En los últimos meses, por no decir años, percibo un aumento exagerado del uso de los imperativos en la publicidad. Vale, es cierto que si hay algo que han utilizado los anunciantes es la tendencia a decirte ¡compra!, ¡consume!, ¡elígeme! Pero, como te digo, parece que han pasado de animarte a escoger su producto a decirte como debes vivir tu vida. Ya no se limitan a incitarte a elegirles sino
El próximo mes de febrero se cumplirán 17 años desde que mi último jefe me llamó a su despacho para decirme que, debido a las circunstancias, tendrían que prescindir de mi (y de muchos otros en las semanas siguientes). En aquel momento tenía 37 y cada mañana me preguntaba qué narices estaba haciendo y como había llegado a aquella situación. Así que, aunque suene a tópico, aquella llamada de mi