Carisma. El encanto se puede aprender

Como persona de ciencias, me pongo muy nervioso cuando se habla de algo que no se puede concretar o medir. Por eso, una parte importante de mi trabajo consiste en convertir los llamados «intangibles» en tangibles.

Siempre he pensado que utilizar algunos conceptos «etéreos» son una excusa para vender humo. Todo aquello que no se puede valorar de forma objetiva es difícil de justificar. Y por eso, algunos se aprovechan de esa circunstancia.

Uno de esos conceptos es el del Carisma. Por eso he estado investigando y trabajando en los últimos tiempos para intentar sacar algo en claro. Y creo que he encontrado algunas claves.

Básicamente podría decirse que el Carisma no es algo «mágico» o que sólo lo puedan tener algunos seres de luz. Ese encanto o aura personal se puede aprender como cualquier otra habilidad. Pero para eso hay que tener claras las teclas que debemos tocar.

El Carisma o la capacidad de impactar

El Carisma tiene mucho que ver con la Marca Personal porque es una forma de dejar una huella «especial» en la mente de otras personas. Por supuesto está relacionado con la Primera Impresión.

Hay tres definiciones de Carisma que nos pueden dar alguna idea de por donde van los tiros.

  • Carisma es magnetismo personal, encanto, cualidad de destacar, personalidad de triunfador
  • Carisma es tener un halo o aura personal que genera una buena impresión o impacto
  • Carisma es una capacidad especial de algunas personas para atraer o fascinar (RAE)

Si te fijas, estas definiciones tienen algo en común y que está relacionado con la Marca Personal, el Carisma sólo tiene sentido si produce un efecto. El Carisma sólo aparece cuando nos relacionamos con otras personas e impactamos en ellas.

Eso nos da una pista de por donde debemos empezar a hacer cosas.

El Carisma empieza por uno mismo

Igual que ocurre con muchos otros aspectos de la Estrategia Personal, antes de salir al exterior, hay que «amueblar» en interior. Así que, hay que gestionar cuestiones como las creencias, los valores, el miedo, la autoestima o la responsabilidad.

Las personas carismáticas son capaces de tomar decisiones alineadas con sus principios y superar sus miedos. Por eso cuando pensamos en esas personas que tienen ese «toque» vemos que tienen ideas claras o, al menos lo aparentan.

Por cierto, ese «lo aparentan» es importante porque en la literatura del Carisma se repite mucho aquello de «actúa como si», es decir, como si ya tuvieses esa cualidad. Puede parecer una forma de mentir o engañar, pero también es un modo de ir adquiriendo una habilidad que no tenías, hasta que forma parte de ti.


Comportamiento o la experiencia que generas

Pero cuando el Carisma empieza a materializarse es cuando salimos al exterior, cuando nos toca sacar todo lo que tenemos dentro.

Por eso los elementos al que más espacio dedican los expertos en Carisma suelen ser los enfocados en el Comportamiento y en la Comunicación.

Si relacionamos el Carisma con el impacto, la primera impresión o esa huella «especial» que dejamos, lógicamente eso sólo se produce cuando generamos experiencias. Es decir, cuando nos comportamos de determinada manera.

Podría ponerte una lista enorme de consejos y recomendaciones sobre la forma de comportarte para que te perciban como una de esas personas «magnéticas», pero básicamente se podrían resumir en una, RESPETO.

Si buscas información sobre este tema verás que a las personas carismáticas siempre las describen como individuos que se ponen en el lugar del otro, que consideran a todo el mundo igual de importante, que son brillantes, pero también generosas y humildes y que nunca se ponen por encima de nadie.

Puede parecer algo muy simple, pero quizás no siempre es fácil de aplicar. Y ahí está el mérito.

Tu forma de comunicar… en todos los sentidos

Aunque he encontrado muchas más variables que influyen en el Carisma como la Integridad, la Coherencia, las Cualidades o el Aspecto, el otro bloque importante es el de la Comunicación, en todos los sentidos.

Los expertos coinciden en que la persona carismática escucha mucho y bien. Eso está relacionado con el respeto que te comentaba antes. Suelen poner el ejemplo de esa situación en la que estás en un evento hablando con una de esas personas y se mantiene centrada en ti. No mira por encima del hombro para ver si hay alguien más interesante.

Pero también sabe lo que tiene que decir y cómo decirlo. Maneja bien la voz, el vocabulario, las historias, es capaz de mantener una conversación interesante. Y todo eso no tiene nada de mágico, es algo que se puede aprender y mejorar mediante la práctica.

La comunicación No Verbal de los carismáticos daría para dos docenas de posts, pero te diré que la mirada, la postura, los apretones de manos, el contacto físico o los gestos que hagas forman parte de ese conjunto de factores que, sumados, nos hacen pensar que una persona tiene «algo especial».

Como te digo, este es un tema que me interesa porque, como ocurre con muchos otros, a medida que lo vas conociendo, te das cuenta de que es una habilidad que puedes aprender y desarrollar y que, aunque puede tener efectos casi «mágicos», en realidad tiene «truco», pero lo digo como algo positivo.





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