Marca Propia: Declaración de Principios

Creo que para empezar el «curso» es necesario hacer un repaso de lo que quiero conseguir.

Durante los años de La Transición en nuestro país, era frecuente escuchar el siguiente consejo bienintencionado: «Pase lo que pase, tú no te SIGNIFIQUES». Se lo decían las madres a sus hijos y unos amigos a otros amigos. La idea estaba clara, no te metas en asuntos que solo te pueden traer problemas.

Una de estas noches de verano hablaba con dos buenos amigos sobre mi visión del Personal Branding. Además de ser personas inteligentes, se que me aprecian y por eso me daban sus opiniones y consejos. Lo que más les preocupaba es mi tendencia recurrente a dar opiniones con carga ideológica. Me recomendaban que las evitase. Ya hablaba hace poco Edu sobre la autocensura.
Yo entendía y apreciaba sus intenciones, sin embargo creo que no tener en cuenta las implicaciones morales de esta idea sería como «castrar» el concepto.

Creo que lo queramos o no, todas las creaciones humanas están relacionadas con nuestras creencias o las de otros. Incluso en el aséptico mundo de la ciencia es imposible evitar sus efectos. No hay más que recordar a Copérnico y a Galileo.
Einstein tuvo problemas éticos con las implicaciones de su teoría y la existencia de Dios. Eso por no hablar de su parte de responsabilidad en el desarrollo de la bomba atómica.
Las teorías de evolucionistas todavía generan violentos debates en algunos lugares. El mismo Darwin sufrió toda su vida la contradicción entre lo que veía y lo que creía.

Los modelos de gestión empresarial no son un caso aparte y han reflejado las tendencias ideológicas de su época. Las Teorías X y Y, Taylor, la reingeniería de procesos, los círculos de calidad, las múltiples matrices, organigramas y manuales de procedimientos, Maslow, la gestión por competencias,… Todos ellos han plasmado en un documento las ideas de sus creadores o las tendencias del momento.
Creo que no me equivoco si digo que en todos los casos se pretende reducir los grados de libertad individual. En todos esos modelos se trata de simplificar a las personas para hacerlas más manejables, prescindibles, impersonales, medibles y finalmente, controlables. Para convertirlas en RECURSOS HUMANOS.

Mi modelo de Marca Personal pretende conseguir que los profesionales seamos conocidos, reconocidos y valorados como merecemos. Mi propósito es que cada persona sea considerada como única, diferente y valiosa. Pero sobre todo, mí visión del Personal Branding trata sobre algo muy importante: La libertad de elección.

La Marca Personal es mi forma de ayudar a conseguir la libertad a ser uno mismo. Por eso me enfrentaré a todo aquello que implique reducir las opciones. El único límite es la libertad de los demás.

  • Seguiré defendiendo y luchando por aumentar las opciones de elegir un trabajo, de tomar una hamburguesa XXL o de decir lo que se piensa.
  • Seguiré oponiéndome a cualquier tipo de canon, de belleza o de la SGAE.
  • Seguiré enfrentándome a los que digan como hay que llevar el pelo o el velo.
  • Seguiré discutiendo con los que digan que a un ciudadano se le puede poner una nota, con los que pretendan clasificar a la ciudadanía en Notable, Suficiente o Muy Deficiente. Según sus propios criterios, claro.
  • Seguiré pensando que todo lo que nos reduzca a «commodities», a medios de producción, a estadísticas, a recursos o a números se acerca al totalitarismo aunque se disfrace de democracia.

Por eso, digo y seguiré diciendo que el Personal Branding es un concepto liberal o incluso anarquista si lo llevamos al extremo, aunque no es ni mucho menos mi forma de pensar. Esto es algo que no leeréis en la literatura sobre el tema. Posiblemente en EEUU que es el origen del concepto, no es necesario ser tan explícitos. Pero en esta Europa llena de complejos y tan políticamente correcta es necesario ser más claro.


Para ser libres tenemos dos opciones:

No necesitar nada.
Contar con los recursos suficientes para poder decidir.

Supongo que para la mayoría de nosotros es un pelín complicado vivir como Diógenes, retirarnos al desierto y alimentarnos de insectos o subirnos a una columna como Simón. Así que, aunque hay una probabilidad no nula de que exista gente así a mi alrededor, considero que no es mi «mercado».

El segundo caso es el que nos afecta a la mayoría de nosotros, los que vivimos en el mundo real, con nuestras familias y nuestras hipotecas. Sabemos que para poder elegir necesitamos recursos. Estos tienen diferentes nombres: Tiempo, Autoestima, Conocimientos, Relaciones, Salud, Influencia o Dinero. Puede ser uno de ellos o la combinación de varios.

No voy a entrar de nuevo en el debate del dinero y la felicidad, pero está claro que para poder decidir necesitas recursos. Y para mí, la independencia y la libertad de elección es lo que más se acerca a la felicidad. Ya estoy «mojándome» de nuevo, pero creo que hoy en día, profesionalmente la Independencia se acerca bastante a la Independencia Económica. De esa manera no pasará nada si te SIGNIFICAS y sobre todo, evitarás que otros «Te Signifiquen»

  • Una Marca Personal te posiciona como alguien valioso y por lo tanto, demandado.
  • Una Marca Personal te permite pedir una recompensa justa por tu trabajo.
  • Una Marca Personal aumenta tus opciones y por lo tanto tu libertad.

Mi trabajo consiste en buscar y proporcionar herramientas para conseguir esa independencia, esa libertad, esa capacidad de elección. Eso nos permitirá ser nosotros mismos, tener una Marca Personal reconocible y valorada.

Hace unos días vi a una chica con una camiseta que ponía 100% Yo. Eso es lo que yo pretendo, que podamos acercarnos al 100% de autenticidad, de individualidad. Que no tengamos que ceder ni un punto de nuestra libertad. Esos son mis principios y seguiré luchando por ellos.
En realidad lo que se veía era más parecido a 100% Yo, pero esa es otra historia.





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