Andrés Pérez Ortega

Estrategia Personal para Profesionales

  • E-mail
  • Facebook
  • Flickr
  • Google+
  • Instagram
  • LinkedIn
  • RSS
  • Twitter
  • Youtube

contacto@andresperezortega.com
Tel. 678 544 817

  • Inicio
  • Blog
  • Programas
    • Estrategias
    • Tácticas
  • Marca Personal
    • Razones
    • Mi Manifiesto de Branding Personal
    • Preguntas Frecuentes
    • Bibliografía
  • Documentos
    • Multimedia
  • Mis libros
    • Marca Personal
    • Expertología
    • Te van a oír
    • Marca Personal para Dummies
  • Bio
    • Sherpa
  • Contrátame

14 noviembre, 2017 By Andrés Pérez Ortega

Si sabes lo que va a pasar ¿por qué no cambias tu estrategia?

Hace unos días aparecía una noticia en El País confirmando algo que ya sabemos desde hace años, que un trabajo ya no es suficiente para salir de pobres. Esto ya lo explicaba de maravilla Raimon Samsó en el extraordinario El Código del Dinero y, además, te ofrecía soluciones para evitarlo.

Evidentemente todo esto se puede discutir. Hay trabajos mejores y peores, no todo el mundo lo sufre de la misma manera, bla, bla, bla. Pero lo que está claro es que no sólo no hay suficientes empleos como “los de antes” sino que los que hay están mucho peor pagados. Suelo decir que hace unos años ser un “mileurista” era algo penoso, pero hoy muchos firmarían por tener esos ingresos.

Por otra parte, este fin de semana, tenía una pequeña colaboración en el artículo de Expansión de Tino Fernandez titulado Guía para no ser el eterno rechazado en el mercado laboral en el que se hablaba de los problemas para encontrar un empleo. A partir de ese artículo, algunas personas comentaron en Twitter y en LinkedIn que todo eso está muy bien pero que las empresas deberían de, tendrían que, habrían de,…

Muy bien, no digo que no. Yo soy el primero que ha criticado en este blog determinados comportamientos empresariales en general y de R2H2 en particular. Procesos de selección patéticos, desprecio por el talento de las personas más experimentadas, “commoditización” de los profesionales, incomprensión o rechazo de los valores de los más jóvenes, etc. Pero si ya sabes que esto es así, ¿a qué esperas para probar algo diferente?

Si sabes que los salarios como cuentajenado son cada día más precarios (eso si tienes la oportunidad de conseguir uno), ¿por qué no intentas mover otras palancas? ¿y si sales del eterno círculo vicioso de currículo, silencio, depresión y vuelta al currículo?

Tratar de conseguir “clientes” (alguien que te pague por lo que eres capaz de aportar) sólo enviando currículos en papel o a través de Infojobs es como si una empresa basa la existencia de su proyecto en poner anuncios en los parabrisas de los coches o eso que hacen los cerrajeros de poner una pegatina en el portal (junto a otras decenas similares).

La solución no es poner más o más grandes sino en probar nuevas acciones.

Ya sé que soy muy cansino con esto, pero ¿no crees que es mejor enseñarme (Blog, YouTube, Conferencia,…) que decirme (Currículo, entrevista de trabajo) lo que eres capaz de hacer? ¿No crees que hay formas más adecuadas de transmitir tu mensaje? Ah, y crear una web unicamente para poner tu currículo tampoco vale.

¿Y si cambias el destinatario de tu mensaje? ¿Y si en vez de buscar al intermediario (cazatalentos) intentas localizar y conectar con quién necesita a alguien como tú aunque ni siquiera lo haya pensado hasta que te conoce? ¿Donde se juntan quienes toman las decisiones (empresarios, emprendedores, responsables de departamento? y ¿Qué te impide acercarte a esos sitios y empezar un contacto? Ojo, hablo de iniciar una relación en la que vayas con mentalidad de aportar, no de entrar a saco. Pero vamos, que no es diferente de lo que harías en otro tipo de relaciones más personales.

¿Y si resulta que tu problema es que te has quedado algo oxidado o completamente obsoleto? Pues quizás hay que aceptarlo y aprender lo antes posible algo que te permita construir sobre lo que ya tienes. No me refiero a dedicar cinco años a hacer una carrera sino a adquirir las habilidades, conocimiento o experiencia suficiente como para arrancar de nuevo el motor.

¿Y si en vez de prepararte para superar esas Gymkanas tan divertidas que organizan algunos de reclusos humanos en forma de tests psicológicos, entrevistas grupales o comidas trampa te entrenas para mantener una conversación, hablar en público o diseñar una oferta profesional atractiva?

¿Y si en lugar de deprimirte porque no quieren a gente mayor, conviertes esa experiencia en una fortaleza y lo demuestras? ¿Y si en lugar de decir que el sistema no quiere a los jóvenes, utilizas esa energía para demostrar que precisamente esa juventud te permite saber cosas que los “senior” desconocen y te arriesgas a hacer cosas que otros con más “hipotecas” no se atreven?

¿Y si en lugar de decir que todo está mal empiezas a decir lo que habría que hacer para que estuviese bien? Parece que los seres humanos tenemos tendencia a dar la razón a quienes piensan como nosotros y se quejan de las mismas cosas que no nos gustan. El problema es que el mundo no quiere quejicas (y puedes creerme porque yo tengo tendencia a serlo) sino a quienes solucionan problemas o, al menos ofrecen ideas aunque parezcan ridículas.

Aquí no estoy hablando de actitud positiva ni de ese pensamiento mágico que tratan de vendernos algunos. Precisamente va de que si eres capaz de ver problemas en todas partes, entonces tienes gran parte del camino andado porque sólo tienes que aportar tus soluciones. ¿Y si ves algo que no funciona en una gran cadena de ropa, en una empresa de gasolineras o en un medio de comunicación y explicas lo que harías para resolverlo?

¿Y sabes una cosa más? Pues que posiblemente nada de lo que te he dicho funcione (o quizás si), pero he comprobado tantas veces que personas, animales y cosas que daban por desahuciadas resulta que pueden tener una segunda, tercera o n-oportunidad que creo que siempre hay que mover todas las palancas posibles.

Perdona que me ponga tan vehemente pero es que al final me voy a ver obligado a repetir esa cita tan habitual en Twitter: Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes que dicen que dijo Einstein.

NOTAS:

La última semana de Noviembre tengo dos eventos por mi “terreta”. Aquí los tienes por si te apetece acercarte. Luego no me digas que no hay oportunidades para hacer Networking ;)

28 Noviembre. 9:45 a 14:00. Fundesem. ENCUENTRO PROFESIONAL DE ASESORES. El principal evento para despachos profesionales y asesorías de la Comunidad Valenciana y Región de Murcia. Con Sergio de Mingo y Alex López. Más información aquí.

30 Noviembre. 8:30 a 14:30. Centro de Congresos de Elche. FORO DIGITAL #ElxEmplea 2017. Han organizado una movida muy chula con gente de primer nivel. Échale un vistazo.

Archivado en: Sin categoría

10 noviembre, 2017 By Andrés Pérez Ortega

La huella más profunda se deja cuando estás cerca

Es curioso, pero esta semana me dí cuenta de que, en los más de mil setecientos posts que he ido subiendo a este blog, apenas he tratado en profundidad uno de los canales más importantes para dejar huella. Me refiero a las relaciones personales directas, al cara a cara, a la gestión de la red de contactos, a lo que ahora llamamos Networking.

Quizás este “olvido” se deba a mi carácter. Como ya he comentado alguna vez, me considero introvertido que es diferente a ser tímido. Aunque disfruto mucho dirigiéndome a un grupo de gente o creando contenidos útiles en Internet, me cuesta más mantener una conversación más cercana y personal si no tengo confianza.

Sin embargo, si hay un momento en el que la Marca Personal es más importante y su efecto es más potente es precisamente cuando nos ponemos enfrente de otra persona (¿nos enfrentamos?).

Es cierto que, en teoría, las herramientas dospuntocero nos permiten llegar más lejos y a más gente, pero lo que se gana en alcance se pierde en fuerza.

No tiene punto de comparación una mirada o una sonrisa con un emoticono en Twitter o en un whatsapp, una charla profesional con el mejor perfil de LinkedIn, una buena presencia con la mejor foto de Instagram o una buena conversación aliñada con algunas risas (o lágrimas) con un post o una publicación en el muro de Facebook.

Una gestión adecuada de tu red de contactos te permite mostrar lo mejor (y lo peor) de ti. Te ayuda a confirmar o destruir las ideas o prejuicios que has ido generando. Acaba con muchos malentendidos. Consigue generar una confianza y/o una sintonía o “química” imposible de alcanzar cuando utilizas intermediarios tecnológicos. Te permite detectar necesidades ocultas que se convierten en oportunidades para demostrar tu valor.

La cuestión es, si es tan estupendo ¿por qué no lo practicamos más? Pues seguramente por las mismas razones por las que no gestionamos nuestra Marca Personal. Tiempo, pereza, desconocimiento, vergüenza,…

Evidentemente es más sencillo, cómodo y seguro (aparentemente) sentarse tras una pantalla y comunicarnos desde ahí. Pero como te digo, eso no tiene ni punto de comparación con escuchar a una persona a unos centímetros de distancia que, como decía el anuncio, “es donde un hombre se la juega“. Construir nuestro posicionamiento a base de herramientas virtuales es como crear tu casa de paja como en los tres cerditos.

Supongo que a muchos nos da corte “entrarle” a alguien para iniciar una conversación. Sin embargo, es algo que tenemos a nuestro alcance constantemente. No hace falta asistir a un evento de Networking para dejar huella. Insisto en que yo soy el primero al que todo esto le parece complicado, pero resulta que funciona.

Cuando vas a un evento en el que hay potenciales clientes, prescriptores o simplemente amigos y te quedas en una esquina viéndolas venir, el problema no es que no dejes huella sino más bien que la que vas a dejar no va ser demasiado positiva. Si resulta que explicas en tu blog o en tus cursos online que eres experto en comunicación pero eres incapaz de intercambiar unas palabras con alguien que no se esconde tras un avatar, entonces algo falla.

Debes tener en cuenta que cuando cuando un grupo de profesionales se junta en un evento de cualquier tipo, nadie se va a asustar porque trates de unirte a esas personas que están charlando. Es cierto que será más fácil integrarse si has hecho los deberes. Si resulta que tienes un blog o un sitio en La Red donde hables de algún tema relacionado con el evento no sólo será más fácil presentarte sino que posiblemente alguien te conozca y te salude. A partir de ahí, todo es mucho más sencillo.

Hay excelentes profesionales de Networking en España sin tener que buscar a los anglosajones que, a veces dicen cosas muy útiles para alguien de Ohio pero bastante absurdas para alguien de Móstoles o Mérida. Nohelis Ruiz Arvelo está contando cosas muy chulas sobre el tema y tiene un libro excelente. Mi querida Rosaura Alastruey lleva hablando de Networking desde tiempos inmemoriales. Y mi amigo Juan Díaz-Andreu es el NETWORKER (punto).

El Networking, como el Branding, son gerúndios. Eso implica acción, planificación, gestión. Y quizás eso es algo que nos produce cierto rechazo. ¿Como vamos planificar las relaciones personales? Joder, somos latinos, mediterráneos, lo nuestro es la improvisación, la juerga, el colegueo. PUES NO o, al menos no es incompatible mostrar un lado humano con una cierta planificación. Se trata de ser eficientes, no de convertirnos en ROBOCOPS intercambiadores de tarjetas. ¿Verdad que ir a hacer la compra con una lista no te impide saltártela o darte un capricho? Pues aquí igual.

Todo empieza, ¡como no! con decidir lo que quieres. Ya sabes, objetivos, metas, y esas cosas tan etéreas. Y a partir de ahí ir tirando del hilo. ¿Quién me puede ayudar? y más importante ¿a quién puedo ayudar? ¿Dónde están esas personas? ¿Qué puedo decir? y más importante ¿estoy preparado para escuchar? ¿Qué tengo que hacer? ¿Cómo debo comportarme?

Como ves, trabajar (Working) tu red (Net) implica trabajo, esfuerzo, propósito, generosidad, comunicación,… Pero ya te digo que una vez que te pones en marcha, van sucediendo cosas y eso que ahora te (nos) parece tan complicado resulta que no lo es tanto y además es treméndamente satisfactorio.

Por cierto, esta semana Claudio Inacio ha escrito un post muy interesante y completo sobre el Networking y la Marca Personal, no te lo pierdas.

Guía completa de Networking con ideas para optimizar tu red de contactos y potenciar tu Marca Personal

NOTAS:

La última semana de Noviembre tengo dos eventos por mi “terreta”. Aquí los tienes por si te apetece acercarte. Luego no me digas que no hay oportunidades para hacer Networking ;)

28 Noviembre. 9:45 a 14:00. Fundesem. ENCUENTRO PROFESIONAL DE ASESORES. El principal evento para despachos profesionales y asesorías de la Comunidad Valenciana y Región de Murcia. Con Sergio de Mingo y Alex López. Más información aquí.

30 Noviembre. 8:30 a 14:30. Centro de Congresos de Elche. FORO DIGITAL #ElxEmplea 2017. Han organizado una movida muy chula con gente de primer nivel. Échale un vistazo.

Archivado en: Sin categoría

7 noviembre, 2017 By Andrés Pérez Ortega

¿Cuál es tu plan de I+D Profesional?

Cada vez que leo o escucho algo sobre reinventarse o de salir de la zona de confort siempre tengo la sensación de que es una especie de huida hacia adelante.

Parece que cuando las cosas no van como esperabas, hay que romper con todo y empezar de nuevo. Yo creo que eso tiene algo de cobardía, de pereza o incluso de falta de confianza en uno mismo.

La vida no es sencilla y nos pone a prueba constantemente, pero no tiene sentido tirar el tablero y acabar bruscamente con la partida cada vez que tenemos la sensación de que vamos perdiendo.

Cuando doy clases a alumnos de masters siempre me encuentro a unos cuantos (y cada vez más) que van encadenando un curso tras otro porque siempre piensan que les falta algo por aprender antes de lanzarse al mercado laboral. Evidentemente nunca lo sabemos todo y siempre hay que estar aprendiendo cosas nuevas. Pero eso no debería ser una excusa para no lanzarse al mundo real.

Eso de la generación más preparada de la historia ha hecho más mal que bien. Quizás hubiese sido preferible ser una generación menos preparada pero más atrevida/innovadora/rompedora.

Creo que existe una forma de ampliar horizontes profesionales sin tener que romper con todo. Sería equivalente a tener nuestro plan de Innovación, nuestra estrategia de I+D profesional o personal.

Te cuento esto porque hace algunos meses empecé a sentirme estancado en mi proyecto profesional. Curiosamente esas etapas valle en las que parece que no vas ni para adelante ni para atrás coinciden con los momentos en los que las cosas van bien. Eso significa que tienes demasiado trabajo como para pensar en otras cosas y/o generas suficientes ingresos como para relajarte (especialmente si te ha costado llegar hasta ahí). El problema de estas fases de tranquilidad y comodidad es que acaban apolillándote.

Como profesional por cuenta ajena, esto puede ser todavía más grave. Cuando llevas meses o años en una misma organización pierdes gran parte de tu capacidad de reacción, prefieres no hacer nada que llame la atención o simplemente no te quedan ganas de complicarte la vida cuando llegas a casa a las tantas tras un día de mierda en el trabajo.

Como ves, esto que nos sucede no es muy diferente de lo que les ocurre a las empresas que fueron grandes pero se durmieron en los laureles y dejaron que otras les comiesen la merienda. Seguro que todos podemos dar lecciones a una multinacional que ha vivido mejores épocas pero ni se nos ocurre plantearnos que a cualquiera de nosotros nos pasa o nos puede pasar lo mismo.

Creo que la solución está en algo de puro sentido común: innova, experimenta, crea, prueba. Si te fijas no te estoy diciendo aprende, estudia, haz el n-curso, sino más bien que te tires a la piscina de los niños en la que te puedes mojar pero no te vas a ahogar. Vamos, que hay formas de abrir nuevas puertas sin cerrarte las actuales.

Afortunadamente hoy tenemos la posibilidad de conseguir las “materias primas de conocimiento” necesarias de forma muy sencilla. Es decir, que podemos escoger los ingredientes necesarios para crear lo que nos apetezca sin grandes inversiones ni riesgos. Pero, todavía más importante, podemos poner a prueba nuestros “experimentos profesionales” sin jugárnosla toda a una carta.

Por ejemplo, en este momento estoy desarrollando nuevos productos y nuevas formas de negocio. Unas saldrán adelante y otras tendrán un recorrido más corto y morirán. Pero lo importante es que estoy generando alternativas y, más importante aún, me siento como un niño con juguetes nuevos. Esa sensación de experimentar, jugar, mezclar, cocinar es genial y muy divertida. Nunca sabes donde va a sonar la flauta, por eso debes probar todo lo que puedas y, sobre todo, que te apetezca.

Una de las cosas más chulas de probar cosas nuevas es que nadie te dice lo que tienes que hacer. Simplemente coges lo que tienes y tratas de encajar las piezas de diferentes formas. ¿Finanzas, Música y Dibujo? ¿Historia, Diseño y Humor? ¿Química, Filosofía y Logística? ¿Cómo puedes combinarlo? ¿Qué te faltaría para crear algo interesante? Como te digo, es volver al parque y jugar con la arena.

Y luego tendremos que hacer lo mismo que cuando éramos críos (algo pesados a veces). Me refiero a enseñárselo a quién quiera verlo (¿Te gusta papá? ¿Has visto lo que he hecho?) y que te digan lo que les parece. Hoy todos podemos. ¿Por qué no me cuentas tus ideas locas/absurdas/geniales/patéticas/sorprendentes en un blog, un pdf, un vídeo, una conferencia o tomándonos una Coca cola? Mucha gente está encantada de opinar y darte “feedback”.

Además es bueno salir de tu entorno más cercano. Seguro que tu familia y amigos te quieren mucho pero puede que no sean capaces de entender lo que tratas de contarles. Si pruebas cosas nuevas y las expones estás haciendo una versión ultra “low cost” de tu producto mínimo viable. Puede ser que no tenga recorrido, que sea genial o, lo más probable, algo entre los dos extremos que te obligue a mejorarlo. Pero innova, prueba, crea, desarrolla, inventa… y enséñalo.

Como te digo, y te hablo por experiencia propia, el simple hecho de probar cosas nuevas que nos apetezcan ya merece la pena. Si luego, encima, tienen un éxito más o menos grande, ya es la leche. Y si fracasas, probablemente lo único que salga dañado es tu orgullo. Y todo eso puedes hacerlo sin romper con lo que haces ahora ni salir de tu zona de confort o sólo un poquito.

Archivado en: Sin categoría

3 noviembre, 2017 By Andrés Pérez Ortega

¿No te gusta demostrar lo que vales? Pues te aguantas

Tengo que reconocer que una de las grandes ventajas de conseguir un mínimo posicionamiento o prestigio son las explicaciones que te ahorras. Y para alguien que trata de ser eficiente, esto es estupendo.

Siempre he dicho que una Marca Personal es una forma no tecnológica de comprimir mucha información. Me explico. Cuando alguien ve un logotipo de una empresa o producto o escucha el nombre de alguien a quién conoce, inmediatamente lo asocia con una serie de ideas, atributos, beneficios, cualidades o desventajas.

Si has conseguido compactar lo que quieres transmitir en un nombre, en TU nombre y lo has divulgado de una forma adecuada, tienes un gran trabajo hecho para conseguir que te tengan en cuenta y te elijan.

¿Qué ocurre con la mayoría de los profesionales? Pues que permanecen anónimos, invisibles o algo peor, visibles pero difuminados. Si la gente que te conoce no es capaz de explicar con claridad a qué te dedicas, y sobre todo, qué aportas, entonces tendrás que pasarte el día dando explicaciones… si es que te las piden. Pero aún hay más. Esto todavía es más grave si tu mismo no eres capaz de explicarlo de forma clara, atractiva y memorable.

¿Qué es una entrevista de trabajo sino una oportunidad de explicarte? ¿Qué es una reunión comercial sino un momento en el que te lo juegas todo en una conversación? ¿Qué es una cita con alguien que te gusta sino un tiempo en el que vas a tratar de adivinar si lo vuestro tiene futuro? En todos esos casos, alguien va a tratar de descubrir o de deducir si eres una persona que merece la pena, la que va a satisfacer sus necesidades o conseguir que las cosas mejoren.

Cuando nadie sabe de ti, eres simplemente un “bulto sospechoso”. Pero si desde hoy mismo empiezas a transmitir lo que eres capaz de ofrecer y lo demuestras una y otra vez, de forma consistente en los canales adecuados, poco a poco tu nombre se irá asociando con ciertos resultados. Pero ojo, esto no va de ser famoso o influyente sino de ser conocido y reconocido por quienes pretendes que te tengan en cuenta. Esto no va de ser superpopular sino de ser localizable cuando alguien busque a una persona como tu.

Por eso cada día me parece más absurdo que teniendo los medios de los que disponemos, una inmensa mayoría de personas se empeñe en esconderse. ¿Es que no te das cuenta de las ventajas que supone que cuando alguien necesite a un profesional como tu, piensen en ti o alguien que te conoce te recomiende?

Pero no basta con parecer bueno, también hay que serlo y contarlo. Y eso se consigue demostrándolo constantemente. Dice Ramit Sethi en Armas de titanes de Tim Ferriss que me acabo de comprar que él ofrece gratis el 98 por ciento de su material y, luego, vende muy caros muchos de sus cursos emblemáticos. Y tiene todo el sentido ese esfuerzo porque todo eso que “regala”, en realidad le sitúa en una situación privilegiada.

Si te mantienes oculto, vas a generar sospechas. ¿Es que no tienes nada que ofrecer? ¿Es qué no te fías de lo que puedes hacer? ¿Es qué no consideras que mereces ser remunerado por lo que aportas? Quizás la respuesta a las tres preguntas es un SI rotundo, pero incluso en ese caso es una buena noticia porque ya sabes por donde empezar.

En este mundo se adora a los números uno, pero hay mucho espacio para todos los demás. Incluso, como dice una famosa ley del marketing, si no puedes ser el mejor en tu categoría, crea una nueva. Afortunadamente hoy “hay gente pa to” y además podemos comunicarnos con todo el mundo. Así que, por raro, innovador o minoritario que sea lo que propones, siempre vas a atraer a alguien que considere que merece la pena contactarte o, al menos, seguirte y contárselo a otros. Pero ¡Por Dios! no te lo guardes para ti.

Te digo esto porque una de las grandes ventajas de impartir tanta formación a tanta gente es que conoces a personas (la mayoría) alucinantes, que han hecho o están haciendo cosas muy valiosas y útiles. Pero la parte más deprimente es que parece que si no les aplican el tercer grado, no se lo van a contar a nadie. Y mientras tanto se quejan y lloran porque nadie les tiene en cuenta.

Llámalo Branding Personal, llamar la atención, exhibicionismo, storytelling, promoción personal o como te dé la gana. Como si no lo quieres llamar de ninguna manera. Pero haz el favor que sacar lo que tienes dentro, mostrarlo y demostrarlo ya y por los canales en los que te sientas más cómodo. Y en los que no te sientas tan cómodo, también.

Archivado en: Sin categoría

31 octubre, 2017 By Andrés Pérez Ortega

Algunas ideas sobre el trabajo

La razón por la que empecé a desarrollar mi modelo de Branding Personal surgió de la necesidad de encontrar nuevas formas de enfocar el trabajo (el mío y el de otros) cuando la empresa en la que estaba “nominado” nos reestructuró a todos.

Desde entonces he ido recopilando algunas ideas que expongo a continuación:

Nadie cuida de ti. Debes ser autosuficiente en el mayor número de aspectos posibles. Caminas solo (o en compañía de otros como tu). Puedes colaborar con otros para sobrevivir y progresar. La tecnología nos permite establecer vínculos con gente distinta y distante con la que podemos colaborar.

Sólo hay una persona que puede ayudarte. Mírate al espejo y la verás: tú mismo. Como profesional eres responsable de tu propio desarrollo. El mayor error que puedes cometer es pensar alguna vez que trabajas para alguien que no seas tu mismo.

Debemos pensar en TODAS las empresas como ETTs o Empresas Temporales de Trabajo.

Todos los profesionales debemos vernos como independientes, autónomos, sea cual sea el tipo de contrato o relación laboral que mantengamos. Cada vez es más probable que los profesionales salgan de sus organizaciones para satisfacer sus propias necesidades. Tenemos que hacernos mayores, independizarnos de papá empresa y vivir nuestra vida aunque tengamos buenas relaciones con ellos.

Debes dejar de pensar y actuar como un “empleado” y empezar pensar y actuar como una empresa

Un profesional puede vender su trabajo y posicionarse a si mismo igual que lo hacen las grandes compañías.

Se han acabado los tiempos en los que las personas son consideradas recursos. Las empresas están compuestas de personas no de recursos. Los profesionales pasamos de ser Recursos Humanos a Humanos con Recursos. Los departamentos de “personal” deberían apoyar y potenciar el desarrollo de profesionales con Marca Personal en lugar de tratar de ocultarlos.

Si las personas somos recursos para las empresas, las empresas serán recursos para las personas. Si las empresas no cambian la forma de tratar a las personas, las personas cambiarán la forma de tratar a las empresas.

El empleo para toda la vida ha pasado a la historia. No hay ningún sitio seguro ni trabajo para siempre.

Ya no podemos decir que eso del marketing es sólo para algunos expertos. Ahora también debes aprender a poner tu trabajo en el mercado del mejor modo posible. Cada día hay más gente compitiendo contigo en La Red y haciéndose cada día más visible.

Para progresar profesionalmente debes posicionarte como experto o profesional de referencia. Debes conseguir que te perciban como un profesional más valioso que tu competencia. Tu eres el mejor promotor de tu trabajo. ¿Quién va a “vender” lo que haces mejor que tu?

Ya no se trata de encontrar un empleo, sino que el trabajo y los clientes te encuentren a ti. En lugar de ir llamando puertas, es mejor crear algo valioso, comunicarlo, promocionarlo y atraer a quienes puedan estar interesados. No se trata de vender, sino de que te encuentren, se interesen por lo que ofreces y te contraten o te compren.

El trabajo es un recurso para tener la vida que deseas. El trabajo es un recurso para alcanzar nuestros objetivos por eso hay que hacerlo lo mejor posible. El trabajo no es tu vida, es lo que haces para vivir.

Hay exceso de profesionales buenos, baratos, homogénos… y fácilmente sustituibles. Yo los denomino Profesionales “Commodity” o  “Marca Blanca”. Esa tendencia a homogeneizarlo e igualarlo todo acaba generando una pérdida del valor real y percibido de lo que hacemos. Es precisamente en este momento en el que hay tantos profesionales similares cuando desarrollar una Marca Personal se hace realmente imprescindible.

Gestionar tu carrera profesional ya no es una opción sino una cuestión de supervivencia. No se trata de que te guste o te sientas cómodo o no gestionando tu carrera, sino de tu pura supervivencia profesional.

Hasta ahora, el prestigio de un profesional era limitado, hoy puede hacer cosas impensables. Si nos remontamos sólo un par de décadas, el prestigio de un profesional se mantenía dentro de unos límites geográficos muy reducidos. El valor de muchos profesionales apenas era conocido ni reconocido. Por lo tanto, las posibilidades de sacar partido a su potencial y su valor eran muy limitadas. Sin embargo, hoy,

  • Un profesional puede adquirir conocimientos que antes solo estaban al alcance de unos pocos.
  • Un profesional puede establecer contactos y alianzas con personas que se encuentran en el otro lado del mundo.
  • Un profesional puede colaborar con equipos que se crean y desaparecen en función de las circunstancias.
  • Un profesional puede vender su trabajo y posicionarse igual que lo hace una empresa. `
  • Un profesional ya no tiene que limitarse a hablar de su trabajo, ahora puede mostrarlo.

Antes el camino estaba definido. Ahora cada cual debe diseñar su propia ruta. Quienes lo hagan se encontrarán con muchos como ellos con los que caminar juntos.

Antes los elementos eran fijos y planificados, hoy los elementos son variables y en cambio constante.

Hasta hace poco tiempo, la vida de un profesional transcurría tranquila, por los cauces previstos y sin grandes sobresaltos. Sólo había que seguir las normas y dejarse llevar. Eso también implicaba que la empresa formaba parte de su identidad. La mayoría de la gente no sabe como gestionar su carrera en la nueva situación. Por eso es importante un concepto como el Branding Personal que te guía a la hora de alcanzar tus objetivos.

No espero que estés de acuerdo con estas ideas, pero creo que reflejan bastante bien mi forma de pensar y te pueden ayudar a entender por qué sigo trabajando en estas cuestiones.

Archivado en: Sin categoría

27 octubre, 2017 By Andrés Pérez Ortega

Ponle precio a tu cabeza

Hay un factor relacionado con la Marca Personal y con cualquier otro tipo de marca que suele quedar en un segundo plano pero que es fundamental para que un proyecto siga adelante. Me refiero al precio, a la cifra con la que vas vender tu trabajo.

Por una parte, una Marca Personal sólida te va a permitir poner un precio más alto a tus servicios si trabajas por tu cuenta, pedir un salario más alto si estás dentro de una empresa o quieres entrar en ella o cobrar más por los productos que llevan tu nombre.

Por otra parte, un precio inadecuado o unas tarifas profesionales mal definidas, pueden perjudicar tu prestigio. Normalmente eso sucede cuando lo que pides está por debajo de lo que el mercado considera “normal”. Se puede pensar que hay algo sospechoso cuando alguien ofrece algo considerado barato.

Curiosamente un precio alto, aunque no se justifique con lo que se ofrece, suele transmitir una idea de mayor valor. Aunque ya sabes aquello de “Todo necio confunde valor y precio” que decía Antonio Machado.

Como ya he comentado en muchas ocasiones, existe una cultura en nuestro país que rechaza hablar de dinero porque parece algo de mal gusto, porque transmite la idea de que eres un materialista o simplemente porque no tenemos ni idea de como plantear estas cuestiones. Yo reconozco que es uno de mis puntos débiles de mi estrategia. En varias ocasiones algunos clientes me han dicho que me habrían pagado más de lo que les pedía. Pero es que, para muchos como yo, este no es un tema sencillo.

En primer lugar debemos tener claro que lo que ofrecemos es útil, valioso y que puede ayudar a alguien a mejorar algún aspecto de su vida o su negocio. De nuevo aquí entra en juego el factor 0.0 el de las creencias, los valores, la autoestima y todos esos elementos relacionados con la personalidad. Si no confiamos en nosotros mismos y en lo que hacemos, es imposible establecer una cifra justa y todavía menos convencer a alguien de que es lo que deben pagar por lo que les proponemos.

Cuando se trata de “knowmads” o profesionales que vendemos nuestro trabajo o nuestras ideas, es más complicado que cuando vendes barras de pan o paquetes de folios. Yo que he trabajado en compras durante muchos años y he auditado centenares de empresas, tenía muy claros cuales eran sus costes, así que, para establecer un precio sólo tenía que definir el margen de beneficio y “voilà”.

Sin embargo, cuando se trata de los intangibles que te hacen útil, ¿cómo cuantificas el coste del tiempo y dinero invertido en formación reglada? ¿de qué forma valoras las experiencias múltiples que te han proporcionado herramientas profesionales valiosas? ¿Cuánto vale tu pasión, habilidades, hábitos, contactos o prestigio adquiridos durante años? Es complicado hacer un escandallo con esas variables.

Dicen los que más saben a la hora de establecer precios, tarifas y honorarios que la mejor forma de hacerlo es pensando en los resultados que vas a proporcionar. Eso tiene sentido porque, en realidad, a quien te compra o selecciona le importa poco de donde vienes o como has conseguido aprender lo que sabes. Lo que quiere saber es lo que va a ganar contigo. Y aunque eso también tiene su dificultad, puede cuantificarse un poco mejor.

¿Cuanto dinero va a ahorrar o ganar alguien gracias a lo que le ofreces? ¿Cuantas horas, días o años vas a proporcionarle quitándole trabajo, optimizando procesos o reduciendo problemas? ¿Qué valor tiene la forma de hacerle sentir bien, el estatus que proporciona trabajar contigo o la presión que le quitas al sentir que puede dormir tranquilo si estás al mando?

Como ves, aquí, como en todo lo relacionado con la Marca Personal, lo importante no eres tú sino los demás. Si pones el foco en el beneficio que vas a proporcionar a otros o las necesidades que vas a resolver, la variable precio se vuelve un poco menos oscura.

Este tema da para mucho más de un post, pero otra forma de definir tus tarifas es comparándote con otros. Esto genera varios problemas.

Por ejemplo, si estás vendiendo un producto muy caro en comparación con la competencia, te enfrentas con la necesidad de dar al cliente una razón por la cual el producto vale un dinero extra. O quizás, estás ofreciendo algo novedoso y diferente pero al tener que compararlo con algo existente vas a devaluarlo. Si tu estrategia de diferenciación sólo está basada en cobrar menos, siempre correrás el riesgo de que los competidores fuertes hagan lo mismo.

Como te cuento, aquí hay mucho que decir y decidir. ¿Cuando la merece la pena trabajar gratis? ¿Realmente merece la pena? ¿Hay que cobrar lo mismo a todo el mundo o puedo hacer excepciones? ¿Es mejor vender mucho a un precio bajo o poco a un precio más alto? ¿Cuánto influye una Marca Personal en una cotización?

Como ves, este es un tema interesante en una Estrategia Personal y seguiremos hablando de ello.

Archivado en: Sin categoría

24 octubre, 2017 By Andrés Pérez Ortega

La persona tras el decálogo

Diferenciarse, sobresalir, destacar. Esos son factores que surgen cada vez que pregunto por el significado de una Marca Personal. Es cierto que uno de los factores que influyen a la hora de dejar huella es distinguirse de otros como tú. Pero no es ni el único ni el más importante.

En primer lugar hay que aclarar que para generar un impacto memorable no es válida cualquier forma de destacar. Llamar la atención es sencillo. Quizás por eso muchos confunden la extravagancia con la originalidad. La provocación con el arte. El mal gusto con la rebeldía.

Incluso se da el caso paradójico de que muchos de aquellos que quieren ser “diferentes”, acaban uniéndose a tendencias, modas o tribus en las que todos presentan el mismo aspecto y piensan del mismo modo. De esa manera, pretendiendo ser originales, se convierten en “marcas blancas” de quienes crean tendencias. Y lo que en un principio parecía una buena idea, poco tiempo después queda patético porque no es más que un envase vacío que otros te han impuesto.

Pero la mejor y quizás la única forma de sobresalir y diferenciarse de forma consistente y duradera es siendo MEJOR que otros que ofrecen lo mismo que tu. Cuando todo el mundo te señala y te recomienda como la persona a la que hay que elegir, ya has conseguido la diferenciación máxima. Y si (todavía) no puedes alcanzar ese nivel, deberías hacer todo lo posible para estar entre los de más arriba.

Por eso, en un mundo en el que todo el mundo trata de llamar la atención (lo más rápidamente posible) con lo externo, lo superficial, con luces y sonidos reales o virtuales, aquellos que lo hagan con más cuidado, poco a poco, con paciencia, persistencia, constancia, consistencia y trabajo serán los que finalmente acabarán manteniéndose, diferenciándose y destacando cuando pase la tormenta.

Una de las recetas habituales especialmente en el entorno dospuntocero es la generación de contenidos. Es cierto, y yo lo repito siempre, que si no ofreces algo valioso, nadie va a fijarse en ti y todavía menos van a considerarte como alguien a elegir. Pero cuando esa creación de contenidos se convierte en un fin en lugar de en un medio, entonces todo se viene abajo. Cuando te sientes obligado a llenar todos tus Medios Sociales, todos los días y a todas horas para que te sigan teniendo en cuenta, entonces es que algo no encaja.

Alimentar los Medios Sociales requiere tiempo, medios, planificación y salvo que VIVAS DE La Red en lugar de UTILIZAR La Red, es poco eficaz o incluso suicida dedicar más recursos de los estrictamente necesarios. Por eso es importante sacarle todo el jugo a las muchas o pocas ocasiones en las que vas a hacerte visible.

Creo que una de las consecuencias de sentirte obligado a “subir cosas” constantemente es que acabas despersonalizando tus contenidos. Terminas repitiendo las mismas ideas propias o ajenas una y otra vez. ¿Te has dado cuenta de que cuando necesitas buscar algo en Internet siempre aparecen los mismos decálogos, recetas y tutoriales? ¿Crees que eso va a conseguir que alguien destaque?

Lo que llevo comprobando desde hace bastante tiempo es que lo que hace que una Marca Personal sea fuerte es precisamente que sea Personal. O lo que es lo mismo, lo que se valora es que hables de lo que conoces, de lo que has vivido, sufrido, experimentado en tus carnes y que lo hagas del modo más cercano posible. Para que me cuentes una lista de trucos impersonales y repetidos hasta la saciedad no te necesito. Quiero saber como te has sentido o qué problemas has tenido tú y no un “freelance” de Minnesota. Quiero conocer y conectar con la persona tras el decálogo.

Debes encontrar tu propio estilo de comunicación, la línea editorial que va a mantenerte centrado y que debería ser fácilmente reconocible. Eso es tan importante o más que los propios contenidos. Ya sabes aquello de que la gente olvidará lo que dijiste, también olvidará lo que hiciste, pero jamás olvidará cómo les hiciste sentir que dijo Maya Angelou.

Siempre que hablamos de Branding Personal decimos que tenemos que sacar lo que nos hace únicos. Eso implica abrirse, mostrar algo más que lo puramente racional. Requiere valor, coraje y precisamente por eso abunda poco. Pero si empiezas a hacerlo verás como no hará falta crear contenidos continuamente porque la conexión irá más allá de una lista de consejos. Y de la misma forma que no hace falta que estés todo el día hablando con un amigo de verdad porque el vínculo se mantiene, también verás que puedes dejar de ser visible constantemente en La Red.

 

Archivado en: Sin categoría

20 octubre, 2017 By Andrés Pérez Ortega

¿Debe mirar hacia otro lado una Marca Personal?

Uno de los efectos colaterales que está generando la crisis de Cataluña es el de la necesidad de resolver el dilema entre defender públicamente aquello en lo que crees o comportarte como si no pasase nada.

En principio podríamos decir que este es un tema político que queda dentro de tu ámbito privado y que, por lo tanto, debería quedar al margen de los contenidos que publique en los Medios Sociales un profesional que desee desarrollar una Marca Personal potente.

Pero por otra parte, para muchas personas, este asunto toca algo fundamental para una Marca Personal, me refiero a su identidad, a sus valores y creencias. Si fuese algo irrelevante no habría tanta preocupación, enfado y tristeza. Así que, hacer como si no pasase nada, sería una traición a uno mismo y, algo más grave, a aquellas personas en las que pretendes dejar huella.

Evidentemente cada cual es libre de actuar como considere oportuno pero, desde mi punto de vista, una persona puede y debe defender sus principios si lo hace de un modo respetuoso, razonado y sin ataques ni descalificaciones cuando se pone en cuestión algo que afecta a sus propios pilares como individuo.

Autenticidad

Uno de los términos que más se repiten cuando se habla de Marca Personal es el de la autenticidad. Se trata de no ser falso ni transmitir algo distinto a lo que realmente eres. Es fácil ser auténtico cuando no te juegas nada, pero es en los momentos en los que debes expresar lo que realmente piensas en los que tu Marca Personal se va a reforzar para algunos o debilitar para otros.

Cuando muestras quien eres con transparencia y honestidad va a haber personas que se sientan más cerca de ti y otras que se alejen quizás para siempre. Eso implica una pérdida, muchas veces dolorosa, pero al clarificar cuanto antes las posiciones evitaremos problemas y conflictos posteriores.

Diferenciación

El otro elemento que más se asocia inicialmente con una Marca Personal es el de ser distinto, diferente, incluso único. Cada día es más difícil destacar por lo QUE haces, pero puedes sobresalir si tienes el valor de defender tus valores. ¿Cuantos profesionales o empresas “se mojan” si no se ven obligado a ello? Muy pocas. Pero quienes lo hacen consiguen una conexión mucho más fuerte con aquellos a los que se dirigen y que comparten sus principios.

Confianza

Identificar y defender lo que consideras importante va a tener un coste pero también tiene un efecto positivo y es el de reforzar tu credibilidad. No hay nada menos fiable que una organización o una persona de la que nunca sabes por donde te puede salir. Tu escala de valores es tu manual de procedimientos personal. Si lo sigues, vas a conseguir que los demás y, sobre todo, tu mismo tengáis claro lo que va a suceder cuando te enfrentes a un dilema a o una decisión en la que hay algo importante en juego.

Eso se aplica incluso a aquellos con los que no estás alineado o con quienes no sintonizas en todo. El hecho de saber lo que puedes esperar de ellos (y ellos de ti) puede, paradójicamente, facilitar la comunicación, incluso los acuerdos si se gestiona bien y el trabajo no se ve afectado por estos principios fundamentales.

Sintonía

Cuando hablamos de Marca Personal es importante que te crean (confianza) pero también que te quieran (sintonía) y eso se produce cuando sientes que la otra parte vibra en la misma frecuencia que tu. Si eres el mejor profesional del mundo pero tus principios son contrarios a los míos, es mejor que evitemos hacer cosas en las que, antes o después, tengamos que poner a prueba nuestras prioridades.

Esto se aplica a alguien que busca trabajo (¿realmente se habla de valores en un proceso de selección?), a un profesional que trabaja en una organización (¿estás de acuerdo con lo que hace tu empresa?) o a un emprendedor o autónomo (¿vas a aceptar cualquier cliente o proyecto?).

Mercado

Una consecuencia lógica de todo esto es que al establecer tus líneas rojas se clarifica mucho tu mercado. Al expresar lo que estás dispuesto a hacer y las cosas por las que no estás dispuesto a pasar se produce una selección automática de tu “audiencia”. Quienes crean que tu forma de pensar va a hacer imposible la relación, directamente se alejarán y quienes consideren que es un punto a favor serán más proclives a establecer una relación. Y eso te hace mucho más eficiente.

¿Merece la pena ser menos tú por no perder un puñado de seguidores o unos cuantos contratos? Yo creo que no. Cuando lo haces, estás sacrificando tu identidad, incluso tu salud (sueño, úlceras, ansiedad,…), te estás “vendiendo” y ya sabes que si te vendes, estás vendido.

Hay dos tipos de tuiteros. Los que pierden seguidores por principios, y los que pierden principios por seguidores.

— Orfidal y Tequila (@Jumivuelve) October 18, 2017

Si lo piensas un poco te darás cuenta que aquellos que han dejado una huella más profunda son quienes han defendido lo que consideraban importante. Esa es la gran dificultad del Branding Personal y no la utilización de trucos para posicionarse bien en Google.

Por cierto, para que no se diga que mucha teoría pero poca práctica, en lo que respecta a mi posición sobre lo que está ocurriendo, tengo que decir que seguro que las cosas se pueden hacer de otro modo pero yo estoy con La Constitución, el cumplimiento de La Ley y una España unida.

Archivado en: Sin categoría

17 octubre, 2017 By Andrés Pérez Ortega

No lo llames emprender, llámalo sobrevivir

Aunque siempre te prometes a ti mismo y a tu familia que durante unos días de descanso no te vas a acercar a lo virtual, siempre acabas cayendo. El caso es que este puente surgió un debate interesante en Twitter sobre las diferencias entre buscar empleo y buscarse la vida y no pude evitar entrar al trapo.

Ya es habitual que aparezcan dos posiciones confrontadas. La de aquellos que consideran que uno nace Empleado o Emprendedor o incluso Desempleado y la de aquellos que pensamos que es absurdo ponerse etiquetas limitadoras.

Los primeros suelen terminar su argumentación con algo como “ya, pero es que no todo el mundo puede emprender” o “eso de emprender es una burbuja muy peligrosa que va a perjudicar a muchos ingenuos” y cosas parecidas.

Yo que, en principio no nací con el gen emprendedor, me he dado cuenta que esto no va de asumir una identidad, sino de pura supervivencia. Sinceramente, me importan un bledo las estadísticas que hablan del fracaso de aquellos que tratan de salir adelante con un proyecto propio. Si estuviese en el paro eso no me serviría como excusa. ¿Acaso le va mejor a alguien que lleva meses o años esperando encontrar un empleo que a otro que decide “vender” su trabajo a cualquiera que pueda necesitarle?

Hay quien sigue preocupándose tanto de superar un proceso de selección o aprender a realizar esas gymkanas psicológicas o psicodramáticas que tanto gustan a algunos en R2H2 que parece que en lugar de encontrar una fuente de ingresos pretendan participar en Los Juegos del Hambre. En realidad, los procesos de selección no hay que superarlos, hay que saltárselos.

Entrevista de trabajo = Reunión comercial
Entrevistador = Intermediario
Empresario, directivo = cliente potencial
Producto = Tu oferta https://t.co/vV6RONLMZ1

— Andrés Pérez Ortega (@marcapersonal) 14 de octubre de 2017

Ya, pero es que para emprender hacen falta recursos dirán otros. Pues no necesariamente. Si se supone que estamos en la sociedad del conocimiento y de los “Knowmads”, el principal recurso lo tienes sobre tus hombros. ¿Es que no eres capaz de generar algo valioso o satisfacer una necesidad con tu experiencia, conocimientos, habilidades y eso que ahora que está tan de moda que llaman pasión?

¿No suena un poco engañoso eso de pretender que alguien te pague una nómina cuando tu mismo piensas que eso mismo no tiene ningún valor si no formas parte de una organización?

Claro, dirán algunos, pero es que yo quiero algo seguro y emprender o trabajar como autónomo es muy arriesgado. ¿En serio? ¿De verdad crees que es más seguro trabajar para alguien que pretende mantenerte oculto hasta el día en que decida que eres prescindible? ¿Crees que tal y como están los salarios te va a ir mejor manteniéndote fuera del mercado porque consideras que un contrato indefinido es definido?

No busques empleo. Busca clientes. Un empleo es una forma muy arriesgada de vender tu “trabajo”. Hoy todas son Empresas de Trabajo Temporal https://t.co/Y35yceGPRS

— Andrés Pérez Ortega (@marcapersonal) 14 de octubre de 2017

Ojo, no digo que haya que eliminar la variable “empleado” de nuestro lenguaje, creo que simplemente es una opción más. Vale, ya sé que es más cómodo que alguien te dé órdenes, tener alguien a quién culpar cuando las cosas no van bien, no tener que preocuparse por salir a “cazar” cada mañana. Pero las cosas fáciles cada día se pagan peor, especialmente en un mundo en el que hay muchos y muy buenos.

Ni siquiera hablo de deseos, sueños, actitud positiva o eso de “seguir tu pasión”. Es la puta supervivencia. Lo haces o lo haces. https://t.co/VCEo50lpYv

— Andrés Pérez Ortega (@marcapersonal) 14 de octubre de 2017

Una persona que pierde su empleo (yo lo he vivido dos veces) no se vuelve gilipollas en ese momento. No le resetean al salir por la puerta. Así que, ¿por qué no utilizas lo aprendido hasta el momento (incluido ese) en el que te dicen que tengas mucho éxito en tu futuro profesional y lo conviertes en algo útil para otros?

¿Qué soy yo? ¿emprendedor, autónomo, “freelance”, agente libre,…? Francamente ni lo sé ni me importa. Denomínate como te dé la gana, pero no permitas que una etiqueta te defina. Bueno, no, si hay una etiqueta que deberías eliminar, me refiero a la de parado.

Un parado es un profesional tan valioso como cualquier otro. Va a realizar las mismas actividades que el resto, formarse, relacionarse, comunicar, negociar, desarrollar,… así que no es muy diferente de un emprendedor o un autónomo sin clientes. Es más, puestos a poner nombres, ¿por qué desempleado y no desemprendizado o desfreelanzado (permíteme estos nombres absurdos)?

Sé que aunque hayas tenido la paciencia de llegar hasta aquí, tu cabeza va a seguir generando excusas. Soy muy mayor, muy joven, no tengo formación, esto de Internet no es lo mío, me da corte ir a un encuentro de profesionales, según un estudio todos los emprendedores fracasan, bla, bla, bla, y así hasta el infinito. Tu mismo. Esto no va de forrarse, esto va de sobrevivir al principio y de progresar más adelante.

Archivado en: Sin categoría

13 octubre, 2017 By Andrés Pérez Ortega

¿Sabes cuál es el secreto de los contenidos que triunfan? Yo no

Aunque publique este post un viernes, lo escribo un jueves desde Lugo (me encanta esta ciudad y su gente) donde he estado impartiendo unos cursos y mentorías para la EOI y dentro de un rato salgo para Alicante.

Lo importante es mantener la rutina y la disciplina de publicación porque en el momento en que flojeas, todo se viene abajo.

Como esta semana ando bastante liado, el post del martes lo escribí el lunes y te reconozco que, aunque tenía más o menos clara la idea en la cabeza sobre lo que quería expresar, lo escribí deprisa y sin pulirlo demasiado.

Sin embargo, una vez más, se produce un fenómeno curioso y este post tiene un éxito inesperado. Entiéndeme, cuando hablo de éxito no me refiero a que lo vayan a citar en la portada del New York Times, sino a que tiene un montón de comentarios en redes, se comparte y se cita muy por encima de la media. Y cuando esto se produce, siempre me pregunto

¿Por qué?

Si te digo que tengo una respuesta clara y definitiva te mentiría. No tengo ni puta idea de cual es la razón por la que un contenido que te preparas, escribes con tiempo y cariño, te documentas y lo revisas mil veces apenas tiene visitas y otros que publicas de forma menos cuidada se convierten en algo que genera un impacto mucho más fuerte.

Me dice WordPress que este es mi post mil setecientos y pico. Así que, al menos tengo cierta perspectiva para establecer algunas hipótesis sobre este asunto aunque seguramente estarán equivocadas y aunque fuesen correctas, posiblemente no sean válidas durante demasiado tiempo porque dospuntocerolandia es muy volatil y lo que vale hoy seguramente mañana será papel mojado.

Estos son algunos factores que creo que repiten en los contenidos que he publicado que han tenido más repercusión.

Publica, publica, publica.

Si escribes mucho, es más probable que suene la flauta. Esto es algo tan obvio que parece absurdo decirlo, pero es que es así. Si publicas decenas o centenares de posts o tuits o vídeos o imágenes en Instagram y lo haces con un mínimo cuidado y cariño, cada cierto tiempo te va a tocar la “lotería dospuntocero” y vas a ser agraciado por unos cuantos #muyfande, “me gusta” o RTs.

Yo diría que eso sucede con un 10% de los contenidos. Este dato no se basa en ningún estudio de ninguna universidad norteamericana, me lo acabo de inventar, pero creo que refleja bien las cifras.

A escribir se aprende escribiendo (y leyendo) así que lo que publiques hoy seguramente será mucho peor que lo que publiques dentro de un año porque cada día mejoras. De ese modo, cada vez serán más frecuentes los éxitos “inesperados”.

Además, la práctica consigue que lo hagas mejor cada día y, algo muy importante, cada vez vas a ser más eficiente y tardar menos en hacerlo.

Hazlo humano.

Una de las cosas que he descubierto y que creo que hace que tus contenidos sean mejores es que pongas algo (o mucho) de ti en ellos.

Ojo, no me refiero a contar tu vida o mostrar aspectos de tu vida privada que no deberían ser expuestos a una audiencia anónima e invisible.

Se trata de ser honesto, auténtico y humano y dar tu propia visión de las cosas con las que trabajas. Siempre digo que un blog es, ante todo, un diario personal abierto al público. Evidentemente cada cual le dará el uso que considere oportuno, pero yo nunca he entendido esto como una clase magistral o un texto académico ni como una simple repetición de cosas que he encontrado por ahí.

Si consigues establecer una sintonía, una conexión con quienes tienen la paciencia de seguirte, no sólo será más probable que tus contenidos tengan éxito sino que tu Marca Personal sea más memorable y duradera.

Circunstancias.

A veces me preguntan ¿Por qué publicas el martes y el viernes a las 7:15 en lugar de otros días y horas en los que puedes tener más tráfico? Tras muchos análisis y reflexiones, mi respuesta es clara, porque me da la gana.

Ya lo he dicho otras veces por aquí. No pienso adaptar mi comportamiento a lo que me sugiera un algoritmo.

Si lees esto hoy (viernes 13 de octubre) seguramente serás de los pocos que lo hagas porque mucha gente ha aprovechado el puente del Pilar y se ha ido a pasar unos días fuera o no trabaja. Así que un post brillante puede pasar desapercibido si el contexto no acompaña.

Una de las infinitas ventajas del blog es que es el más atemporal de los canales dospuntocero. Así que, en el fondo, da igual que algo no tenga demasiada repercusión hoy porque dentro de cinco meses puede descubrirlo alguien y reflotarlo.

Sinceramente, creo que ni yo ni nadie tiene una receta mágica para que un contenido tenga éxito. Es más bien una combinación de elementos bastante volubles. Así que, lo importante es que empieces cuanto antes y hagas tus propios experimentos hasta encontrar una “receta” más o menos reproducible que te sirva.

Archivado en: Sin categoría

  • « Página anterior
  • 1
  • …
  • 10
  • 11
  • 12
  • 13
  • 14
  • …
  • 184
  • Página siguiente »

Monetízate, el libro de los Proyectos Paralelos

Curso de Marca Personal Paso a Paso

Mis libros en Amazon

Cómo convertirte en la opción preferente Si eres uno más, serás uno menos Construye tu plataforma de comunicación personal El libro más completo sobre Marca Personal Como crear Proyectos Paralelos para ganar tu libertad

Vídeos

Mapa de Branding Personal

Esquema de Branding Personal from Andrés Pérez

MIS SECRETOS DE ESTRATEGIA PERSONAL AL DESNUDO

Date de alta y recibirás mis mejores contenidos y ofertas exclusivas

100% libre de SPAM

Autor

Andrés Pérez Ortega

  • Facebook
  • Google+
  • LinkedIn
  • RSS
  • Twitter
  • Youtube

Archivos

Contadores

Copyright © 2019 Andrés Pérez Ortega, Experto en Estrategia de Marca Personal
Diseño por www.NegociosEnAuge.net

Esta web usa cookies
This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish.Accept Reject Read More
Privacy & Cookies Policy