Profesional Libres: LIBERTAD

Como suelo hacer desde hace ya algunos veranos, la próxima semana me despediré de dospuntocerolandia hasta septiembre. Creo que este año han cambiado algunas cosas y en una de las próximas publicaciones haré una lista de lecciones aprendidas. Pero hoy quiero contarte algo que ha sido lo que me ha movido desde el momento en el que empecé mi andadura como profesional independiente. Me refiero a la libertad.

Suelo hablar con frecuencia de los valores, de aquello que es importante para cada uno y que va a marcar nuestro comportamiento y decisiones. Cada cual tendrá los suyos. Seguridad, Éxito, Amor, Tranquilidad, Aventura, Sexo, Dinero, Fama, Amistad, Aprendizaje,…

Siempre he dicho que los valores son personales e intransferibles y nadie debería tratar de imponer los suyos a los demás, por erróneos, despreciables o incomprensibles que nos parezcan. No me he cansado de repetir que una Marca Personal fuerte lo es porque el ser humano que hay detrás se mantiene firme en la defensa de esos principios, eso le hace predecible y, por lo tanto fiable.

Mi prioridad es la LIBERTAD

En mi caso, además de mi familia, el principal valor es la LIBERTAD, la capacidad de decidir por mi mismo. Si, ya sé que la libertad absoluta es imposible (creo), pero podemos luchar por aumentar las opciones. Eso es lo que he tratado de hacer desde que empecé a trabajar con la Marca Personal porque esta aumenta tu capacidad de decisión al ser más valorado y tenido en cuenta.

Alguien dijo que una persona libre es aquella que tiene la capacidad de negarse, de decir que NO. Pero me temo que cada día es más difícil. Las cosas están cada día más complicadas, la presión exterior es cada día mayor, la policía del pensamiento está en todas partes. Así que, hay que tener mucho valor y valores para resistirse y seguir tu camino.

La pesadilla de negociar las vacaciones

Esta semana he tenido un sueño que se repite de vez en cuando y que es casi una pesadilla. No, no me refiero a ese en el que descubres que te falta alguna asignatura por aprobar y no te han dado el título.

Es un sueño en el que a mi edad actual, por alguna razón (es un sueño) he vuelto a la primera empresa en la que empecé a trabajar. Me reciben mis compañeros con amabilidad, pero percibo que hay una especie de condescendencia por tener que volver a trabajar para otros. En sueño está impregnado con una sensación de fracaso, de vuelta al pueblo después de tratar de triunfar en la ciudad.

Pero aunque parezca una cuestión menor, lo que más me preocupa (es un sueño) es tener que negociar mis quince o veinte días de vacaciones con mis compañeros y mis jefes. Tras casi veinte años organizando mi tiempo como me ha apetecido y he considerado oportuno, me toca adaptarme a unas fechas y a un tiempo limitado.

Afortunadamente Taylor, mi gato, empezó a tirar todo lo que encontraba para llamar la atención como suele hacer a las 5 de la mañana como un puñetero reloj y me despertó. Se lo agradecí.


Pero esa anécdota me recordó lo importante que es para mi controlar mi vida en lugar de que sean otros los que me organicen mi tiempo.

No seré yo quien te diga lo que debes hacer

Cuando hablo de este tipo de cosas siempre hay alguien que me dice que no todo el mundo puede permitirse el lujo de controlar su vida y también hay alguien que me comenta que simplemente está a gusto como está.

Después de todo esto que te estoy contando no seré yo quien te diga lo que debes hacer. Y si para ti es importante la supuesta tranquilidad y estabilidad que te da un empleo, adelante.

En cuanto a lo de poder ser libre, como te digo, no creo que nadie lo sea del todo, pero es posible ir abriendo frentes y generando opciones. Lo importante es no rendirse.

Tenemos cualidades, medios, recursos, canales para aprender y crear. Tenemos formas de convertir en dinero aquello que nos hace valiosos. Reducir las opciones personales o profesionales en nuestra vida es una forma de suicidio vital.

Puede que seas joven y consideres que todo está fatal. Pues esa es una situación genial porque no tienes nada que perder por intentar ser y hacer lo que te apetece.

Puede que seas mayor y te veas desplazado y menospreciado. Pues esa es una situación genial porque has acumulado experiencia, conocimientos y sensatez que debes hacer valer.

Da igual cual sea tu situación, siempre puedes aumentar tus grados de libertad. Lo que sería muy triste es que tomases esa decisión porque son otros los que te han puesto en una situación complicada. Empieza ya, ahora que no lo necesitas (o si).

Crea tu libertad para que cuando sientas que son otros los que deciden por ti, descubras que sólo es un sueño.


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