Venta. Si no te dan trabajo, vende tu trabajo
Hablaba hace unos días con Claudio sobre la cada día mayor inutilidad de dospuntocerolandia para vender tu trabajo o para llamar la atención de un potencial empleador y sobre la necesidad de salir de la burbuja de relaciones.
Estábamos de acuerdo en que, como creo que todos hemos comprobado o, al menos lo sospechamos, la mayor parte de nuestras interacciones en Internet se producen con el mismo grupo de personas.
Cada vez que subimos un contenido, un tuit, una foto a Instagram o una «tontá» al Facebook, reaccionan las mismas personas/amigos/conocidos.
Lo que ocurre es que si queremos que ese tiempo y esfuerzo que estamos dedicando, tenga algún resultado real, además de un puñado de «me gusta» de nuestros contactos, debemos hacer algo distinto. Eso implica pensar de otro modo a la hora de vender nuestro trabajo.
La pasada semana probé haciendo una promoción de mis cursos de Networking y de Etiqueta de Negocios. El resultado ha sido espectacular. De pronto, se dispararon las visitas y las solicitudes de esos programas.
En realidad, no hice nada original o fuera de lo común. Simplemente hice una pequeña acción comercial.
En la conversación con Claudio de hace unos días, me convenció de la necesidad de invertir en publicidad en Internet. No se trata de hacer megacampañas en Redes Sociales sino de salir de esa burbuja de relaciones recurrentes que mantenemos en dospuntocerolandia.
Llegar a quienes les interesa lo que ofreces
Un comentario que se repite entre quienes llevamos un tiempo en Internet es que los amigos no suelen comprar lo que ofreces y los «likes» no pagan facturas. Ojo, no digo que no sea agradable leer los comentarios de la gente a lo que haces. Lo que digo es que hay que ir a quienes puedan estar realmente interesados en tu trabajo.
Aquí no estoy hablando sólo de profesionales independientes como yo sino de cualquier persona que quiera llamar la atención sobre su trabajo, desde consultores o coaches a profesionales en transición pasando por directivos o estudiantes que van a incorporarse al mercado laboral.
Lo bueno que tiene la publicidad en Internet es que, bien gestionada, puede tener buenos resultados con una inversión pequeña.
No esperes a que te compren
A veces, una bendición puede convertirse en una maldición. Me explico. Cuando tienes una idea interesante y novedosa o eres un/a profesional más o menos reconocido, puede ocurrir que no tengas que preocuparte demasiado de la parte comercial de tu trabajo porque no vendes, te compran.
Eso me ha ocurrido a mi, tanto en mi época de profesional por tu cuenta ajena como cuando he desarrollado mis propias ideas.
El problema es que eso no suele durar demasiado. Pronto surgen otros profesionales más jóvenes o mejor preparados, o te copian la idea o esta deja de ser tan atractiva. Y entonces es cuando te das cuenta de que hay que salir a vender. Que no basta con parapetarse detrás de una pantalla, hacer un nuevo currículo o quejarte de lo injusto que es el mundo por no valorarte como mereces.
Venta, la asignatura pendiente
Nuestros políticos se empeñan en (intentar) meter nuevas asignaturas absurdas en los planes educativos. Sin embargo, nunca nos han enseñado a vender, a convencer, a persuadir. Más bien al contrario. La venta se ha asociado con algo para gente extrovertida y con un punto manipulador.
Pero lo cierto es que nos pasamos la vida vendiendo lo que hacemos y lo que ofrecemos. Desde el momento en que queremos que «nos compre» la persona que nos gusta hasta la entrevista de trabajo pasando por la negociación con nuestros hijos sobre casi todo o, la comercialización de nuestros productos o servicios si somos independientes, emprendedores o empresarios.
El miedo a vender
Como casi siempre, el mayor problema está en ti mismo/a. Vergüenza, miedo, pudor, desconocimiento. Hay un montón de razones por las que no nos tiramos a la piscina y no hacemos lo que debemos hacer.
- ¿Qué van a pensar mis seguidores (si, esos que te quieren mucho pero no te compran nada) si te vuelves más comercial?
- ¿Cómo voy a vender algo si no sé ni como llamarlo, empaquetarlo o publicitarlo?
- ¿Donde están quienes puedan estar interesados en mi trabajo? ¿Quiénes son?
Vender es duro, pero es imprescindible para que una Estrategia Personal tenga éxito. Hay una gran obsesión por ser visible o conocido, pero esa sólo es una parte del proceso. Si no eres capaz de convertir esa notoriedad en dinero o en algo que te acerque a tus objetivos o te proporcione la vida que deseas, el proyecto acabará pronto.
Sal a vender, prueba, haz publicidad de tu trabajo (sea cual sea tu situación profesional), pero deja claro que lo que haces tiene valor y que si alguien no está dispuestos a reconocerlo, entonces, que dejen paso a quienes si lo están.