La Marca Personal es una cuestión de fe

Marca

People talking about you is far more effective than talking about yourself.
Seth Godin

Casi siempre suelo empezar mis talleres de Branding Personal preguntando cual es la idea que los asistentes tienen del concepto. En ese sentido, algunas cosas han cambiado desde hace ocho o diez años. Ya casi nadie dice que consiste en convertirnos a las personas en productos, el aspecto físico, un logo o una forma de egocentrismo. Sin embargo, se sigue repitiendo lo de ser diferente y, desgraciadamente, se ha difundido la idea de que es estar en Redes Sociales.

En realidad, un proceso de Branding Personal es como hacer un buen plato de comida. Es una suma de ingredientes entre los que están algunos de los anteriores como la imagen, la visibilidad, la diferenciación,… pero cada uno de ellos es simplemente un ladrillo del edificio. Igual que si cocinamos unas lentejas, también influye la forma en que lo hagas y el amor que pongas en ello.

Para mí hay tres factores fundamentales en el éxito de una Marca Personal o de cualquier marca en general.

Uno es la relevancia, la utilidad, el valor, el beneficio o resultado positivo de lo que ofreces o haces. Es lo que he comentado muchas veces en este blog sobre la necesidad de tener un «producto». Si no tienes algo que aportar es cuando se hace realidad eso de que el «producto eres tú». Cuando no tienes nada que vender, entonces es cuando tienes que «venderte» y ya sabes que si «te vendes, estás vendido».

Otro factor es la confianza. Para mi, las grandes marcas lo son porque son fiables, creíbles. La confianza es más importante cuanto más delicada o arriesgada sea la decisión. Elegir un colegio para los hijos, un hotel para las vacaciones o un profesional va a depender mucho de la seriedad y predecibilidad que transmitan. A las personas no nos gustan las sorpresas salvo que vayamos a ver una peli de miedo.

El último factor es la visibilidad, la notoriedad. Si resulta que tienes algo valioso que ofrecer y además eres alguien de quien me puedo fiar pero no te conoce nadie, entonces tu trabajo y esfuerzo es bastante inútil. Por otra parte, cuando alguien es conocido y reconocido, también afecta a su credibilidad por aquello de que si todo el mundo habla de ti, será por algo («su fama le precede»).


Pero ¿cómo se consigue esa confianza? ¿cómo puedes hacer que alguien te crea? En realidad, como ocurre con todo lo relacionado con el Branding Personal, es principalmente una cuestión de tiempo. esfuerzo y consistencia.

Hay que entender que la confianza no se pide, se gana. Digo esto porque los políticos son especialistas en pedir nuestra confianza cuando no han hecho nada por ganársela o, peor aún, llevan años haciendo lo posible por perderla.

Por otra parte, es muy difícil de construir pero puede perderse en un instante. Samsung, Volkswagen o cualquier situación en la que a ti mismo te hayan pillado en una mentira son ejemplos de lo volátil que es la credibilidad y lo difícil que es recuperarla.

La mejor forma de que alguien se fíe de ti es que alguien fiable te recomiende y hable de lo que eres capaz de hacer. Pero claro, para eso debes haber sido capaz de haber hecho antes con esa persona lo que dices que haces. Es decir, que tienes que tener una oferta y haberla hecho visible. Desgraciadamente dospuntocerolandia está adulterando todo esto porque cada «me gusta» irreflexivo o cada recomendación en LinkedIn a algún semidesconocido puede debilitar tu capacidad de prescripción. Por lo tanto, si quieres generar confianza, tienes que conseguir que haya un número elevado de personas que hayan probado tu trabajo y puedan hablar bien de él.

La otra forma de que alguien esté dispuesto a darte una oportunidad es demostrando, dando una muestra de tu trabajo. Aquí si que Internet puede jugar un papel importante. ¿Qué hacen las empresas cuando quieres que te arriesgues con un nuevo producto? Pues te lo dejan probar. Un coche, una App, un nuevo batido, una muestra gratuita. ¿Qué haces tu cuando quieres que una empresa, cliente o colega se arriesgue contigo? Pues deberías utilizar todos los canales posibles para mostrar y demostrar tus cualidades.

El currículo es una herramienta en desaparición porque no demuestra nada. Si tienes que elegir a alguien que lleva años hablando de su profesión y enseñando sus éxitos y fracasos aprendizajes en un blog  o a otro que te envía un documento con una lista de cursos y empresas por las que dice que ha pasado ¿quién es más fiable? Por eso digo que el CV sólo debería tener una línea, tu dirección de Internet.

Fotos, artículos, vídeos, hablar en público, consejos a un desconocido en un encuentro de networking,… Utiliza todos los canales a tu disposición para mostrar, demostrar y conseguir que otros hablen bien de ti, perdón, de tu trabajo. Por eso es importante eso de compartir en La Red. No porque seas una persona generosa y desprendida sino porque estás demostrando y divulgando tu saber hacer. Así que, podríamos asumir que los dospuntocerolenses más «generosos» también son los más interesados.

Hay más formas de generar confianza. Ofrecer garantías, el tiempo que llevas trabajando en tu especialidad, premios, títulos, comunicar con claridad, capacidad de empatía y sintonía,… Pero lo importante es que entiendas que una Marca Personal se construye con una buena oferta, una visibilidad adecuada y, sobre todo, consiguiendo que te crean. Al final el Branding Personal es una cuestión de fe.





Compartir esta publicacion