Contratos y apretones de manos
En el número de diciembre de Business 2.0 varias decenas de empresarios y profesionales de éxito, dan consejos basados en su experiencia. Creo que todos son estupendos por lo que tienen de sentido común, pero me llamó especialmente la atención la sugerencia de un mago llamado Penn Jillette.
Viene a decir que los contratos empresariales son basicamente inútiles por si solos. Una relación empresarial se basa en la confianza y un contrato no va a solucionar lo que la mala fe de una de las partes pueda producir. Por eso sugiere que no firmes jamás un contrato con alguien con quién un apretón de manos no sea suficiente. Está muy en linea con algo que escribí hace meses sobre la importancia de la reputación que no es otra cosa que la Marca Personal.
Aunque no soy partidario de cortipegas y menos en inglés, creo que en este caso merece la pena porque no consigo poner el enlace.
Penn Jillette
Magician, author, and producer
This was the hardest thing to learn when I was 19. When we first started doing Penn & Teller shows, I thought that if you had a contract, it was enforced. I thought there were the contract police — so you’d sign a contract that says you’re going to give me a million dollars, and if you don’t have a million dollars, someone will step in and give me my million anyway. Right.
That’s one of the hardest lessons for a guy like me who has no interest in business but now runs a multimillion-dollar enterprise. A contract is not much of a legal document. It’s just an agreement that two people who trust each other have made. You can’t enter into a contract with anyone that you wouldn’t make a handshake deal with, because everything comes down to a handshake deal.
The more experience I got in showbiz, the less I read the contracts. Now I don’t bother. If I can’t make the deal in a phone call, and have them understand it, then it’s not a worthwhile deal. You’re making a deal with the people, not with the contract. That’s a mistake that people make a lot: «We’ve got it in writing now.» The contract is clarification, but it’s not enforcement.