Hay que salir a vender

VentaEste es uno de esos posts en los que suelo ponerme más vehemente de lo normal por una razón, porque aunque el mensaje es válido para mucha gente, el principal destinatario soy yo mismo. Esta es una de las cosas buenas del blog, que aunque escribas para todo el que quiera escuchar, en realidad estás plasmando tus ideas, inquietudes y dudas en una pantalla en blanco y eso ayuda a aclarar mucho tus propios pensamientos.

Hoy toca hablar de vender.

Si, en algún momento hay que pararse y reflexionar sobre la forma en que estamos comercializando nuestra oferta, nuestro trabajo como profesionales. Si nos dedicamos a pontificar sobre el típico tópico del YO S.L. entonces, además de hablar de Marketing Personal, Branding Personal, Estrategia Personal, Publicidad Personal, Producto, y muchos otros «departamentos» personales, también habrá que hablar de vender, de tu departamento comercial unipersonal.

Todos sabemos que una empresa jamás saldrá adelante si no vende. Por eso son tan valorados los buenos comerciales. Por eso la crisis afecta menos a los grandes vendedores. Pero vender es difícil. Vender no siempre está bien visto. Vender es algo que no nos han inculcado. Vender es mucho más desagradecido que dedicarse a publicar frases o fotos chulas en Twitter, Facebook o Instagram y recibir «likes». Por eso y por otras razones, muchos profesionales como yo, solemos dejarlo a un lado. Porque la venta es algo «desagradable», que «hay que hacer», pero siempre encontramos cosas más «importantes» a las que dedicarnos.

Pues bien, cualquier profesional que pretenda sobrevivir y progresar en un entorno como el actual, debe tener mentalidad comercial. Y si no la tienes, te jodes y aprendes (¿está claro Andrés?). De momento muchos hemos ido progresando gracias a la visibilidad en dospuntocerolandia. Incluso podría decirse que, a los que llevamos más tiempo por aquí, no nos hay ido mal. Pero sólo mostrando tu trabajo en La Red no vendes, te compran, que es distinto. La venta es mucho más que poner tu producto en un escaparate y esperar a que vengan clientes dispuestos a pagar. Y eso, además, no suele ocurrir.

Porque precisamente Internet es un espacio en el que tu producto, tu oferta tiende a no valer nada porque siempre hay alguien que ofrece algo «parecido» y porque es más difícil superar la barrera de desconfianza que cuando tienes a alguien a unos centímetros de tus ojos.

Me da igual que seas emprendedor, desempleado, autónomo, «freelance», agente libre o profesional por cuenta ajena. Hay que salir a vender tu trabajo, tu valor, tu profesionalidad (¿está claro Andresito?). Entonces ¿Por qué cuesta tanto? Creo que hay unas cuantas razones por las que muchos nos resistimos a ser más activos comercialmente.

Personalidad

De nuevo el problema es lo 0.0, la vergüenza, el miedo al ridículo o al fracaso, el corte, los prejuicios.


«Es que yo no soy vendedor, yo soy emprendedor». «Yo no tengo que vender porque trabajo en el departamento de administración de una empresa». «Yo no tengo que vender porque estoy buscando trabajo». «¿Y si no me hacen caso? ¿Y si me dicen que no?»

Creo que el mayor problema está en nuestra cabeza, como casi siempre. De nada sirve aprender todas las técnicas de venta, toda la preparación de propuestas y argumentarios, todos los métodos para rebatir objeciones si no tienes la mentalidad o la actitud adecuada. Pero está claro que si no la tienes,… la buscas. Y te recuerdo que, por si no lo habías oído antes miles de veces, todos vendemos.

Producto

¿Cuál es tu producto? ¿Qué vendes? Esto es algo de lo que he hablado aquí en los últimos posts. Sin una oferta personal o profesional valiosa olvídate de dejar una Marca Personal y, por supuesto, de vender nada de nada. Esto está relacionado con lo anterior. No sólo es que no tengas una oferta definida, es que, aunque la tengas, posiblemente no te la creas demasiado. Y si uno no confía en su propuesta ¿cómo espera que otros lo hagan?

Pero lo que ofreces debe satisfacer una necesidad. No basta con que estés enamorado (o apasionado) de lo que haces. Si nadie está interesado en eso tan chulo que dices que haces o si hay gente que se siente atraida pero no está dispuesta a pagar un céntimo, estás jodido. Por eso hay que salir a vender.

Posición

Hay una regla no escrita en Internet que dice que «si vendes serás desterrado». En dospuntocerolandia puedes conversar, compartir, colaborar y cooperar, pero como se te escape una mínima intención de vender algo, te van a COlgar. Supongo que este tipo de comportamientos se producen en entornos en los que sólo unos pocos producen y el resto lo disfrutan como ocurre en algunos regímenes que empiezan por CO-. Por eso creo que es importante despegarse de la pantalla y salir al mundo real, en el que las cosas no son tan utópicas.

Si no vendes no generas ingresos y difícilmente puede mantenerse un proyecto si no tiene gasolina para seguir avanzando. Si Internet se va a dividir entre las megatiendas y los artesanos que regalan su trabajo quizás no es «país para viejos profesionales YO S.L.». Si CO-mercializar y CO-brar son verbos prohibidos para los profesionales en el mundo virtual quizás habrá que buscarse la vida en el mundo real.

Precio

¿Cuánto vale lo que haces? ¿Cuánto están dispuesto a pagarte por tu trabajo? Si, el precio es importante. Pero el precio está relacionado con todo lo anterior, personalidad, producto, posición,… Lo que ocurre es que nos cuesta mucho establecer y, sobre todo, defender nuestro precio (¿está claro Andresín?). Y como todo necio confunde valor y precio es fundamental aprender a vender para obtener una remuneración justa.

Estos son sólo unos apuntes relacionados con la venta personal. Hay mucho que decir y trabajar sobre este asunto, pero lo que tengo claro es que es algo que no va a seguir ocupando un lugar secundario en mi proyecto profesional y espero que en el tuyo tampoco. (¿está claro Andrés?)


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