¿Cómo de personal debe ser la Marca Personal?

Cuando a la gente se le da a elegir entre libertad e igualdad, elige la igualdad. Alexis de Tocqueville

Llevo unos cuantos días alejado de dospuntocerolandia, especialmente de Twitter. Una de las razones es que estoy realizando ajustes en mi proyecto y necesito tiempo y concentración. La otra es más «personal» y está relacionada con los acontecimientos sociales de la última semana.

Supongo que a estas alturas nadie se sorprenderá si digo que no me gustan los movimientos ideológicos sin fisuras. Me generan sospechas las adhesiones inquebrantables de un número más o menos grande de personas a «revoluciones» de fin de semana como la del Circo de Sol. Me asustan los acontecimientos en los que la gente actúa por criterios más emocionales o viscerales que racionales. Eso de entregar tu identidad, alterar tu escala de valores o delegar tu responsabilidad a un grupo bienintencionado pero difuso y muy excitado es algo opuesto a la Marca Personal. Cuando uno asume no solo las ideas sino las expresiones de otros sin meditarlas, deja de ser uno mismo.

Esto que estoy dando es una opinión PERSONAL. Pero no es muy diferente a la que muchos han expresado estos días. He visto como personas a las que seguía y admiraba por su racionalidad y sensatez han empezado a expresarse como «hooligans» ideológicos. He visto muchos «¡Vamos a hacer historia!», «¡Estamos cambiando el mundo!», «¡Hay que acabar con …….!» y atacando a quienes piensan de un modo distinto o no están de acuerdo con la forma de hacer las cosas aunque puedan coicidir con algunas ideas de fondo. Detrás de eso subyace un totalitario (Twittalitario, Twitttadura, Tweet Party): «Yo tengo razón y tu te callas porque además hay unos cuantos que piensan como yo» y quizás una cierta tendencia a suplir algún complejo personal sintiéndose parte de algo que creen «grande».


Pero todo esto me ha hecho reflexionar sobre el límite que debe separar lo personal de lo profesional en La Red. Me he preguntado sobre la conveniencia o no de mostrar abiertamente aspectos íntimos, ideológicos y personales en un medio como Internet si no tienen nada que ver con tu posicionamiento profesional. Y creo que sé lo que digo porque nunca me he cortado un pelo a la hora de expresar mis ideas. Pero, creo que, a partir de ahora me lo voy a hacer mirar.

Siempre digo que para el Branding Personal, cada acción cuenta. Todo lo que hacemos deja un recuerdo que va sumando o restando fuerza a tu Marca Personal. En situaciones como las que hemos vivido, todo el mundo se retrata (incluido yo). Por eso es especialmente delicado y arriesgado dejarse llevar por opiniones espontáneas poco o nada meditadas.

Si un Coach me habla de la importancia de ser consciente (saber las consecuencias y las responsabilidades que se adquieren con lo que se está haciendo) pero actúa de un modo visceral, ilógico e inconsciente, dificilmente podré creerle.

Si un Jefe de Proyectos habla de la gestión de riesgos, del establecimiento de objetivos o de la importancia de tener algo que entregar al finalizar el proyecto y se lanza de cabeza a un movimiento en el que nadie parece haber previsto nada, en el que los objetivos carecen de consistencia y no se sabe cual es el «deliverable», pondré en duda su criterio.

Si un dospuntocerolense se pasa el día hablando de respeto, de libertad, de colaborar y de compartir pero se convierte en un fanático que te ataca si no estás de acuerdo con lo que él/ella piensa, dejarás de creerle la próxima vez que que ponga una frase de Paulo Coelho o me cite el Manifiesto Cluetrain.

Semanas agitadas como la anterior tienen su utilidad. Sirven para que cada cual se posicione, incluso aquellos que se han mantenido al margen.

Las Redes Sociales son muy peligrosas en estas situaciones. Es muy fácil «disparar» eslóganes sin salir del bunker que es Twitter. En La Red es facil sentir que «todo el mundo» opina como tu, pero no te das cuenta que hay muchas otras personas que opinan lo contrario.

Yo me quedo con una lección aprendida. La Marca Personal se basa en la gestión planificada de las percepciones que una persona quiere dejar y deben estar basadas en lo que esa persona realmente es. Pero en situaciones con un alto contenido emocional o en situaciones en la que los ánimos están alterados o excitados es preferible alejarse de lo que dice todo el mundo y tratar de sacar conclusiones propias. Y en caso de duda, guardarse las opiniones para uno mismo.





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