La etiqueta te etiqueta

Programa de Etiqueta en los negocios

Es curioso pero, cuando se habla de Marca Personal, existe una tendencia bastante miope por centrarse en lo dospuntocero, a obsesionarse con utilizar Internet para llegar más lejos, a mucha gente a la que no conocemos.

Sin embargo, cada día tengo una sensación más fuerte de que nos estamos olvidando de lo cercano, de lo que tenemos a centímetros en lugar de a centenares o miles de kilómetros.

Y es precisamente cuando tenemos un contacto directo con alguien, al eliminar intermediarios tecnológicos, cuando la huella que dejamos es más profunda… para bien y para mal.

Quizás es un tópico para un tipo como yo, que ya tengo unos años, decir que antes las cosas eran mejores. Pero creo que, al menos en algunas cosas, si que lo eran.

Cada día veo gente peor educada. Hoy es imposible ir al cine y ver una película sin que alguien se comporte peor que en su casa. Creo que, en muchos casos, las personas con las que nos relacionamos (seguramente yo el primero) hemos perdido o nos hemos olvidado de las formas.

También es cierto que hoy, eso de ceder un asiento a alguien, ayudar a llevar algo pesado o dejar pasar primero por una puerta, se ha convertido en un campo de minas. Y lo que haces con la mejor intención, se puede volver en tu contra.

Hoy lo del respeto a otras personas o, simplemente la intención de ayudar a un desconocido que lo necesita, brilla por su ausencia.

Vale, vale. Ya sé que estoy generalizando y hay mucha, muchísima gente que se comporta de un modo respetuoso, pero creo que precisamente se puede utilizar esa pérdida u olvido de ciertas normas de comportamiento como un elemento diferenciador y a nuestro favor.

En el mundo profesional es especialmente valioso saber como actuar y comportarse con clientes, colegas o jefes.

No sé si te has dado cuenta, pero nos pasamos muchas horas relacionándonos con otros profesionales. Y si trabajas en una oficina, las posibilidades de meter la pata son innumerables.

Reuniones, despachos, cubículos, comidas, zonas comunes, material, olores, aspecto, gritos, visitas,… Una jornada de trabajo es un puñetero campo de minas desde el punto de vista de la etiqueta. Sin embargo, salvo en las situaciones más graves como acoso o «mobbing», apenas se explica como actuar.

La decoración de tu cubículo. El momento en el que tienes que presentar unas personas a otras. El trato a los proveedores o a los clientes. Las fiestas de empresa. Las relaciones con los compañeros después del trabajo.


Hablamos de Networking, pero ¿sabes lo que debes hacer cuando quieres conocer a alguien? ¿has pensado como comportarte para transmitir que eres un/a profesional con quien merece la pena hacer negocios?

Hay multitud de situaciones delicadas que pueden etiquetarte y, de hecho, lo harán.

He conocido casos de profesionales de primera categoría que han acabado con su prestigio (seguramente de forma injusta) de un día para otro, literalmente, por echarse unas risas tomando un pastel de setas en una visita a una feria comercial en Amsterdam.

He visto como profesionales serios, incluso aburridos pero que realizan un gran trabajo, se han convertido en blanco de burlas tras su comportamiento en la copa de Navidad en una empresa.

Creo que la etiqueta, los modales, la buena educación en los negocios, no se ha cuidado demasiado en España. Es como si eso nos convirtiese en personas frías o, algo peor, profesionales.

Creo que se ha confundido la libertad con la falta de reglas. La cercanía con la falta de respeto. Sin embargo, creo que la mejor forma de demostrar que valoras a alguien es tratándole con educación… aunque eso suene a viejuno.

Como suelo decir siempre, allá cada cual con lo que hace. Si esto que te digo no te parece bien, adelante, sigue haciendo de tu capa un sayo. Pero mi trabajo consiste en encontrar formas de aumentar tu valor y tus opciones.

Como te decía al principio, aquellos que saben comportarse y tratar como corresponde a los demás, van a llamar la atención de forma positiva. ¿Y no es eso de lo que se trata cuando hablamos de Marca Personal?

Lo mejor de todo es que esto que te cuento no requiere demasiado esfuerzo, simplemente se trata de aprender a relacionarte con respeto.

Los beneficios de todo esto son muchos, algunos quizás ni te los has planteado pero, ¿eres consciente de que unos modales adecuados reducen los conflictos? ¿te convierte en la persona a la que van a elegir para relacionarse con las visitas? ¿aumentan tus opciones para dirigir equipos?

Piénsalo. yo hace tiempo que estoy trabajando en estos temas y cada día me parecen más interesantes… aunque me digan que estoy pasado de moda.

NOTA:

Esta semana, Claudio y yo hablamos en Street Personal Branding de las formas de poner en marcha y de aumentar las opciones de éxito de tu blog. Porque creo que en tu bitácora también debes conocer y aplicar las reglas básicas.





Compartir esta publicacion