Marca Personal es cambio

No tengo por costumbre poner ejemplos de gente «famosa» y de personajes populares y aun menos de políticos para explicar lo que es el Branding Personal. La razón es que, como he dicho alguna vez, lo que vemos de ellos suele ser más el resultado de una campaña orquestada por sus asesores de imagen que algo auténtico y que transmita su verdadera identidad. Y sin autenticidad no hay Marca Personal, hay marca de personaje.

Con la muerte de Adolfo Suarez no voy a hacer una excepción ni voy a escribir un post analizando su Marca Personal. Sin embargo, su ejemplo me sirve como argumento para explicar, una vez más, que una Marca Personal no es algo que se tenga sino algo que se deja.

Una marca es una huella, un rastro, una cicatriz, un impacto, una arruga en la piel. Cada señal que tenemos en nuestro cuerpo es el resultado de lo que nos ha sucedido y de lo que hemos vivido. Suelo decir que el cachete de una madre (aunque hoy eso sea impensable) era un buen ejemplo de Marca Personal porque transmitía un mensaje, tenía valor y además dejaba un logo en la cara. Pero sobre todo, porque producía un cambio (o lo intentaba).

El Branding Personal es influencia, impacto, cambio, modificación. Es absurdo decir que alguien TIENE una Marca Personal potente si no consigue producir un efecto en su entorno. No tiene porque ser un cambio gigantesco, basta con que alguien de tu alrededor mejore (o empeore) su situación.

A lo largo de tu vida te has relacionado con maestros, familiares, amigos, jefes, artistas o líderes que, de algún modo, han cambiado tu vida mucho o poco. Pero si han alterado tu rumbo vital o profesional de algún modo, entonces han dejado su huella, su Marca Personal.

El ejemplo de Adolfo Suarez es muy claro. El efecto que ha producido su forma de entender la política es enorme, por eso su Marca Personal es muy valiosa y memorable. Cualquier político tiene capacidad de mejorar o estropear las cosas durante un tiempo pero pocos como Suarez consiguen que su impacto sea duradero y relevante.

Por otra parte, el efecto que produce un político o un directivo en una gran empresa no es algo que dependa de su Marca Personal sino del cargo que ocupan y si no tiene claros sus valores y objetivos, su huella será débil porque la influencia no viene de él o ella sino de la posición que ocupan durante un tiempo.

Ahora existe una obsesión por la popularidad que se expresa de muchas formas. En dospuntocerolandia se mide en «fans», «followers», «amigos» o «me gusta», pero eso no suele reflejar la fortaleza de una Marca Personal. Hay gente absolutamente insustancial con millones de seguidores y gente que está transformando su entorno a quién sólo conocen un puñado de personas. Pero son estas últimas las que dejan huella.

La popularidad no implica dejar huella. Los que hoy son «famosos de siesta», de esos programas basura de después de comer hoy son populares, pero su impacto es mínimo, o al menos eso espero por el bien de nuestra sociedad. Si dentro de unos años tenemos que aceptar que Belén Esteban o los de MHYV dejaron una Marca Personal profunda, entonces más vale que nos echemos a temblar.

La Marca Personal se mide por el efecto que produces, no por la gente que te conoce. La popularidad es simplemente la plataforma que te permite producir un cambio mayor, pero si no utilizas esa energía potencial para influir en tu entorno, entonces no podrás decir que has dejado una huella memorable.

Lógicamente no todos los cambios son positivos. Desde Stalin a Mandela o desde Hitler a la Madre Teresa de Calcuta, los ejemplos de personas que han dejado huella y que han producido un cambio son muchos, pero no todos han influido del mismo modo.

Por eso siempre digo que el Branding Personal es una herramienta que, como un martillo o un cuchillo, puede ser utilizada para mejorar o para destruir, la responsabilidad es de la persona que la utiliza y por eso es tan importante el autoanálisis. Si no tienes claro quién eres, lo que pretendes y lo que puedes aportar, podrás ser muy popular pero tu huella será muy débil.

En mi opinión, para que alguien quiera que su Marca Personal sea recordada debe cumplir tres condiciones

Definida

Para que una huella produzca algún efecto, el mensaje que transmite debe ser cristalino y perfilado. Es como hacer un dibujo con un bolígrafo de punta muy fina. Eso se consigue teniendo las ideas claras y manteniéndolas. Cuando no sabes ni lo que quieres ni lo que defiendes es muy difícil que te crean, te recuerden y confíen en ti.

Profunda

El cambio es más probable que se produzca cuanto más adentro se ha metido en la mente de quienes son influidos. Eso se consigue repitiendo un mensaje auténtico, coherente y consistente a lo largo del tiempo, de mucho tiempo. Cuando día tras día dices y, sobre todo, demuestras tu valor, consigues que tu semilla esté en condiciones de dar fruto.

Duradera

Para que el cambio se produzca, el impacto debe producirse en un «material» que aguante. Si te limitas a dejar tu mensaje en la arena de la playa (o en una herramienta volátil como Twitter o Facebook), sólo resistirá hasta la próxima ola o racha de viento. Pero si lo que cuentas queda en un material más resistente o, algo mejor, en la mente de gente que se lo cree y que quiere divulgarlo, el efecto de tu Marca Personal será mucho mayor.

Lo que está claro es que si quieres saber cual es la auténtica fortaleza de una Marca Personal la mejor forma de saberlo es viendo el efecto, los resultados o el cambio que produce. ¿Dinero, tiempo, bienestar, salud, libertad,…? Si todo lo que tienes para justificar tu impacto es un número en una red social, entonces la llevas clara.

Actualización: Creo que este post junto con dos recientes de Xavi Roca y Guillem Recolons transmiten una idea completa y clara de lo que es el Branding Personal frente a opiniones incorrectas o mal informadas.

Mentiras sobre el personal branding

¿Dejas marca?





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