Producto. En mi cabeza sonaba fenomenal

Una de las principales tareas de un Profesional Libre que quiere vivir de su propio trabajo y de sus creaciones es la búsqueda de Proyectos Paralelos que le generen ingresos. Esa es la principal diferencia con respecto a un profesional por cuenta ajena que va a realizar el trabajo que tenga asignado en su empresa.

Así que, para poder promocionar o vender algo, antes deberá imaginarlo y crearlo.

Identifica lo que te molesta

El tópico ese de que donde hay un problema hay una oportunidad es totalmente cierto. Por eso, un Profesional Libre debe tener muy desarrollada una actitud positiva (la forma de enfrentarse a los problemas) y empezar a buscar soluciones o mejoras para cada problema.

No hace falta irse muy lejos para encontrar esos problemas. Desde que te levantas vas a «sufrir» con cosas que podrían ser mejorables o para las que podrías encontrar una solución. Desde que desayunas o te das una ducha, cuando vas al trabajo o al ir a comer a mediodía las cosas mejorables son muchas. Así que sólo tienes que identificar eso que te molesta o que podría hacerse mejor para crear algo útil.

La fase de creación

El problema no es encontrar recursos para resolver esos problemas. Muchas de las dificultades e incomodidades a las que nos enfrentamos cada día se pueden resolver con lo que tenemos a nuestro alcance. La dificultad está más bien dentro de nosotros. Siempre hay algo que nos paraliza o que nos hace olvidarnos de esa idea genial de mejora que se nos ocurrió cuando estábamos sufriendo esa incomodidad.

Por ejemplo, cada vez que he escrito un libro siempre ha habido personas que me han dicho que ellos también tienen la intención de hacerlo… pero nunca lo hacen. La intención, la maldita intención. Y eso nos ocurre con muchas cosas, a mi el primero.

Así que, la dificultad no está en encontrar las ideas o los recursos para desarrollarlas, sino en ponerlas en práctica superando miedos, perfeccionismo, pereza o falta de autoestima.

Así que, si quieres ser un Profesional Libre que genere sus propios proyectos, además o quizás antes de apuntarte a un curso de creatividad o de lanzamiento de productos, deberías trabajar lo que tienes dentro de tu cabeza.

Mi experiencia me dice que, una vez que superas tus propias barreras mentales, el resto son mucho más sencillas de resolver.

Tus ideas tienen vida propia

Pero quizás lo más divertido y maravilloso de salir de tu cabeza para construir algo útil es que, cuando empiezas, todo empieza a cambiar. Lo que habías imaginado comienza a cambiar en cuanto te pones manos a la obra. Y eso no es malo, todo lo contrario.

Si tu idea inicial era crear un curso online sobre loquesea con una duración y unos contenidos bien planificados, enseguida descubres que eso que en tu cabeza sonaba fenomenal, no tiene tan buena pinta al ponerlo en práctica. Así que vas cambiando, mejorando y adaptando. Y lo que salga será diferente de la siguiente versión.

Pero ese aprendizaje sólo lo vas a obtener si pasas de las musas al teatro. Si en lugar de tumbarte en el sofá a ver una serie de NETFLIX, empiezas a crear bocetos en papel o apuntes en una aplicación del ordenador.

Las ideas generan nuevas ideas. No se puede mejorar nada que no existe. Pero tampoco puedes esperar a que todo sea perfecto para crear tu primer prototipo, borrador o producto mínimo viable.

En una semana terminará Junio y tendremos un par de meses con algo más de tranquilidad. Es un buen momento para hacer limpieza de ideas y empezar a rentabilizar las más interesantes. Como en esos programas de subastas de trasteros, pero con tus ocurrencias.

Cada día puede ser el primer día para crear tus Proyectos Paralelos que te permitan diversificar tus ingresos y crear una red de seguridad. Cada día puede ser el primer día para acercarte a la independencia profesional.





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