Comportamiento. No es lo que dices, es lo que haces

Hay un viejo chiste que dice, «¿Cómo sabes que un político miente? Porque mueve los labios».

Creo que a estas alturas estamos ya bastante cansados de la palabrería de los políticos. De que prometan el cielo y no hagan nada o algo peor, que hagan justo lo contrario.

No me gusta hablar de la Marca Personal de los políticos porque esta se basa en la autenticidad y lo que vemos de quienes nos gobiernan o quienes quieren gobernar es cualquier cosa menos sincero u honesto.

Pero esto ocurre en todos los ámbitos de la vida en mayor o menor medida. La Red está llena de gente que habla, promete y cuenta cosas pero que luego no se ciñe a la realidad.

Por lo tanto, si quieres dejar una huella fiable y memorable, deberás pasar de las palabras a los hechos. Convertir tu comportamiento y tus acciones en la mejor demostración de lo que dices.

El comportamiento es la experiencia de usuario del YO S.L.

Dice la Wikipedia que «La experiencia del usuario es el conjunto de factores y elementos relativos a la interacción del usuario con un entorno o dispositivo concretos, dando como resultado una percepción positiva o negativa de dicho servicio, producto o dispositivo.»

Pues bien, eso mismo deberíamos tenerlo en cuenta cuando nos relacionamos con otras personas, especialmente en el ámbito profesional.

¿Cómo interactúas con tus clientes, alumnos, compañeros, jefes o, en el ámbito personal, con tu familia y amigos?

El resultado de tu comportamiento va a generar una percepción positiva o negativa que va a quedar asociada a tu Marca Personal.

Puedes modelar tu comportamiento

Como ocurre con cualquier hábito, siempre puedes pulir, mejorar o adaptar tu comportamiento. El «es que yo soy así», es una excusa muy pobre para no generar una mejor experiencia en los demás.

Si preguntas a quienes pueden darte una respuesta sincera sobre tu forma de actuar, empezarás a ver algunos patrones sobre el efecto que generas. Si, ya sé que esto asusta, pero es la única forma de conseguir una mejor «experiencia de usuario».

Todos conocemos a gente con la que te pasarías horas y otras a las que acabas evitando siempre que sea posible. Eso no es muy distinto de lo que ocurre cuando tenemos que utilizar una página web o manejar un cacharro de cualquier tipo.

Facilita la relación contigo

Creo que una de las cosas que ha conseguido que haya conseguido seguir adelante durante tantos años (y espero que también en el futuro) es que me gusta hacer las cosas fáciles. Me explico.


En ocasiones me han aconsejado que «me haga el interesante», que tarde en contestar un correo electrónico o que sea menos accesible («¡como se te ocurre poner tu móvil en la web!») porque eso me da más estatus.

Yo nunca he hecho caso a esos consejos por la sencilla razón de que yo detesto que me pongan las cosas complicadas, así que supongo que a los demás les pasará lo mismo.

Intento responder los mensajes en cuanto los recibo, si puedo. Y trato de facilitar el acceso. Y cuando me contratan, evito poner dificultades o pedir cosas absurdas. Más bien, todo lo contrario.

Eso lo puedes aplicar a tu trabajo en tu empresa, al relacionarte con colegas, jefes y colaboradores. Al tratar con tus alumnos o cuando negocias con clientes.

Independientemente de como salgan las cosas, si la experiencia que generas con tu comportamiento «engrasa» la relación, estarás destacando y diferenciándote.

Habla menos y haz más

Aunque he dicho aquí que cada día me interesan menos las series de las plataformas, esta semana estuve viendo Reacher, basada en un personaje creado por Lee Child. Y me ha encantado. Por cierto, hay un par de películas de Tom Cruise, también bastante entretenidas, basadas en ese personaje.

Lo interesante de Jack Reacher es que es un tipo de pocas palabras. Es una persona que hace lo que considera oportuno y no da demasiadas explicaciones.

He conocido a unas cuantas personas parecidas en mi vida y son aquellas que me han dejado más huella. Mientras que he olvidado a quienes se han dedicado a darme sermones y a hablar y hablar.

Obras son amores y no buenas razones

No descubro nada si digo que cualquier cosa que se nos ocurra ya lo ha dicho nuestro refranero. Y esto de la experiencia de usuario también.

Piensa de que modo puedes pasar de las musas al teatro. A Dios rogando y con el mazo dando.

Analiza la forma en que perciben tus obras y acciones. Y si algo no encaja, cámbialo.

De nada sirve ser muy bueno en lo tuyo, si relacionarse contigo se convierte en un infierno.





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