguir viviendo del cuento.
A preguntas cerradas, de SI o NO, responden con parrafadas volátiles e inconsistentes.
Si hay algo que represente lo que es una marca, es la confianza. Estás dispuesto a gastar más o a correr un riesgo si el fabricante, proveedor o persona a la que contratar te demuestra que puedes fiarte de ella. Los políticos no lo necesitan, saben que no son un «producto» del que nos permitan prescindir. No hay opción. Y por eso hacen lo que les apetece.
Los políticos son (Infinitamente) Visibles. Son ubicuos. No puedes librarte de ellos. Ahí están, a todas horas, en todos los sitios, diciendo sus estupideces, mentiras y manipulaciones.
Pero igual que ocurre con muchos expertos en marketing, confunden la notoriedad con la marca. Que te conozca todo el mundo no implica que vayan a escogerte (salvo que no haya otra opción). Lo que están consiguiendo al aparecer a todas horas no es generar una Marca Personal sino dar pruebas a todo el mundo de lo inútiles que son.
¿Cuál es la alternativa? Supongo que mientras que por ley tengamos que vivir con esta enorme y creciente nómina de asalariados improductivos no hay mucho que hacer. Salvo que la «empresa» entre en bancarrota.
Hay una posibilidad preocupante y es que cuando el «mercado» demanda una nueva categoría de productos, puede surgir una Marca Personal salvadora y mesiánica. Esta nueva clase puede ocupar el lugar en el lineal y satisfacer las necesidades que los «productos políticos» tradicionales no consiguen.
Eso ha ocurrido varias veces a lo largo de la historia y hemos comprobado que cuando los políticos dejan de ser un elemento del marketing de los partidos y adquieren consistencia por si mismos, el resultado suele ser dramático.
NOTA: No soy muy dado a participar en concursos blogosféricos, pero como me caen bien los organizadores (y la pasta no me vendría nada mal), me he apuntado al de videoblogs de Blogs La Conversación. Creo que se puede votar a partir del día 7 de noviembre. Así que si te gusta lo que hago, demuéstralo leñe.