Aunque a veces parece que sólo recientemente hemos vivido algunas crisis, lo cierto es que, al menos yo, apenas recuerdo alguna etapa en la que no haya habido problemas graves. La primera crisis que recuerdo, cuando yo tenía siete u ocho años es la del petróleo de los 70. Parecía que quedaban años o incluso meses para que el mundo se quedase sin suministros de crudo. Si lo de ahora
Como vengo haciendo cada año desde hace unos cuantos, llegó el momento de desaparecer durante los meses de julio y agosto. No estoy hablando de tomarme unas vacaciones porque posiblemente en estos dos meses no sólo no dejo de trabajar sino que le echo más horas, simplemente cambio de actividad. Precisamente dejé de tener vida virtual en verano cuando empecé a escribir libros. En esos meses es cuando los escribo
A estas alturas supongo que te habrás dado cuenta de que yo soy más de chuletón que de maratón. Vamos, que si un día desaparezco, es difícil que me encuentren en un gimnasio o haciendo Crossfit o la forma de machacar el cuerpo que esté de moda en ese momento. Sin embargo, quizás por mis años como profesional de la distribución, me encanta visitar tiendas de todo tipo, incluso negocios
Este fin de semana terminé de ver Mar de la Tranquilidad, una serie coreana de ciencia ficción. Bien hecha. Como todas ahora. Nada que no hayamos visto otras veces en muchas otras películas. Al terminar de ver los ocho capítulos en dos fines de semana tuve una sensación que se repite cada vez que veo una serie que, por cierto, es algo que hago con poca frecuencia. Sentí que había
Quizás tu también te has dado cuenta, pero desde hace ya bastantes meses parece que han desaparecido esos mensajes buenistas y «flower power» en los que alguno decía que el dinero no era importante. Supongo que es fácil ponerse místico y desprendido cuando sabes que vas poder irte de vacaciones, cambiar de coche o ir a cenar cada fin de semana porque pasta no te va a faltar. Hoy, cuando
Hace algunos años, una multinacional de Relaciones Públicas, me pidió que impartiese a sus profesionales un taller de Networking. Lo realizamos a principios de Julio y, aunque les pareció muy útil e interesante, había algo en sus miradas que me enviaba alguna señal extraña. Al preguntarles sobre esa sensación, una de las asistentes me dijo que pondrían en marcha lo aprendido, pero que ya sería después del verano porque eso
Esta semana, en un curso de Estrategia Personal para mujeres directivas, surgió un comentario habitual cuando se trata de gestionar los recursos disponibles, especialmente cuando hablamos de profesionales por cuenta ajena. Si el recurso más problemático para un profesional independiente suele ser el dinero, cuando hablamos de aquellos que trabajan en una empresa, este suele ser el tiempo. Entiendo, porque lo he vivido y sufrido durante quince años como «cuentajenado»,
Una de las cosas que nos ha traído Internet es la abundancia, por no decir el exceso, de consejos sobre actividades y tareas que podemos o debemos hacer en relación a todos los asuntos posibles. Si tuviésemos que hacer caso de lo que nos proponen (yo también soy parte de esta intoxicación) necesitaríamos vivir diez vidas… como poco. Creo que hay que parar, al menos de vez en cuando. Y
No sé si a ti te está pasando lo mismo, pero esta época extraña me está haciendo replantearme muchas ideas relacionadas con el tiempo. Por un lado parece que los meses en los que estuvimos en arresto domiciliario teníamos demasiadas horas libres. Por otro, eras demasiado consciente de hasta qué punto nos estaban quitando (y siguen haciéndolo) días, vivencias y experiencias en nuestra vida que jamás podremos recuperar. Y por
Como suele ocurrir, nos acordamos de lo importante cuando nos falta. Esto es aplicable al dinero, al tiempo, a los amigos o a la libertad. Desgraciadamente, en estos momentos, nos están fallando varios de ellos. Hay un factor que solemos olvidar, pero que quizás es el más importante de todos. Me refiero a la Salud. Quizás te preguntes qué tiene que ver esto con la Estrategia Personal, pero es mucho