Provisiones. Un empleo es un Proyecto Paralelo
Quizás la principal característica del Profesional Libre es que coge algunos elementos de los otros tipos de estado profesional.
Un Profesional Libre tiene cualidades de emprendedor porque va a poner en marcha proyectos propios.
Un Profesional Libre puede ser un profesional en transición en momentos en los que no tenga clientes o un empleo, pero en los que puede estar desarrollando nuevos proyectos.
Un Profesional Libre puede ser un empleado porque puede trabajar por cuenta ajena mientras diseña, lanza o mantiene sus propios proyectos.
Son las características de este último caso lo que quiero explicar hoy.
Un empleo es un Proyecto Paralelo
Si decimos que un Proyecto Paralelo es cualquier opción profesional que te permite ganar dinero con tu trabajo, entonces es fácil entender que trabajar por una nómina es sólo uno de esos tipos de proyectos.
Es cierto que un empleo tiene unas características especiales. Te va a exigir un gran número de horas de trabajo (o de presencia) cada día en o para una empresa. Vas a trabajar por una «tarifa plana» en la que vas a tener poca capacidad de decisión sobre lo que te paguen. O vas a tener que ajustarte a una «job description» en la que lo que te guste o te interese hacer, tiene poca influencia.
Así que, aunque como te digo, un empleo es un Proyecto Paralelo «especial», no deja de ser una situación en la que vendes tus cualidades a un cliente que llamamos empleador.
Un empleo es una posibilidad de desarrollar Proyectos Paralelos
Quiero que quede claro que un Profesional Libre no reniega de un empleo. Incluso hay profesionales que disfrutan con lo que hacen para una empresa y, además, les gusta esa sensación de estabilidad (cada día menos estable).
Para ellos, existe la posibilidad de utilizar la organización para la que trabajan como un ecosistema en el que probar sus Proyectos Paralelos.
Si tienes ideas interesantes y útiles que te gustaría poner en marcha, quizás tu empresa podría ser un buen lugar para probar. En ese caso te puedes poner la gorra de intraemprendedor y tener las ventajas de sacar adelante ideas que te atraen y por otra parte hacerlo sin riesgo y con la posibilidad de aumentar tu valor en esa compañía.
Entiendo que esta es una opción para quienes trabajan en empresas medianas o grandes y, además, con una visión moderna de las cosas.
Un empleo es una fuente de recursos para tus Proyectos Paralelos
Siempre he asumido que, además del trabajo establecido cuando entras a trabajar en una empresa, hay otro tipo de beneficios mutuos.
Un profesional puede dar a su empresa cosas que no están definidas en un contrato, pero este también puede beneficiarse de aspectos colaterales.
No me refiero a que te pongas a mangar bolígrafos o paquetes de folios de la fotocopiadora o a utilizar la infraestructura de la empresa para crear tus productos.
Lo que digo es que, como empleado, vas a aprender, coger experiencia, adquirir habilidades, hacer contactos o, evidentemente, ganar dinero, que vas a poder utilizar como trampolín para tus propios proyectos.
Por eso siempre recomiendo, especialmente a los más jóvenes, que aunque quieran poner en marcha sus propias ideas de negocio, pasen por un empleo, sea el que sea.
Un empleo puede generar clientes
Quizás todavía no estamos demasiado preparados en nuestro país para este tipo de Profesionales Libres porque hay una gran tendencia a separar los conceptos en compartimentos estancos.
Sin embargo, en otros países no es extraño que un profesional que pone en marcha una idea en sus ratos libres, pueda llegar a convertirse en proveedor de su empresa.
Quizás puede poner en marcha algo que no tiene nada que ver con su trabajo habitual (o si) y tanto la empresa como él, consideran que es interesante que tengan otro tipo de relación. Eso le da al profesional la libertad de vender su trabajo a varios (siempre que no exista algún tipo de incompatibilidad) a precio que establezca y la empresa puede contratar a ese profesional sólo cuando lo necesite.
Como ves, un Profesional Libre es justo eso, libre para atravesar barreras que, hasta ahora, parecían infranqueables.
