¿Por qué reduces tus opciones?

Leía este verano que el concepto de empleo es relativamente reciente. Que esto de buscar empresas para que te contraten y te paguen un salario es algo que tiene poco más de un siglo. Es un subproducto de la Revolución Industrial. La diferencia es que en lugar de ir a una mina a picar carbón, vamos dócilmente a nuestros cubículos y puestos en la fábrica.

De hecho, todo el sistema educativo está pensado para crear empleados. Incluso los pupitres se parecen mucho a las mesas de oficina en las que «queremos» estar toda nuestra vida laboral. Y las relaciones y las formas de trabajar son muy parecidas a las que se establecen en una organización.

Constantemente se habla de empleabilidad. Se ajustan los planes de educación para adaptarse a las demandas de empleo. En las escuelas de negocios simplemente dan un paso más y te entrenan para ser directivo o eso que algunos llaman mando intermedio de alto potencial. Pero todo eso no son más que eufemismos para decir que eres un asalariado con una nómina más alta. Al final parece que todo está pensado para ser empleados.

Así que, luego pasa lo que pasa y cuando le planteas a alguien que tiene más opciones aparte del empleo, le explota la cabeza. Cuando explico estas cosas en algunos foros y en este mismo blog, siempre hay alguien que me dice que no todo el mundo puede ser emprendedor, que eso de poner en marcha tus propias ideas es algo para unos pocos o que pensar como un profesional independiente es algo minoritario y elitista. Yo mismo pensaba de esa manera hasta que empecé a poner en marcha mis propios proyectos.

Mucha gente no entiende que lo que es antinatural es el empleo. Pero las personas hemos sido siempre exploradores, aventureros, jugadores, cazadores… hasta que nos han domesticado. Y parece que disfrutamos con ello. Incluso hay gente que se ofende cuando le explicas que, ahí fuera, hay muchas más opciones para ganarte la vida.

Ojo, ni siquiera estoy planteando que tengas que dejar tu empleo (si lo tienes), simplemente estoy diciendo que, tal y como están las cosas, quizás habría que ir pensando en reducir el peso de un contrato ¿indefinido? en tu cartera de proyectos profesionales. Quizás habría que volver al estado natural de los seres humanos y aprender de nuevo a buscarnos la vida.

Decía hace unos días en Twitter que un empleo no es más que una forma de vender tu valor con una «tarifa plana». Da igual lo que hagas o lo que valga tu trabajo, siempre te van a pagar lo mismo. Eso del empleo estaba muy bien para los que no querían esforzarse o para quienes no eran conscientes de lo que realmente podían aportar porque les proporcionaba seguridad. Pero hoy esa seguridad ha desaparecido.

Pensar en términos de empleo es asumir que vas a pasarte la vida pensando que te pueden despedir. Pero como decía el replicante de Blade Runner,


«Es toda una experiencia vivir con miedo, ¿verdad? Eso es lo que significa ser un esclavo»

Mi intención ahora y siempre ha sido aumentar los grados de libertad, no reducirlos. Por eso creo que nunca he dado consejos sobre como crear un buen Currículo o hacer una entrevista de trabajo, porque eso está enfocado en enquistarse en la mentalidad de empleado.

Creo que es hora de generar opciones, de ampliar las formas de generar ingresos más allá de una nómina cada día más escasa e infrecuente. Invertir todo tu capital profesional en un empleo es como poner tu dinero en opciones preferentes, te van a prometer una gran rentabilidad pero, tarde o temprano, vas a perder todo lo que has invertido.

¿Cuántas horas gastas (no inviertes) en tu empleo (incluyendo desplazamientos)? ¿Cuánto obtienes de todo ese esfuerzo? ¿Se te ocurren formas alternativas de compatibilizar tu empleo con otras formas de ingresos? ¿Una conferencia, vender algo en Internet, realizar alguna asesoría, escribir un libro autoeditado,…? Sólo quiero que empieces a darle unas vueltas. No espero una respuesta para hoy ni mañana, simplemente quiero que te des cuenta de que es ridículo y un suicidio profesional no diversificar tu catálogo de proyectos profesionales.

¿Sabes qué es lo mejor de empezar a desarrollar Proyectos Paralelos? Pues eso que ahora está tan de moda, la pasión. Cuando eres tú quien empieza a darle al coco y a pensar de qué modo puede ganar dinero más allá de un empleo, entonces tienes la posibilidad de elegir hacer aquello que te interesa más o con lo que realmente disfrutas. Si eres capaz de juntar lo que te gusta, alguien que lo necesite y una forma de cobrar por ello, entonces tendrás resuelta la ecuación.

Como te digo, no te estoy proponiendo que montes una empresa, ni que hagas una gran inversión, ni que pidas el finiquito en tu empresa, simplemente te propongo que vuelvas a pensar como alguien que explora, juega, descubre o se divierte haciendo algo valioso para los demás. A partir de ese momento ya no te verás obligado a elegir la etiqueta de empleado, emprendedor, desempleado, autónomo o empresario, serás simplemente un/a PROFESIONAL.





Compartir esta publicacion