Estrategia. Producto o Marketing Personal ¿Qué va antes?

¿Qué va antes? ¿Crear tu Oferta o el Marketing Personal? Supongo que la pregunta puede sonar absurda. ¿Cómo vas a pensar en hacer visible lo que ofreces si no sabes que es «lo que ofreces»?

Cuando hablo de gestionar tu Proyecto Profesional como si fueses una empresa, siempre digo que hay que tener en mente todos los elementos, palancas o módulos. Pero también es cierto que, aunque no haya que seguir un orden lineal, hay algunas cosas que van antes que otras.

No tiene sentido lanzarse a escribir un blog si antes no has superado algunos miedos o no sabes lo que te gusta.

No puedes empezar a hacer cosas si no tienes un objetivo y una misión más o menos definida.

O, no es lógico ponerse a hacer cursos a lo loco si no has analizado lo que realmente necesitas.

Igualmente, tampoco parece razonable ponerse a hacer cosas «de marketing» si no sabes lo que quieres «mercadear».

No te dejes arrastrar por cantos de sirena

La Estrategia es la forma en que vamos a gestionar las Palancas del Modelo.

Pues bien, lo curioso es que, al menos yo, he caído en esa trampa montones de veces. Me refiero a dedicar horas y horas a analizar como puedo dar a conocer algo que todavía no he creado y que, en muchas ocasiones, no tengo nada claro.

Quizás se deba a que en Internet hay muchas herramientas para hacer visible lo que hacemos y pensamos, pero pocas que nos ayuden a decidir qué es lo que podemos hacer. Mucho Marketing y poco Producto.

Hay sitios alucinantes en La Red para vender lo que haces, para mostrar lo que vales y para ofrecer tus cualidades. Unos son de pago, otros gratuitos, y la mayoría tienen más prestaciones de las que puedas manejar. Es como si te ofreciesen un sitio en un enorme centro comercial, pero sin saber qué puedes poner ahí.

Gran parte del negocio de los que algunos llaman «vendehumos», ya sabes, los de ganar 6 cifras en 48 horas, se basa en eso, en decirte que con su sistema podrás vender lo que no está escrito. Y ahí está el problema, que no tienes nada escrito, ni pensado, para vender.

Es como si algunos pensasen que es mejor empezar por el final, el escaparate, y luego ya veré lo que se me ocurre.

Crea tu oferta

Ojo, aquí no estoy hablando sólo de Emprendedores, Autoempleados, «Freelances» o Profesionales Libres. Me refiero también a «cuentajenados» y empleodependientes.


¿Cuánta gente parece más preocupada por crear el Currículo «definitivo», el perfil imbatible de LinkedIn o presentar el aspecto perfecto para trabajar en una empresa que por lo que te hace realmente valioso más allá de un título o un cargo?

Está fenomenal tener altavoces que te permitan llegar a todo el mundo. Pero como suelo decir en mis cursos, si no tienes nada que ofrecer o tu Marca Personal es la de un imbécil, la posibilidad de mostrarlo sin fronteras sólo va a conseguir que todos se enteren de que detrás no hay nada o de que eres un imbécil.

Empaqueta tu oferta

Si, lo sé y siempre lo he dicho. Me refiero a que de nada sirve ser muy bueno en lo tuyo si nadie lo sabe. Pero el problema es que parece que lo de «ser muy bueno en lo tuyo» ya no es importante. Ya sabes, aquello de que la cultura del esfuerzo es mala, malísima.

Por otra parte, existe una cierta cultura de «tienda de los chinos» en la que muchos pueden pensar, «total, para lo que necesito, cualquier cosa me vale para ir tirando» o, algo peor, «¿Para qué voy a pagar por algo que seguramente puedo encontrar gratis?»

Así que, lo de preocuparse por hacer algo bien y de calidad, parece que es menos importante que saturar dospuntocerolandia con tus anuncios, propuestas y campañas.

Sin embargo, cada día estoy más convencido de que hay que volver al Producto. Debemos aprender a descubrir y «empaquetar» nuestras cualidades de todas las formas posibles y del modo más atractivo que puedas. Y entonces, sólo entonces, salir y ponerlo al alcance de aquellos para los que lo hayas creado.

Producto no es Marca Personal… ni viceversa

Ojo, no te estoy diciendo que estés escondido mientras creas tu Oferta Profesional. De hecho, he defendido aquí desde el primer día, que debes utilizar tu Marca Personal como ariete para ir ocupando un lugar en la mente de aquellos a los que quieras influir y preparando el terreno para cuando quieras pasar de las musas al teatro.

Otro error que he cometido estos años es quedarme bloqueado en «hacerme un nombre», en dejar huella. Y eso está estupendo siempre y cuando no te quedes ahí.

De nada sirve tener muy buena marca si detrás no hay un producto comercializable. Es quedarse en el «cómo me gusta lo que dices», «eres un crack», etc. pero sin la posibilidad de convertir la «energía potencial» de la Marca Personal en «trabajo» o «energía cinética» que sería tu Oferta o Producto Profesional.

Una Marca Personal no sirve de mucho sin una Oferta Profesional que la sustente. Y tu Oferta va a tener menos oportunidades de triunfar si antes no te has currado el impacto que deseas.

Kodak, NOKIA, etc. pueden seguir siendo marcas valoradas, pero se han quedado sin producto. No permitas que a ti te pase lo mismo.


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