Hay unos cuantos conceptos que se repiten con frecuencia cuando se habla de diseñar tu futuro profesional. «Persigue tus sueños», «haz lo que que apasiona», «convierte tu pasión en tu profesión». Me temo que ese tipo de ideas surgieron en los felices 80 y 90. Eran años en los que el futuro parecía brillante y el mundo sería cada día mejor. Persigue tus sueños… o no Muchos libros de autoayuda,
Cuando hablo de Estrategia Personal y especialmente de Marca Personal suelo preguntar para qué vamos a dedicar tiempo y esfuerzo a ello. Suelen darme respuestas del tipo «para diferenciarnos», «para que nos conozcan», «para que confíen en nosotros». Todas esas son respuestas correctas, pero sólo a medias porque esos son beneficios colaterales de trabajar tu proyecto personal o profesional. El resultado deseado de todo ese trabajo es la combinación de
He comentado alguna vez que si hay algo que podría haber hecho mejor en mis proyectos como Profesional Libre es haber tardado menos en sacarlos adelante. Suelo pensar que quizás es la pereza o el desconocimiento de la forma de hacer las cosas lo que, con frecuencia, ha sido la causa de esos retrasos. Sin embargo, creo que lo que realmente impide que lleguemos a donde queremos no es no
A la hora de crear mi modelo de Estrategia Personal, quizás la parte en la que he cambiado más de opinión ha sido la que pone en marcha el proceso y establece la dirección y el sentido de lo que debemos hacer. A esa parte la llamo Propósito e incluyo elementos como la Motivación, la Visión, los Objetivos, la Misión o los Valores. Es decir, aquellos factores que hacen que
Si hay un elemento de la Estrategia Personal que es especialmente difícil de tratar es el del Propósito, decidir PARA QUÉ vas a meterte en ese berenjenal. No es que requiera unos conocimientos o habilidades especiales, sino algo posiblemente más duro, tomar una decisión. Constantemente me encuentro con profesionales que van encadenando un curso o un master tras otro. Que siempre consideran que les falta algo por aprender. Pero cuando
Una y otra vez compruebo en mis cursos que lo más difícil de la Estrategia Personal no es la parte más «técnica» como el uso de herramientas de Internet o el aprendizaje de habilidades. El problema no es el CÓMO sino el PARA QUÉ, el POR QUÉ o el QUÉ. El CÓMO es algo que puede resolverse siempre y cuanto sepas lo que quieres. Lo que es imposible es decidir
Como vengo repitiendo en los últimos tiempos, parece que el desánimo lo está invadiendo todo. Es verdad que las circunstancias no ayudan, pero no podemos quedarnos paralizados esperando que las cosas cambien. Suelo decir que identificar problemas es el primer paso para solucionarlos, pero si te quedas ahí, sin hacer nada, esos problemas no sólo no desaparecerán sino que se harán más grandes. Así que, párate un rato, sólo un
Suelo insistir mucho en establecer Objetivos para poder diseñar una Estrategia Personal. Sin objetivos es imposible trazar un plan con acciones, no podemos hacer «ingeniería inversa». Es complicado generar confianza si no eres capaz de decir qué narices quieres. Tu Marca Personal será algo difuso y complicado de posicionar si no has escogido un hueco en el que quieras «vivir» en la mente de otras personas. El Elemento Objetivos lo
Este fin de semana fui a ver la nueva película de catástrofes de Roland Emmerich. Lo de nueva es una forma de hablar porque es la misma historia que lleva contando desde hace años. Pero en este caso no lo digo como algo negativo sino como una forma de decir que todavía queda algo a lo que podemos agarrarnos. La película es Moonfall y sin hacer espoiler diré que va
Hace un par de años descubrí a Glenn Cooper. Es un autor de novelas de aventuras que te gustará si pasas un buen rato con las de Michael Crichton u otros autores que mezclan ciencia e intriga. No es que vayan a darle el Nobel de literatura, pero te hacen pasar un buen rato y evadirte. Este verano leí su trilogía Condenados. No te hago spoiler si te digo que