Contenidos. El rey se convierte en «commodity»

Hace algunos meses, charlaba con Claudio Inacio sobre el futuro de las redes y de qué modo podrían influir las nuevas aplicaciones de Inteligencia Artificial en la Marca Personal. Me habló de que se estaba produciendo una tendencia entre interesante e inquietante en la creación de contenidos. Me contaba que cada día era más habitual recurrir a herramientas de IA para crear contenidos rápidos para Internet.

Poco después, otro amigo me mostraba entusiasmado una aplicación capaz de crear un imagen juntando varios elementos que le propusieras. Y todo eso de una forma muy natural, intuitiva y rápida. Si no recuerdo mal, era Dall-e2.

Aunque los resultados todavía podían ser mejorables, lo cierto es que era fácil darse cuenta de que las cosas en lo que respecta a la creación de contenidos (texto e imágenes) están cambiando. Por cierto, buscaré o pediré la opinión de mi amiga Eva Sanagustín sobre este tema porque ella si que sabe sobre contenidos.

Ya más recientemente, como si de pronto todo esto hubiese explotado, todo el mundo en dospuntocerolandia ha oído hablar de herramientas de inteligencia artificial para la creación de textos como ChatGPT. Estas Navidades el mismo amigo que me hablaba de la herramienta de creación de imágenes, nos hacía una demostración de su potencial a un grupo de amigos mientras tomábamos un café y simplemente utilizando su móvil.

A diferencia de «blufs» como el Metaverso, creo que estas tendencias de IA si van a jugar un papel importante porque sirven para algo, suelen funcionar en código abierto y son muy accesibles y amigables.

¿Tiene sentido seguir escribiendo posts como este?

Durante décadas nos han metido miedo con la tecnología dando por sentado que los robots y las máquinas sustituirían a los profesionales manuales. Pero mira por donde parece que los que van a ser eliminados son los llamados profesionales del conocimiento, los creativos y los que trabajan con su cabeza.

Si, podrás decir que ninguna máquina o inteligencia artificial podrá llegar a la genialidad de un Mozart o un Cervantes. Eso no lo sé. Lo que está claro que como en el anuncio de Mastercard, para todo lo demás, Inteligencia Artificial.

Igual que la mayoría de las personas no vamos por la vida escuchando música clásica en los auriculares ni leyendo a Proust o a Joyce, para la mayoría de las consultas sobre dudas o problemas técnicos o empresariales no necesitamos contratar a un hiperexperto. Por lo tanto habrá que replantearse lo que vamos a contar, cómo lo vamos a hacer o si deberíamos dedicarnos a otras cosas.


¿Cuánta gente que hace presentaciones, informes o investigaciones dentro de una organización va a quedar obsoleta? ¿Cuanto profesional libre en plataformas como Fiverr va a quedarse descolocada? O incluso, ¿Cuántas consultoras de esas que cobran por la documentación «al peso» van a seguir viviendo de la «tontería»? y podríamos seguir con los profesores de universidad, con los periodistas o incluso con los marketinianos.

Para escribir un post como este suelo dedicar entre cuarenta y cinco minutos y una hora y eso que ya tengo en la cabeza lo que quiero contar, más o menos. Si resulta que la tecnología es capaz de crear decenas o miles de contenidos parecidos en ese mismo tiempo, ¿no debería dedicar ese esfuerzo a otros asuntos?

El contenido es el rey… destronado

Leía hace poco en En casa de Bill Bryson que a lo largo de la historia ha habido productos o alimentos que hoy consideramos valiosos por su escasez, pero que en el pasado se daban a los pobres, se utilizaban para dar de comer a los animales o simplemente se tiraban y ponía el caso de las langostas en Norteamérica hace un par de siglos.

Con el contenido puede pasar lo contrario. De ser una cosa escasa y demandada puede convertirse en una «commodity», algo que se crea como churros y que, por lo tanto pierde gran parte de su valor.

Si lo que se pretende es crear, crear, crear para mantener viva la maquinaria de visibilidad, entonces estas herramientas pueden tener un papel. Incluso puede ser útil a aquellos profesionales que desean dejar su Marca Personal, pero no tienen tiempo ni ganas de crear contenido para La Red y creen, equivocadamente, que pueden delegar esa función a una aplicación.

No se trata de tener la información sino de seleccionarla

Decía hace poco que aquello de que quien tiene la información tiene el poder creo que dejó de tener gran parte de su sentido. Básicamente porque hay tanta sobredosis de datos, filtraciones, noticias reales o falsas o consejos y opiniones de todo tipo que acaparar contenidos y gigas de información se ha convertido en algo entre inútil y contraproducente porque te desvía de lo esencial.

Creo que si todavía queda una oportunidad para quienes compartimos ideas y creamos contenidos no está en ser capaces de «vomitar» textos e imágenes igual que una máquina de IA sino justo de todo lo contrario.

Una aplicación como ChatGPT o similares podrá darte cien mil vueltas en cuanto a cantidad, incluso en calidad en algunos aspectos. Pero quizás, nuestra oportunidad consiste en ser capaces de extraer lo esencial, de seleccionar lo importante, de simplificar mientras la tecnología trata de vencer por aplastamiento y sobredosis.

Son momentos interesantes en los que las cosas están cambiando. Podemos verlo como un problema o convertir este en una oportunidad. Iremos viendo.





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