Marca Personal. Al etiquetar, te etiquetas

Hablaba aquí hace unos días de un documental muy interesante sobre la vida (y muerte) del chef Anthony Bourdain.

Una de las cosas que más disfruto al ver documentales sobre la vida de personas conocidas es descubrir muchas facetas que pasan desapercibidas porque sólo nos quedamos con la superficie, con lo que más destaca o quieren hacer destacar.

Sobre lo poco que vemos de estas personas famosas, pero también de muchas otras con las que nos encontramos en la vida real y también la virtual, nos creamos una imagen.

Cuando vemos un tuit o simplemente un avatar en una red social de alguien a quien no conocemos más que por lo que vemos en dospuntocerolandia, rápidamente etiquetamos.

Etiquetar forma parte de nuestra naturaleza

Etiquetar es algo natural y seguramente algún antropólogo explicará que es un mecanismo de supervivencia que permitía vivir un día más a los hombres primitivos cuando se encontraban con algún desconocido. El problema es que ese etiquetado nos hace perdernos la posibilidad de conocer mejor a otras personas que son mucho más complejas de lo que vemos en un primer (y quizás único) vistazo.

El Branding Personal pretende que esas etiquetas que nos van a colgar sí o sí, sean las que más se ajustan a lo que somos (o lo que creemos que somos). Pero no siempre se consigue.

Poco después de ver el documental de Bourdain, vi otro sobre Gianluca Vacchi. Vacchi muestra la faceta más alegre de la existencia. Es ese influencer al que quizás hayas visto bailando o disfrutando o viviendo la vida de un modo hedonista llevado hasta el extremo.

La etiqueta inmediata al ver por primera vez a un señor «mayor» haciendo cosas que se nos escapan a la mayoría de los mortales es, «¿Quién es este imbécil?». Y desgraciadamente ahí nos quedamos, entre la envidia y el juicio negativo para quedarnos tranquilos.

Analiza lo que hay detrás de un adjetivo

En el documental explica que Vacchi, antes de llegar a lo que es ahora ha competido en deportes como esquiador con cierto éxito, ha arriesgado mucho en los negocios que le han hecho ganar dinero, ha puesto en marcha proyectos, ha sido un inversor inteligente, ha triunfado como DJ en una edad en la que otros ya están jugando a la petanca y, sí, también se ha convertido en un icono de la buena vida.


Seguramente el documental es una visión parcial que escoge lo que él quiere transmitir, pero al verlo casi te dan ganas de pedirle disculpas por haberle juzgado de forma injusta. Y, salvo que lo que nos cuenta sea todo mentira y pura propaganda, hay un elemento que se repite en aquellos que tienen éxito, me refiero al trabajo, el esfuerzo, la disciplina y un propósito claro.

Al etiquetar alegremente, te etiquetas tú

Creo que cuando juzgas alegremente a alguien a quién apenas conoces o de quién lo único que sabes es lo que has leído en un tuit o visto en una foto, quien queda etiquetado eres tú. No sé si elegiría a alguien que descarta, descalifica o cuelga un adjetivo a otras personas con tanta facilidad.

Ojo, yo soy el primero que he etiquetado, casi siempre de forma negativa a mucha gente de la que apenas sabía nada. Afortunadamente creo que es algo que se va pasando con la edad, pero todavía persiste.

Etiquetar sin conocer te hace perder oportunidades, te limita, reduce tu mundo a tus propias creencias. Quizás te haga sentir bien porque «tu eres mejor que ellos». Pero lo cierto es que tu Marca Personal se hace más y más pequeña y débil.

Las etiquetas reducen tu libertad y tu mundo

Creo que cuando dejas de etiquetar y te despreocupas del modo en que te etiquetan a ti, consigues algo en lo que insisto mucho aquí, me refiero a la libertad. La libertad de permitir que los demás sean como les apetece y la libertad de ser tú mismo (sí, ya sé que es un topicazo).

Creo que tanto Bourdain como Vacchi han hecho y han sido lo que les ha apetecido. Y eso les ha permitido dejar huella.

En dospuntocerolandia hay cada día más jueces (ya estoy juzgando) y menos personas libres. Cada día estamos más limitados a la hora de hacer o decir por miedo a lo que los cuatro que «te siguen» puedan opinar.

Pero cuando adaptas tus etiquetas no a lo que quieren los demás sino, algo peor, a lo que crees que esperan quienes se encuentran contigo, dejas de ser tú y tu Marca Personal se convierte en SU Marca Personal.

No te digo que dejes de etiquetar porque creo que eso es algo que forma parte de nuestra naturaleza, pero antes de hacer o decir algo sobre el etiquetado/marcado, intenta conocerlo un poco mejor. De lo contrario, como te decía antes, el etiquetado serás tú.





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