Marca Personal, la huella que dejaste (o no) estos días
Siguen pasando los días y el estado de ánimo va cambiando, aunque los altibajos son más suaves de lo que preveía.
El sentimiento que predomina en mí en esta cuarentena es el de miedo. Nunca he sido una persona que se agobiase por la salud, pero visualizarme en una cama en IFEMA me genera una gran intranquilidad
Por otro lado, y casi desde el primer día, me preocupa mucho, la cuestión económica. Ya no se trata de que un mes puedas facturar un poco más o un poco menos. Lo que me parece que nos vamos a encontrar es un panorama en el que mucha gente va a tener dificultades para pagar lo más básico.
Hay un aspecto positivo y es que la convivencia en casa no sólo es buena sino que creo que nos está uniendo mucho. Los días no se hacen demasiado pesados porque nos mantenemos muy activos.
No sé por qué te cuento esto porque mi idea de este post era otra, pero supongo que necesitaba abrir una ventana.
Bueno, voy al grano, y quizás sí que tiene que ver con algo de lo que te he contado. Me refiero a la Marca Personal, la huella que estamos dejando (o no) estos días.
Creo que es en situaciones anormales como las que estamos viviendo en las que sale la verdadera personalidad de cada uno. Y la forma en que nos comportamos va a generar ese impacto, esa marca que dejamos en otros.
Desaparecidos
En alguna ocasión he impartido clases de Marca Personal a políticos. Y les explicaba que queda fatal eso de que sólo aparezcan por las Redes Sociales en época electoral y luego no se les vuelva a ver el pelo hasta la siguiente campaña.
En estos días estoy viendo, o más bien, no viendo, a mucha gente que solía ser muy pesada en dospuntocerolandia hasta que llegó la pandemia. De pronto ya no están, pero volverán a dar la lata cuando esto pase. Parece que sólo están cuando pueden obtener algún beneficio a corto plazo.
Seguro que me equivoco y que estoy siendo injusto y poco empático, pero francamente, no me vendas la moto de aquello de conversar, cooperar y compartir, si en cuanto percibes que no vas a sacar nada de esto, desapareces.
Interesados
Como te decía antes, creo que la vuelta (o mañana mismo, 1 de abril) va a ser más que jodida y que cada cual debe hacer lo que pueda para poder seguir pagando facturas y dando de comer a su familia.
Así que, no voy a criticar a nadie que, honradamente, trate de seguir generando ingresos con su trabajo.
Lo que detesto es que esa intención comprensible y defendible se oculte tras un envoltorio de generosidad y buen rollo. Esto es especialmente descarado en la publicidad de las grandes empresas. Arrieritos somos, y en el camino nos encontraremos.
Quejicas
Si hay alguien a quien se le pueda poner la etiqueta de criticón, ese soy yo. Aunque me he moderado y he aprendido la lección con los años, a veces la cabra tira al monte (este mismo post tiene algo de eso).
Sin embargo creo, que en estos momentos, lo que se necesitan son soluciones. Así que, si no tienes propuestas constructivas, mejor hazte a un lado. No me importaría que te unieses al primer grupo, los desaparecidos.
Pero ojo, esto no implica que haya que aceptar todo y cerrar la boca. Cuando ves que quienes nos dirigen son incapaces de gestionar la situación, tenemos derecho a gritar del mismo modo que haríamos si viésemos que el conductor de autobús va directo a un precipicio.
Cuando nuestra vida (soy autónomo) está en juego, y todavía más importante, la de nuestros familiares y amigos, ya no se trata de ideología, sino de supervivencia. Aceptar dócil y calladamente que te lleven al matadero no te hace mejor ciudadano, quizás más bien, todo lo contrario.
Omnipresentes
En el extremo opuesto al de los desaparecidos están los omnipresentes. Me refiero a esa gente que, de pronto ha descubierto dospuntocerolandia o, mejor dicho, los canales más «espectáculo» como las «stories» de Intagram y similares.
Tengo la sensación de que, especialmente por la tarde, Instagram tiene más gente transmitiendo que una playa de Benidorm en agosto.
Entiendo que coger el móvil y empezar a soltar ocurrencias es más fácil que estructurar una serie de ideas o propuestas y expresarlas de forma más útil. Pero, no sé, quizás me equivoco.
Como te digo, como te he dicho siempre, todo lo que hacemos, y también lo que no hacemos, deja huella. Cuando estás sometido a presiones desconocidas, como ahora, es cuando sale nuestra verdadera personalidad.
En estos días es muy fácil, incluso comprensible, dejarse llevar, especialmente si tu relación con el mundo es desde una pantalla que parece que te protege. Pero, algún día, volveremos al mundo real y, todo o parte de lo que hicimos o dijimos estos días, habrá servido para sumar (o restar) fuerza a nuestra Marca Personal.
Para terminar, no te estoy diciendo que no seas auténtico, que no muestres lo que eres y lo que sientes (yo lo he hecho al principio de este post), lo que te digo es que, no confundas autenticidad con mostrarlo todo. Que reserves algunas opiniones y acciones para tu entorno más cercano o privado no te hace menos real.
