Actitud. Aléjate de los cenizos

Cada día veo menos la televisión. Ese medio hace tiempo que se convirtió en algo deprimente e insustancial. Pero el domingo pasado caí por casualidad en uno de esos programas de La Sexta que vienen cargados de ideología. Trataba sobre la crisis, la sostenibilidad y el futuro del capitalismo entre otras cosas.

Los comentarios y la selección de opinadores iban todos en la misma dirección. Pero esto es algo que no me sorprende conociendo la tendencia política de la cadena. Y no quiero entrar en ese debate.

Lo que realmente me pareció preocupante es la aceptación generalizada por parte de muchos políticos, intelectuales y tertulianos varios de que todo va a ir a peor.

Deja de escuchar a los derrotistas

No sé si ha habido otros momentos en la historia en la que quieres tienen las riendas de una parte de nuestras vidas han sustituido los mensajes de esperanza y de un futuro mejor por esta visión apocalíptica que nos están vendiendo.

No me extraña que a los más jóvenes se les quiten las ganas de luchar. Total, ¿para qué?

El miedo es una forma excelente de control de masas. Y bien utilizada puede ser muy útil para tener tranquila a la población. Pero si hay algo por lo que llevo años trabajando la Marca Personal es para ser capaces de tomar decisiones por nosotros mismos, por asumir la responsabilidad personal y por no depender de lo que otros decidan.

En el programa que te comentaba había una antropóloga que tenía una gran facilidad de palabra y que podría convencer a cualquiera que no se parase a pensar lo que estaba diciendo. Su tesis es que el mundo no puede seguir creciendo, que a partir de ahora debemos retroceder y que todo está mal.

Seguro que como antropóloga esa señora que hablaba tan bien, sabía mucho de lo suyo, pero a mi, como científico especializado en Química Agrícola e industrias alimentarias me parecía una aberración lo que estaba contando esta mujer.

Si hay algo que aprendí en la carrera es que se puede hacer mucho con muy poco. Que se puede convertir un desierto en un vergel, que la ganadería puede ser más «humana», que se han desarrollado fertilizantes y plaguicidas no dañinos y que se pueden conseguir mejoras y optimizaciones en procesos de producción de alimentos si utilizamos la cabeza.

¿Quieres dejar huella? Transmite ilusión

Te cuento todo esto porque si hay algo que hacen quienes quieren dejar huella es transmitir ilusión y esperanza, buscar soluciones a los problemas, luchar por la eficiencia en lugar de rendirse a las primeras de cambio. Pero es que hoy no hay un jodido dirigente, gobernante o político que dibuje un futuro mejor.

Incluso sin aceptar la existencia de conspiraciones, tanta sintonía suena algo sospechosa.


Siempre he bromeado con que yo soy partidario de la Actitud Negativa frente a quienes defienden el pensamiento «happy flower». Pero es que la actitud negativa no es considerar que no hay esperanza sino en identificar problemas y buscar soluciones, mejoras e implantar formas más efectivas de hacer las cosas.

Son aquellos que se empeñan en no rendirse (comer gusanos, dejar de viajar, renegar del progreso,…) quienes encuentran el modo de innovar para ser más eficientes. Y son ellos quienes consiguen cambiar las cosas y seguir avanzando, o lo que es lo mismo, dejar una huella positiva.

Evita la ingeniería social, ten tus propias ideas

No sé como hemos llegado a asumir con tanta facilidad el que nos vendan un futuro deprimente y oscuro. Supongo que son décadas de ingeniería social que ha conseguido acabar con la libertad individual. Pero yo no estoy dispuesto a aceptar los dogmas con los que no están machacando. Se puede salir adelante, se puede crecer y se puede crear un planeta mejor sin tener que retroceder varios siglos.

Igual que en Momo o en La historia interminable, parece que las fuerzas oscuras o los hombres grises se han hecho con todo y cada vez queda menos espacio para quienes se enfrentan a ese pensamiento único.

Creo que todavía se pueden cambiar las cosas. Lo que pasa es que se necesita algo que también está relacionado con la Marca Personal: Valores (defender aquello que te importa), Valor (echarle narices y plantarte ante tanto negativista) y Valor (aportar soluciones frente a quienes dicen que ya sólo podemos retroceder).

¿Personas tóxicas? No sé, ¿Ideas tóxicas? Seguro

Nunca me ha gustado eso de definir a alguien como una persona tóxica, sin embargo pienso que toda esta gente que se pasa el día lloriqueando y proponiendo soluciones sencillas a problemas complicados tienen todas las características de lo que se suele etiquetar como toxicidad. Son como el típico quejica de oficina que no aporta nada y que solo lleva mal rollo. Son los que se consideran incapaces de mejorar las cosas y se empeñan en hacer la vida imposible a quienes luchan por buscar soluciones. Ya está bien.

Es curioso que ahora que se recurre tanto a los científicos para justificar argumentos sesgados, no se les pida ayuda para solucionar esos problemas que algunos plantean.

Aunque parezca que hoy no he hablado de Estrategia o de Marca Personal, en realidad sí lo he hecho. Quizás este sea uno de los posts más relacionados con esos asuntos porque trata de no convertirnos en ciudadanos «marca blanca», porque defiendo la necesidad de pensar con libertad frente a quienes se empeñan en imponer una doctrina única, porque creo que una persona puede hacer más por mejorar el mundo que una masa quejumbrosa.

Ya basta. Defiendo la Actitud Negativa de quienes pensamos que hay muchas cosas que están mal pero inmediatamente nos ponemos manos a la obra para tratar de solucionarlas o mejorarlas.

Quizás ha sido esa Actitud o Pensamiento Positivo que nos ha vendido la idea de que basta con desear las cosas para que estas sucedan lo que ha generado este tipo de ideas derrotistas en cuanto las cosas se tuercen y no entienden que hay que ponerse manos a la obra porque con «soñar» no basta.


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